Evo Morales cruzó el año como un personaje autoritario y de confrontación. Recibió un sillazo en enero al imponer en su partido candidatos para alcaldes y gobernadores. Y en las urnas recibió otro aún más contundente. Sin embargo, sabe ocultar sus derrotas y revertirlas.
Los “silletazos” ya se han hecho tradición en los ampliados del MAS. Seis de ellos han terminado en batalla campal, según recuento de Página Siete.
En tanto que el transfugio es la moneda de cambio que usa Morales para reducir a la oposición, el transfugio y echarle la culpa de todos sus males a la prensa independiente.
Disidentes del MAS que ganaron alcaldías y gobernaciones como Eva Copa en el Alto y Alejandro Unzueta en el Beni, o supuestos opositores como Jhonny Fernández en Santa Cruz, muy pronto retornaron al redil azul, unos llorando en el hombro de Luis Arce y otros con una condecoración para Evo Morales.
Cuatro asambleístas de la UCS de Jhonny Fernández que estaban en Creemos y dos de C. C se declararon “independientes “para beneficiarse de cargos en la directiva de la Cámara de Diputados.
En las calles, en el contundente Paro Nacional de los nueve días de noviembre, Evo Morales recibió una tunda que obligó a su gobierno y bancada a retroceder en parte de su paquetazo.
Sin embargo, para que nadie se acuerde ni hable de ese triunfo opositor, Evo Morales organizó la “marcha del millón” que partió de Caracollo a La Paz y que no sumó ni 50 mil entre campesinos y empleados públicos que se concentraron de San Francisco. Pero él dijo que fueron un millón y entonces fueron un millón porque él no solo es dueño de la verdad sino también de la realidad.
Allí, en esa marcha apareció Morales con un nuevo “look”, de auténtico productor de coca chapareña, con gafas oscuras al que solo le faltó una gruesa cadena de oro.
En cambio, a lo largo del año no le faltaron aviones, carros, hoteles y restaurantes de lujo. Su amigo, el frustrado embajador en el Paraguay, Mario Cronenbold que repartió 80 mil bolivianos y 2 mil dólares en el vestuario de Blooming, lo acompaña con frecuencia en vuelos particulares y en el tik tok se los ve haciendo de las suyas.
También se las dio de empresario con un criadero de tambaquies en el Chapare, es un empresario sin NIT que alquila aviones de la FAB sin factura.
Evo Morales es también el amo del Poder Judicial, “apresuren” dice y los jueces aumentan los meses de detención para Jeanine Añez. “Hagan justicia “dice y Gabriela Zapata es liberada.
Es hábil para dar vuelta situaciones que le son adversas como los ítems fantasmas en la Alcaldía de Santa Cruz que nacieron y se multiplicaron en las gestiones de su aliado Percy Fernández.
Sin embargo, Evo Morales pasa a la ofensiva y acusa de la corrupción a las logias cruceñas mientras logra que Luis Fernando Camacho y Rubén Costas se enfrenten a muerte.
Evo Morales es el caudillo que ha dividido a Bolivia en dos partes irreconciliables y que ha querido hacer lo mismo en el Perú.
En este 2021 ha merecido notas y crónicas en Cabildeo Digital. A continuación, sugerimos algunas de ellas.
¡ FUERA EVO ¡ La rebelión de las bases. ENTRE ARENGAS Y SILLAZOS
Y el pasado ¿pisado?