Entre arengas y sillazos, bases del MAS cuestionan “dedazos” de Evo.
Por Zulema Alanes B .-
Evo Morales no ha cambiado su estilo de ejercer el poder, pero nunca antes había sido cuestionado a “sillazos”. De un momento a otro el “jefazo” pasó “del cielo al infierno” y fue blanco de la furia de los asistentes al ampliado del MAS en Lauca Ñ, Shinaota, nada más y nada menos que en el corazón del territorio que siempre consideró de su dominio incuestionable.
Todo ocurrió este 14 de diciembre. Las bases del MAS, desbordaron de indignación ante la designación de “un ilustre advenedizo” como candidato a la gobernación por Santa Cruz. Morales jugó sus cartas y apostó por el presentador de televisión, Pedro García, luego de fracasar en el intento de imponer la candidatura de su exministro de Gobierno, Carlos Romero.
Una vez más, los pedidos de renovación fueron desoídos por Morales y, una vez más decidió por el camino de la imposición. La reacción de las bases fue de indignación y, al grito de ¡Fuera!, las sillas cayeron sobre Evo, en la testera donde tenía como testigos las imágenes de Chávez y del Che.
Protesta en El Alto por imposición de candidatos. Foto Radio Líder |
El video del sillazo se hizo viral y la noticia circuló a nivel internacional. Los medios que cubrieron el retorno triunfal de Morales a Bolivia empezaron a cuestionar si la silla que cayó sobre su cabeza es señal de que va perdiendo el poder que detenta durante tantos años.
Betanzos, Colcapirhua y Lauka Ñ, la sucesión de “dedazos”
El “sillazo” se venía venir, dijeron a Cabildeo Digital algunos dirigentes del MAS que pidieron mantener su nombre en reserva por temor a las represalias del jefe que, primero aseguró que “la derecha se infiltró” en su asamblea y, luego, asintió para que sean procesados y expulsados de su partido quienes resultaran autores del ataque.
“Denunciamos que la derecha golpista trata de destruir la unidad del MAS-IPSP enviando infiltrados para generar violencia en nuestros ampliados...”, tuiteó Morales y luego el MAS anunció en un comunicado “la expulsión definitiva con ignominia del MAS-IPSP a todos los implicados e identificados en estos actos de indisciplina orgánica”.
Lo ocurrido en Lauka Ñ, no es un hecho aislado. Es parte de la sucesión de una serie de eventos en los que las bases del MAS cuestionaron a Morales, le reclamaron renovación y arengaron contra sus “dedazos”.
Cuatro días antes, el 10 de diciembre, Morales tuvo que “ocultarse” durante tres horas en una de las oficinas de la Alcaldía de Betanzos, Potosí, por temor a ser atacado por comunarios descontentos con la nominación de los candidatos a gobernador y alcalde de la Villa Imperial.
La designación de Jhonny Mamani como candidato a la Gobernación de Potosí provocó enfrentamientos entre masistas y Morales tuvo que disfrazarse para no ser blanco de ataques.
En Potosí Evo tuvo que esconderse durante tres horas y escapar disfrazado |
“Hemos tenido que terminar ocultos. El expresidente Evo Morales oculto en el último piso. Hemos estado como unas tres horas en una oficina completamente trancados. Han dado algunas palizas a varios, no sé a quién, ha habido abusos, pelea. Finalmente hemos tenido que salir hasta disfrazados”, relató a radio Fides Potosí, Orlando Careaga, precandidato a gobernador de Potosí que, presionado por las pugnas internas, declinó su candidatura.
Morales asistió a un ampliado del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Betanzos para decidir quiénes serían los candidatos en las próximas elecciones subnacionales, pero fue sobrepasado por las bases, tuvo que salir del pueblo a hurtadillas.
Los comunarios impusieron al alcalde de Tahua, Jhonny Mamani, como candidato a la Gobernación y a Marcelino Choquehuanca como candidato al municipio de Potosí.
Un día después, el 11 de diciembre, Evo Morales fue nuevamente increpado, esta vez en Colcapirhua, Cochabamba. “Muera el dedazo”, arengaron las bases del MAS en protesta por la elección de Humberto Sánchez y Nelson Cox, como candidatos a gobernador y alcalde, respectivamente.
El jefe del MAS no pudo controlar el descontento de la militancia de su partido que lo increpó exigiendo ¡Renovación! y fustigando, a gritos, “muera el dedazo”.
Las tormentas no han calmado
Algunas señales advierten que ha pasado el tiempo en que Evo Morales tenía la última (o la única) palabra. En Santa Cruz, luego del sillazo, no han cesado los rechazos a la designación del candidato a la gobernación elegido por el jefe del MAS.
Mario Cronembold, candidato del bloque Oriente, para la gobernación cruceña por el MAS ha desafiado a Morales y ha anunciado que respetará las decisiones de las bases.
En una reunión con organizaciones que respaldan su candidatura a calificado como “una falta de respeto que se elija un candidato a la gobernación de Santa Cruz en Cochabamba” en un claro cuestionamiento a la decisión tomada por Morales en Lauka Ñ, Shinaota.
“A mí enseñaron en el proceso de cambio a respetar a la bases, lo estoy haciendo y siempre lo voy a hacer, no volvamos a cometer los mismos errores, el pueblo nos elige y el pueblo nos saca, yo estoy acá por las organizaciones sociales, no pedí estar aquí pero soy hombre respetuoso y no le tengo miedo a los retos”, aseguró el candidato que perdió la confianza de del jefe por expresar su respaldo a Luis Fernando Camacho, y rechazar que el excívico sea sometido juicio por un supuesto golpe de estado contra Evo Morales.
Por si fuera poco, la militancia del MAS en El Alto ya está en apronte. Con pancartas y estribillos advirtieron que harán respetar la candidatura de Eva Copa a la alcaldía y condenaron el “dedazo” con el que Evo Morles va imponiendo candidaturas para las próximas elecciones subnacionales del 7 de marzo de 2021.
“Evo escucha, no al dedazo” protestaron en plena Ceja alteña portando carteles reclamando “renovación” y recordando que “El Alto se respeta”, y advirtieron con activar el “voto castigo” en caso de que Morales no ratifique la candidatura de Copa.
Ponchos Rojos piden a Evo no meterse en las decisiones del actual gobierno. |
Evo manda cada vez menos
La gira para la designación de las candidaturas para las subnacionales del 2021, está poniendo en vilo al jefe del MAS, y a decir del periodista Rafael Archondo está dejando sentado que “Evo manda poco o cada vez menos”, pero también que “Se acabó el respeto de las bases”.
Pero las arengas y reclamos también parecen ser señal de que la exigencia de renovación, que ya se manifestó a poco de ganar la reciente elección nacional, va en serio. Las bases del MAS, están dejando en claro a Morales que no tiene el poder que ostentaba desde la silla de palacio.
“Las bases, que ahora ya no son de su propiedad, le dicen el pueblo decide al que se burló del pueblo cuando el pueblo le dijo no”, escribió el periodista Andrés Gómez, y además aseguró que “ese mismo que (sus propagandistas k'aras y extranjeros —por usar sus propios términos) hicieron creer que era la encarnación del mismo pueblo” , ahora “está quedando demostrado que sólo era/es la encarnación de la ambición de poder”.
En medio de arengas y sillazos, el jefazo está en un laberinto que, a decir de sus propios militantes, tiene origen en sus “dedazos”.