Los líderes de Las Américas tienen la rara oportunidad de reunirse bajo un mismo techo en Los Ángeles del 6 al 10 de junio para buscar acuerdos en los problemas transversales del hemisferio, como la migración, el respeto a la democracia e incluso las consecuencias de la guerra rusa en Ucrania. Sin embargo, luego de que la Casa Blanca anunciara que no tenía intención de invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua, el presidente de México dijo que no iría y lo siguieron varias naciones.
Vía: France24 |
Al boicot de Andrés Manuel López Obrador se sumaron el presidente de Argentina, Alberto Fernández; la de Honduras, Xiomara Castro; el de Bolivia, Luis Arce y las naciones de CARICOM.
Con la amenaza de que pudiera cancelarse el evento, la Administración de Joe Biden empezó a hacer una serie de movimientos que no parecían casualidades, como la flexibilización de las sanciones económicas a Venezuela y a Cuba y el envío a Buenos Aires del exsenador Chris Dodd, quien se reunió con funcionarios locales logrando que el mandatario argentino diera marcha atrás y confirmara su participación en el evento.
En respuesta, en La Habana se convocó una cumbre improvisada de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América, ALBA, en la que se consideró "un retroceso para las relaciones hemisféricas" la decisión del anfitrión de "no invitar" a Miguel Díaz-canel, Nicolás Maduro y Daniel Ortega. Valga aclarar que en la antesala del evento no hay lista oficial de invitados.