Por: Amalia Pando |
Evo Morales dice que intentaron matarlo a las 6.20 de este domingo 27 de octubre en un operativo de policías o militares, no supo distinguir, operativo que evidentemente fracasó, y que -según el denunciante- dejó dos contundentes pruebas: 14 impactos de bala en una camioneta Toyota en la que logró escapar y llegar a Villa Tunari y la herida de bala en la cabeza de su chofer.
Horas más tarde, Juan Ramón Quintana, el asesor, vocero y exministro de Evo, pidió asilo político para su jefe quien nuevamente piensa fugarse del país: “Bolivia ya no es segura para él. Pueden intentar matar al compañero. Los compañeros del Trópico tienen que protegerlo, 500, 1000, 2000 deben rodearlo hasta que lleguen misiones de la comunidad internacional y puedan llevarlo a un lugar seguro ”, clamó Quintana.
Poco antes, el delfín de Evo Morales y presidente del Senado, ñoAndrónico Rodríguez, en una evidente acción coordinada, envió notas a la CIDH, la ONU y la UE pidiendo medidas cautelares para el Jefazo, es decir protección, y una investigación internacional imparcial sobre el supuesto atentado contra Evo Morales.
¿HUBO ATENTADO?
Comandante de la Novena División
Algo hubo que salió mal pero los hechos no pudieron ocurrir tal como los describe Evo Morales.
El comandante de la Novena División de Ejército que está cerca de Shinahota en el Chapare, dio una explicación a los enardecidos seguidores de Evo Morales que por orden de la Seis Federaciones se volcaron a ese cuartel a pedir explicaciones e intentar quemar las dos vagonetas que los autores de los disparos intentaron ocultar en ese recinto militar.
El coronel aclaró que esos vehículos no son militares, “nosotros no tenemos esas camionetas último modelo, ¿ de quién entonces?, se preguntó y él mismo respondió : “De los pacos!”.
Y a continuación soltó una frase esclarecedora:
“ Pero escúchenme a ver, dijo el Coronel, los han correteado a los “pacos” y ellos se han entrado al cuartel (han dejado sus dos vagonetas) y se han ido en los helicópteros”.
¿QUÉ PASÓ ENTONCES?
También es llamativo el silencio de Eduardo del Castillo, el ministro de Gobierno, responsable de la Policía. No abrió la boca durante todo el día. Un silencio tan estrepitoso que el Presidente Arce Catacora intentó llenar con una orden para una investigación “inmediata y minuciosa”.
HECHO NÚMERO UNO
Los policías un grupo de élite, necesariamente bajo el mando del Ministerio de Gobierno, cumplieron un operativo contra Evo Morales, posiblemente para secuestrarlo o detenerlo , tal como hicieron con Camacho, el gobernador de Santa Cruz. Tenían helicópteros listos para su evacuación.
Lo esperaron en una ruta despejada, sin bloqueos, por donde Evo Morales transita para dirigirse a su programa de radio en Villa Tunari.
HECHO NÚMERO DOS
El operativo fracasó. La gente de seguridad que acompañaba y protegía a Evo Morales correteó a los policías que lograron escapar y se refugiaron en la Novena División. Alli intentaron ocultar sus dos vehículos y muy pronto, los sacaron del lugar en los helicópteros que formaban parte del operativo, se fueron sin Evo Morales y con la cola bajo el rabo. Un total fracaso, un papelón, que explica el silencio de Eduardo del Castillo.
HECHO NÚMERO TRES
Evo Morales miente. La versión que dio Morales ocultó la parte más importante de esta historia. ¿ Cómo es que pudieron corretear a los policías sin disparar ellos también ? ¿Dónde quedó la gente de seguridad de Evo? ¿Cuántos eran, que armas portaban? El hecho es que desaparecieron posiblemente para ocultar y salvar las armas que portaban.
La versión de Evo lo convierte en héroe, sobreviviente de un atentado y sobre todo en víctima. Dice que apareció un grupo de élite (de la policía o del ejército) que intentó matarlo, disparó a las llantas de su vagoneta que quedó inmovilizada y por eso cambiaron de vehículo, se fueron a la camioneta Toyota que los acompañaba con gente de su seguridad , y en esa camioneta llegó a Villa Tumari, con el chófer herido, dijo que era una herida de bala y después de recibir 14 disparos.
HECHO NÚMERO CUATRO
Evo sustenta su versión en un video editado a su antojo. El diputado Rolando Cuellar, de la fracción “arcista”, hizo notar que la herida del chofer no es de bala, ( de haber recibido una bala en la nuca, el hombre estaría muerto) sino más bien resultado de un culatazo, posiblemente infringido por la misma gente de Evo para armar un escenario de victimización.
Y, otro hecho llamativo del video, es que el chofer herido aparece con una ropa al principio del video y con otra en la segunda parte, es decir, se habría cambiado de ropa en medio de la balacera y bajando y subiendo a otro vehículo. Esto es , simplemente imposible. El video está montado para mostrar a Evo como víctima de un atentado, y algo así necesita de un herido, alguien ensangrentado.
Tambien llama la atención la tranquilidad de Evo Morales, que lo sabemos asustadizo . Acababa de recibir 14 balazos y él seguía sentado junto a la ventana del copiloto, hablando de lo más tranquilo, “ nos han disparado”, decía.
HECHO NÚMERO CINCO
La camioneta negra Toyota de Evo Morales, tiene 14 perforaciones de bala. Si todas ellas provienen de la Policía, ¿cómo es que no hay ningún herido a bala del bando de Evo?
Lo más probable es que esa camioneta recibió impactos de bala cuando Evo no estaba en ella, cuando el grupo de seguridad de Evo disparaba contra las vagonetas de la policia hasta hacerlos “correr”.
Cuando los policías huyeron, Evo y su comitiva cambiaron de carro para que Evo vaya en el vehículo baleado, también golpearon al chófer para que sangre de una herida en la cabeza, pobrecito, e iniciaron la grabación del video siguiendo un guión o versión de los hechos que seguramente fue ajustado por asesores como Quintana.
¿PODRÁ HUIR?
En el instante en que Quintana pidió socorro a los organismos internacionales para “salvar la vida” de Evo Morales, se produjo la rendición de Morales tras dos semanas de violentos bloqueos donde se usaron armas de fuego y piedras, donde se dinamitaron caminos, policías y periodistas y sobre todo, la economía del país.
UN ATENTADO MUY ÚTIL
El supuesto “atentado” le ha servido para reactivar los bloqueos, ocupar el aeropuerto de Chimoré cosa de impedir la llegada de nuevos contingentes militares y de la Policía, y para convertirse en víctima.
Pretende que se olviden las acusaciones que pesan sobre él, especialmente las de violencia sexual contra niñas y adolecentes, minuciosamente detalladas en un artículo justamente “casualmente “ publicado este domingo en el periódico El Debate por el periodista español Alejandro Estrambasaguas.
UNA SALIDA PARA AMBOS
Evo Morales no puede mantener los bloqueos indefinidamente. Tampoco postergar por siempre su comparecencia ante la justicia cuya larga mano tarda pero llega.
La posibilidad de que Evo se salga con la suya, inocente y habilitado electoralmente, es nula. Quintana lo sabe y por eso está aprovechando el supuesto atentado como pretexto para que Evo encuentre refugio en el exterior, en México, otra vez.
EL SALVOCONDUCTO
El gobierno de Arce Catacora, a pesar de haber expuesto su inutilidad para afrontar la crisis de la gasolina, para detener a Evo Morales o para proceder a desbloquear las carreteras, podría quedarse con la sigla del MAS y buscar su reelección, tiene a mano una fácil opción que lo libere de Evo Morales. Otorgándole un salvoconducto. Pero, sería la media más antipopular de su gobierno, pues hay un solo punto que une a los bolivianos: ¡Evo a Chonchocoro, por las niñas y adolecentes que abusó!