Decenas de activistas internacionales, entre ellos la sueca Greta Thunberg, fueron detenidos por las fuerzas israelíes tras la interceptación de la flotilla que transportaba ayuda destinada a Gaza en aguas del Mediterráneo.
Vía: BBC |
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel afirmó que varios barcos de la Flotilla Global Sumud (GSF, por sus siglas en inglés) habían sido "detenidos de forma segura" y que los pasajeros estaban siendo trasladados a un puerto israelí para ser deportados.
El barco de la Armada israelí que los transporta, con unos 400 miembros de la flotilla a bordo, llegó a final de la mañana al puerto de Ashdod, donde los activistas serán desembarcados para ser deportados a sus países.
Los barcos interceptados se encontraban en aguas internacionales, a unas 70 millas náuticas de la costa de Gaza. Israel ha estado patrullando esta zona, pero no tiene jurisdicción allí.
La GSF informó en sus redes sociales que algunos de sus barcos fueron abordados por "personal militar" cuando navegaban hacia el territorio palestino en el Mediterráneo.
Según la organización, 39 barcos de la flotilla fueron interceptados, pero uno de ellos, el "Mikeno", seguía intentando alcanzar su destino previsto.
El ejército israelí negó, sin embargo, que ninguna de las embarcaciones haya logrado entrar en las aguas de Gaza, según "The Times of Israel".
Durante el asalto, la Armada ordenó a la flotilla que se alejara porque se dirigía a "una zona de combate activa".
El gobierno había anunciado que no permitiría que la flotilla llegara a su destino.
Calificaron la interceptación de "ilegal" y "no un acto de defensa", sino "un acto descarado de desesperación".
El grupo ha alegado que una embarcación de la flotilla fue "embestida deliberadamente en el mar" y afirmó que otras embarcaciones fueron alcanzadas por cañones de agua.
Tras su intercepción, las autoridades israelíes publicaron imágenes en las que se puede ver a Thunberg sentada en la cubierta de uno de los barcos mientras un militar israelí le entrega agua y una chaqueta.
El gobierno israelí, que consideró la llegada de la flotilla "una provocación", aseguró que "Greta y sus amigos están sanos y salvos", y que los activistas interceptados han sido enviados a puertos de Israel.
La GSF publicó en sus redes sociales que la actuación de las autoridades israelíes "revela claramente los extremos a los que llegará el ocupante para asegurar que Gaza sigue aislada y hambrienta".
"Atacarán una misión civil pacífica porque el éxito de la ayuda humanitaria supone el fracaso de su asedio", añadieron.
En un intento anterior, las fuerzas israelíes detuvieron a varios activistas y los llevaron a tierra.
La GSF ha declarado su misión de "romper el bloqueo" de Israel sobre Gaza producto de la guerra iniciada hace dos años y entregar ayuda humanitaria.
El gobierno ha ridiculizado a los activistas y otras iniciativas similares. En junio pasado tildó una embarcación en la que también viajaba Thunberg como un "yate para selfies".
La semana pasada, un ataque con drones dañó algunas embarcaciones de la flotilla.
Nadie resultó herido, pero la misión tuvo que detenerse varios días en aguas griegas para efectuar reparaciones, antes de zarpar de nuevo hacia Gaza.
A 130 km de Gaza
La GSF aseguró este miércoles que varios barcos, entre ellos el Alma, uno de los principales, así como el Surius y el Adara, fueron interceptados y abordados.
Antes de eso, acusó al ejército israelí de "dañar intencionadamente las comunicaciones de los barcos, en un intento de bloquear las señales de socorro y detener la transmisión en vivo de su abordaje ilegal".
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí señaló que se había informado a la flotilla de que, si continuaba su viaje, estaría "violando un bloqueo naval" en vigor que cubre las aguas cercanas a Gaza.
Varias cámaras web de los barcos seguían transmitiendo una señal en vivo por internet que mostraba a los activistas.
Al momento de la intercepción de Israel, aseguraron que estaban a 70 millas náuticas (130 km) de la costa de Gaza.
La GSF dijo que esperaba que sus barcos llegaran a la costa gazatí el jueves por la mañana.
Petro expulsa a los diplomáticos israelíes
Desde Francia, el canciller Jean-Noal Barrot también dijo que la flotilla de la GSF estaba siendo interceptada.
Afirmó en un comunicado que su gobierno había garantizado "que cualquier posible operación de abordaje se llevaría a cabo en las mejores condiciones de seguridad posibles".
Por su parte, el gobierno de Italia dijo que Israel le había asegurado que sus fuerzas armadas no utilizarían la violencia contra las personas a bordo.
"El abordaje estaba planeado, lo estamos discutiendo... con [el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon] Saar para que no haya acciones violentas por parte de las fuerzas armadas de Tel Aviv, y así me lo han asegurado", dijo el canciller italiano, Antonio Tajani.
Israel bloqueó otros dos intentos de activistas de entregar ayuda por barco a Gaza, en junio y julio.
Anteriormente, Italia y Grecia pidieron a Israel que garantizara la seguridad de los tripulantes y dijeron que estaban siguiendo de cerca los acontecimientos.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó la expulsión de los diplomáticos israelíes que quedaban en su país y puso fin el acuerdo de libre comercio con Israel que entró en vigor en 2020.
También exigió la liberación de los dos colombianos que viajaban a bordo de la flotilla.
El abordaje de los barcos provocó una oleada de reproches diplomáticos.
En un comunicado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió a Israel que "levante urgentemente el bloqueo sobre Gaza y permita la entrada de material vital por todos los medios posibles".
El diplomático también pidió facilitar planes de ayuda humanitaria imparciales "sin obstáculos".
El ministerio de Exteriores turco calificó el ataque israelí contra la flotilla como un "acto terrorista" que puso en peligro la vida de civiles inocentes.