Moscú concretó las advertencias y, luego de quitarle la electricidad, le interrumpió el envío gasístico a Helsinki. Las autoridades finlandesas minimizaron la trascendencia de esta medida y avisaron que la situación está bajo control. Por otro lado, Reino Unido quiere armar a Moldavia por temor a agresiones; deportan a los habitantes de Mariúpol hacia Rusia, que destruyó armamento occidental; y Wimbledon fue degradado a un torneo de exhibición por discriminación contra rusos y bielorrusos.
Vía: France24 |
El conflicto sostenido entre Rusia y Ucrania continúa su curso luego de que Moscú se adjudicara el último viernes el control de la ciudad costera de Mariúpol. Después de la caída de la resistencia de la acería de Azovstal, último bastión opositor ucraniano, la urbe portuaria –vital para la economía de Kiev- quedó en manos de las tropas rusas.
En este sentido, autoridades ucranianas denunciaron que los habitantes están siendo enviados a Rusia sin alternativa. En tanto que este sábado Moscú detuvo el suministro de gas a Finlandia por no abonar el servicio en rublos, una disposición pensada para esquivar las sanciones económicas hacia su Banco Central.
No obstante, desde Helsinki le restaron valor a este movimiento ruso, que se suma al corte eléctrico producido en los últimos días, y avisaron que ya tienen vías alternativas para recomponer la pérdida.