Por: Amalia Pando |
“El nuestro será un gobierno sin muertos. Al primer muerto, me voy” declaró Evo Morales el 22 de enero de 2006, a tiempo de posesionarse como presidente de Bolivia.
Pero tardó 14 años en irse a pesar de haber dejado a su paso 68 personas muertas y centenares de heridos, en circunstancias no esclarecidas y en clara violación a los Derechos Humanos.
Los 68, 3 extranjeros entre ellos, perdieron la vida en conflictos sociales, ejecuciones extrajudiciales y represión política.
Luego de huir provocó la muerte de otros 31 ciudadanos. En total son 99 por los que debe responder.
SANGRE MINERA
Cuando Evo Morales abandonó el país abrazando la bandera de México, cinco mineros se debatían entre la vida y la muerte en los hospitales de Challapata y Oruro, víctimas de francotiradores del MAS que a primera hora de ese domingo 10 de noviembre impidieron a bala la llegada a La Paz de una caravana de 60 buses repletos de cooperativistas potosinos y maestros y estudiantes de Sucre que se sumaban a la lucha contra el fraude.
SE FUE PARA INCENDIAR EL PAÍS
Además, por instrucción suya, los siguientes 10 días ardió La Paz, El Alto y Cochabamba. Y pudo ser peor si la cúpula militar no lo frenaba, según las últimas confesiones de los generales y almirantes que están siendo detenidos.
Las órdenes de Evo Morales están grabadas. Tras su huida, cuando él ya estaba seguro en el extranjero, siguió azuzando el fuego.
Otros 31 bolivianos, la mayoría jóvenes, perdieron la vida en linchamientos, asaltos, bloqueos, incendios, cercos y abierta provocación a una policía desbordada.
Los agresores y causantes de las pérdidas humanas y materiales fueron grupos del MAS, organizados, financiados y armados por Evo Morales y su entorno.
19 murieron en Sacaba y Senkata sin que se hubiera esclarecido de dónde salieron los tiros.
En Sacaba, los miles de cocaleros movilizados por el MAS, algunos armados, pretendían romper los dos cinturones de seguridad, policial y militar, que bloqueaban su paso hacia la ciudad de Cochabamba. El objetivo de la marcha no era realizar una protesta pacífica sino tomar esa capital y someterla a un cerco de hambre, tal como ordenó Evo Morales.
Y en Senkata, en medio de una multitud de jóvenes, estaban los masistas encargados de tomar e incendiar esa planta de hidrocarburos.
En ambos casos era previsible un enfrentamiento con la policía, circunstancia propicia para causar muertes que enciendan la chispa de un levantamiento generalizado y que sirvan para denunciar de “golpista” al gobierno transitorio de Jeanine Añez.
Entre los restantes 12 fallecidos hay dos policías, uno muerto a golpes, y los demás son jóvenes caídos en circunstancias inciertas.
LA MASACRE DEL OXÍGENO
Evo Morales, también es responsable de la “Masacre del Oxígeno” ocurrida en el pico de la primera ola de la pandemia, entre julio y agosto del año pasado, cuando instruyó bloqueos en todo el país que impidieron el paso de los tubos de oxigeno que necesitaban los desesperados pacientes de Covid-19, ocasionando la muerte de al menos un centenar, entre ellos, su propia hermana, Esther, fallecida en Oruro por falta de oxígeno.
CRONOLOGÍA DE UN RÉGIMEN REPRESOR
2006, HUANUNI, 12 muertos y 60 heridos.
Responsabilidad del gobierno por inacción en un enfrentamiento entre cooperativas y asalariados.
2007, COCHABAMBA. 3 muertos
Cocaleros del MAS fueron movilizados para pedir la renuncia del prefecto Manfred Reyes. Quemaron la prefectura y chocaron con los vecinos de Cochabamba. El saldo fue dos cocaleros muertos y el joven Christian Urresti.
2007, SUCRE. 3 muertos, 130 heridos
Tres jóvenes, Gonzalo Durán, José Luis Cardozo y Juan Carlos Serrudo, murieron en La Calancha durante la represión a una movilización de la oposición contra las resoluciones de la Asamblea Constituyente.
2008, CAIHUASI- ORURO, 2 muertes y 38 heridos
4 mil mineros de Huanuni que exigían con un bloqueo de caminos a la altura de Caihuasi, a 39 km de Oruro, una nueva Ley de Pensiones fueron dispersados por la policía, dejando dos muertos a bala y 38 heridos. Los fallecidos son: Hernán Montero Claros, 26 años, y Roberto Cáceres Fábrico, 24.
2008, PORVENIR – PANDO. 13 muertos, 53 heridos
Juan Ramón Quintana organizó una marcha campesina para enfrentar al prefecto Leopoldo Fernández que tenía el control de la capital, Cobija. Sus seguidores, cívicos y empleados de la prefectura, se movilizaron para enfrentar a los campesinos, dejando ese saldo trágico, usado para destituir y aprehender al prefecto opositor.
2009, SANTA CRUZ. 3 muertos.
En el Hotel Las Américas fueron ejecutados tres extranjeros acusados de terrorismo y otros dos lograron sobrevivir, pero fueron condenados a cinco años de cárcel.
Los acribillados son: Eduardo Rozsa Flores, Arpad Mayaros y Michael Martín Dwyer.
2010, CARANAVI, LA PAZ. 2 muertos y 21 heridos
Fidel Mario Hernani de 19 años, y David Calizaya, de 17, son los dos estudiantes muertos después de un bloqueo de caminos por una Planta de Cítricos. El desbloqueo dejó 21 heridos
2011, CHAPARINA, BENI, 70 heridos.
Violenta represión a la VIII Marcha indígena que dejó 70 heridos.
2012, YAPACANI, SANTA CRUZ, 3 muertos
La población pedía en la plaza del pueblo la renuncia del alcalde del MAS David Carvajal cuando la concentración fue intervenida por la policía. Abel Rocha, de 26 años falleció con 11 balas 9 mm. en el pecho. Maicol Sosa, de 23, también murió por impacto de bala y Eliseo Rojas, electrocutado.
2013, APOLO, LA PAZ. 4 muertos 30 heridos
Fue el resultado de la ocupación de la Fuerza de Tareas Conjuntas a una zona lejana y pacífica donde los cocaleros resistieron la erradicación forzada. Murieron un médico, dos policías y un militar.
2013, COCHABAMBA, 1 muerto en la guillotina judicial.
José María Bacovic, de 75 años, murió de un ataque cardiaco después de ser obligado a presentarse a una audiencia judicial en La Paz. Fue perseguido con 70 procesos radicados en tres capitales.
Marco Antonio Aramayo, exdirector del Fondo Indígena, sufre similar persecución con 259 juicios.
2014, SAYARI – ORURO 2 muertos 60 heridos
Johnny Huiza Condori, 29, y José Manuel Cochiaca, 22, murieron tras la intervención policial a los bloqueos en la carretera Oruro – Cochabamba. Los cooperativistas mineros protestaban contra la nueva Ley Minera.
2014 TAKOVO MORA-SANTA CRUZ 18 detenidos
La represión ordenada por el gobierno se produjo en Yateirenda, capitanía de Takovo Mora, cuando integrantes del pueblo guaraní bloqueaban el acceso a las instalaciones de YPFB que había entrado a su territorio sin consulta previa.
2015 COCHABAMBA. 12 heridos
Estudiantes de la UMSS fueron reprimidos cuando se movilizaban por la contratación de catedráticos sin examen, la mayoría del oficialismo.
2016, El ALTO, 6 muertos y 18 heridos.
Quemaron la Alcaldía de la ciudad de El Alto. Bajo la batuta del viceministro de gobierno, Marcelo Elio y del comandante de la policía, Edgar Téllez, una horda de gente del MAS prendió fuego a esas instalaciones. La alcaldesa opositora Soledad Chapetón salvó su vida gracias a que, advertida a tiempo del atentado, no entró al edificio, pero un centenar de personas quedaron atrapadas entre el humo y el fuego. Murieron: Rosemary Mamani, Gloria Calle, Ana Apaza, Juan Laura, Javier Mollericona y José Ortiz.
Marcelo Elio renunció y lo reemplazó Rodolfo Illanes.
2016 PANDURO – LA PAZ 6 muertos y 2 heridos
Durante un prolongado bloqueo de 6 mil cooperativistas mineros en la carretera La Paz-Oruro, a la altura de la localidad de Panduro, murieron a bala, primero 3 mineros: Fermín Mamani, Severino Ichota Poma y Freddy Ambrocio Rojas. Con el fin de presionar una negociación y aprovechando la presencia del viceministro de Gobierno, Rodolfo Illanes, los mineros lo secuestraron. El gobierno se negó a negociar y en vez de ello, en un avance de la Policía, mataron a bala al minero Rubén Aparaya, lo que provocó la ejecución a golpes de Illanes. Posteriormente murió un quinto minero, Pedro Mamani Massi, quien estaba hospitalizado en Oruro, también como consecuencia de heridas de bala.
2016, LA PAZ La más brutal represión. Decenas de heridos.
Si la represión a gente indefensa fue brutal en Chaparina, la violencia contra los discapacitados fue de terror. De milagro nadie murió, pero decenas resultaron heridos por los palazos y manguerazos, gases lacrimógenos y chorros de agua contra personas en sillas de ruedas, con muletas o en el piso. ¡Brutal!
Las Naciones Unidas obligó a Evo Morales a pagar el bono de 500 bolivianos que pedían y este transfirió la facturas a las alcaldías.
2018, LA ASUNTA - LA PAZ, 3 muertos y 17 heridos
El teniente Daynor Sandoval murió en el Hospital de Palos Blancos, muy lejos de donde fue herido, no se sabe si por un disparo o un machetazo. El gobierno ordenó trasladarlo en una ambulancia desde el puente San Antonio, en La Asunta, al centro médico más lejano posible. Cuando llegó a Palos Blancos, 8 horas después de ser herido, ya estaba muerto, se había desangrado.
Seis días mas tarde, en el mismo puente, el gobierno hizo ejecutar a los cocaleros Carlos Vega, de 54 años y Eliseo Choque, de 31. En el entierro la pequeña hija de Eliseo levantó un cartel que decía: “Evo, mataste a mi papá.”
Por la muerte del teniente Sandoval los dirigentes cocaleros, Franklin Gutiérrez y Sergio Pampa estuvieron presos todo un año.
2018, El ALTO. Un estudiante muerto
Jhonathan Quispe, de 20 años, murió por el impacto de una canica de vidrio, disparada por un policía en moto, del grupo antidisturbios, que disperso una manifestación de estudiantes de la UPEA que pedía mayor presupuesto.
2019, RESISTENCIA CONTRA EL FRAUDE: 4 muertos y 7 heridos graves
Tras el fraude electoral de octubre de 2019, el presidente Evo Morales y su entorno, organizaron a civiles que atacaron armados con palos, piedras y armas de fuego, a quienes protestaron durante 21 días contra el fraude, muchos en bloqueos de las “pititas”, así llamados por el uso de cuerdas o pitas que los vecinos usaron para el impedir el paso vehicular.
El primer golpe lo recibió en la cabeza Julio Llanos, 85 años, el 29 de octubre, cuando estaba Sentado en una banca del Prado, observando el paso de una marcha de ayllus organizada por el gobierno. El palazo en la cabeza lo dejó en estado de coma hasta que falleció el 28 de noviembre. Julio Llanos era un militante de la democracia que se enfrentó a las dictaduras militares.
Muerto a palos y piedras
Limbert Guzmán, de 20 años, murió destrozado a golpes en Quillacollo- Cochabamba cuando fue presa de la furia de un grupo de masistas que intentaba levantar las barricadas contra el fraude electoral.
Montero, muertos a bala
Dos cívicos que participaban en los bloqueos contra el fraude, Mario Salvatierra Herrera, 54 años, y Marcelo Terrazas Seleme, 48, recibieron disparos de bala que acabaron con sus vidas.
También fue herido un argentino, Facundo Morales Schoenfeld, que había pasado por las FARC de Colombia y que el gobierno de Luis Arce liberó y dejó regresar a su país.
Decenas de Heridos
En esos 21 días, hasta antes del motín policial, la Policía fue usada por el gobierno de Evo Morales para proteger a los civiles que atacaron con violencia a las “pititas” y jóvenes de la resistencia. Estos ataques a palo y piedra , y, el eventual uso de gases lacrimógenos por parte de la Policía, dejaron decenas sino cientos de heridos.
Los de mayor gravedad, a pocas horas de la renuncia de Evo Morales, fueron los cinco mineros heridos a bala quienes formaron parte de la caravana de buses que partieron de Potosí rumbo a La Paz.
NOVIEMBRE ROJO, 31 muertos
Estando a buen recaudo en México, Evo Morales lanzó una violenta contraofensiva de destrucción que dejó decenas de heridos y 31 muertos, según el informe de la Defensoría del Pueblo.
11 de noviembre, 5 muertos
En circunstancias no esclarecidas murieron:
Paulino Beltrán Condori, 23 años, en La Paz
Percy Romer Conde Noguera, 31 años, La Paz
Filemón Soria Díaz, 45 años, Cochabamba
Miguel Ledezma González, 24 años
Silverio Condori, 57 años
12 de noviembre, 5 muertos
Sargento Juan José Alcón, murió en El Alto, el 18 noviembre. Fue secuestrado el 12 de noviembre estando de uniforme y fue golpeado por una turba hasta dejarlo agónico.
Coronel Heyber Antelo, murió cuando un dinamitazo provocó que su moto chocara contra un minibús. Regresaba por la autopista de El Alto después de intentar aplacar los ataques de una enfurecida turba que incendio todos los puestos policiales salvo el de Ciudad Satélite que fue protegido por sus vecinos.
Juan Martín Pérez Taco, 18 años, muerto en La Paz.
Juan José Mamani Larico, 35 años, Cochabamba
Marcelino Jarata Estrada, 53 años Betanzos-Potosí
13 de noviembre, 2 muertos
Filemón Salinas Rivera, Yapacani- Santa Cruz
Robeth Ariel Calisaya Soto, 20 años, Montero- Santa Cruz
15 de noviembre, 9 muertos
Plácido Rojas Delgadillo, 18 años, Sacaba
Armando Carballo Escobar, 25 años, Sacaba
Marco Vargas Martínez, 25 años, Sacaba
Omar Calle Siles, 26 años, Sacaba
César Sipe Mérida, 18 años, Sacaba
Juan López Apaza, 34 años, Sacaba
Emilio Colque León, 21 años, Sacaba
Lucas Santos, 43 años, Sacaba
Roberto Sejas, 28 años, Sacaba
19 al 27 de noviembre, 10 muertos
Devi Posto Lusi, 34 años, Senkata - El Alto
Pedro Quirós Mamani, 37 años, Senkata – El Alto
Edwin Jamachi Paniagua, 31 años, Senkata- El Alto
Joel Colque Patty, 22 años, Senkata – El Alto
Juan José Tenorio Mamani, 22 años, Senkata-El Alto
Antonio Ronald Ticona, 24 años, Senkata- El Alto
Clemente Eloy Mamani Santander, 24 años Senkata
Rudy Cristian Vázquez Condori, 23 años, Senkata
Milton David Zenteno Gironda, 24 años, Senkata
Calixto Huanaco, 25 años, Senkata
SE PUDO EVITAR
Son 99 personas, la gran mayoría muy jóvenes, el menor de 15 años, que han perdido la vida de forma innecesaria, muchos simplemente fueron asesinados a sangre fría. No fueron muertes accidentales. Se pudo evitar.
Durante su gobierno, Evo Morales no negoció, aplastó y mató para sacar beneficio político y acabar con sus enemigos políticos y sindicales.
Usó los muertos para perseguir, así montó los casos Terrorismo, Porvenir, Senkata, Sacaba y últimamente el “golpe de Estado”. Es el mismo “modus operandi”. Mata y echa los muertos sobre las espaldas de la oposición. Sacrificó a Rodolfo Illanes en vez de negociar y usó a sus seguidores como carne de cañón en Senkata y Sacaba. Y los dejó solos. El huyó y se protegió mientras mandaba a sus “hermanos” al matadero. Es interesante que, tras su renuncia, el único punto que las damas de azul negociaron fue sacarlo ileso del país.
Ese es Evo Morales el responsable de la muerte de 99 personas.