Por: Hugo De la Rocha Cardozo |
Pasaron poco más de 50 años, desde mediados de los años 1970, cuando Bolivia inicia los primeros estudios y perforaciones con la cooperación francesa, a través de la agencia IRD y la UMSA. Luego el año 1990 se firma un primer contrato, producto de una invitación directa, durante el gobierno de Paz Zamora rechazado por COMCIPO, el año 1991 se firma un nuevo contrato con LITHCO, producto de una licitación pública internacional conducida por la agencia pública de contrataciones Crown Agents, total transparencia, el cual es enmendado por el Parlamento, incrementando el IVA de 10% a 13%, incremento rechazado por LITHCO, en el gobierno de Sánchez de Lozada se extendieron negociaciones hasta el año 1993, que resultaron infructuosas, por lo que LITHCO desiste de firmar el contrato y se va a la Argentina donde ahora opera, con planes de mayores expansiones este año. Este fué un gran error cometido por el estado boliviano, ya existiendo una conformidad por parte de las organizaciones potosinas, ahora nos encontramos con que el proyecto 30 años después del ultimo contrato fallido, con un proyecto naufragando.
Mientras que Chile y la Argentina avanzaron a grandes pasos. Chile exportó el año 2022 $us, 7.763 millones de Carbonato de Litio y $us. 307,7 millones de Hidróxido de Litio, lo que hace un total por estos 2 productos de $us. 8.007,07 millones, representando la mayor exportación minera de ese país después del cobre, y exportando además desde 1984 Cloruro de Litio, Bolivia, en cambio hasta la primera mitad año 2022 exportó tan solo $us. 23,5 millones (producción de escala artesanal). Respecto a la Argentina, LITHCO al fracasar la efectivización de su segundo contrato en el país, decidió concentrarse en su contrato suscrito en la Argentina, país en el que sigue trabajando en la actualidad en el proyecto Cauchari-Olaro, en el que la nación argentina tiene una participación del 44,80%, esperando que la producción de Carbonato de Litio de dicho proyecto este año se incremente en un 50%, además, con el plan de expandirse este año a otras dos nuevas operaciones. Por otro lado, se tiene conocimiento que la empresa coreana POSCO logro obtener una concesión en un salar argentino con un plan de inversión de $us. 4.000 millones.
Haciendo una pequeña reseña del camino recorrido por Bolivia en este negocio hasta el presente a partir del año 1993:
El año 2008 en el gobierno de Evo Morales se adopta la Estrategia Nacional de Industrialización de los Recursos Evaporíticos, bajo el denominado Modelo Soberano, a ser conducido exclusivamente por el estado. A partir del año 2014, a través de: la Gerencia, posterior, Dirección Nacional de Recursos Evaporíticos (G-DNRE), sin tener ninguna experiencia en la minería de extracción evaporítica, y menos conocimiento de la complejidad tecnológica implícita en toda la cadena de producción del Litio de la fase industrial, se inicia el siguiente plan de inversiones: Planta Semindustrial de Cloruro de Potasio; Planta Piloto de Carbonato de Litio, Planta Piloto de ensamblado de Baterías de Litio; Ingeniería a Diseño Final de Planta Industrial de Carbonato de Litio; Planta Piloto de Materiales Catódicos; y Ensamblado de Baterías. Plan de Inversiones que resulta injustificado y precipitado ya que abarca toda la cadena de producción hasta llegar al producto final, sin tener certeza en qué condiciones se terminará(n) de acordar futuro(s) acuerdo(s) que deberia(n) finalizar en la fase industrial sin tener ni siquiera asegurada la producción de Carbonato de Litio, paso inicial, a escala industrial. En suma inversiones que demandaron inversiones de alrededor de $us. 1.000 millones, probablemente no terminarán teniendo ninguna o muy poca utilidad.
Posteriormentel año 2010, se tuvo conocimiento que el gobierno negoció con la empresa coreana POSCO con conocimiento y experiencia muy avanzados en la explotación de litio mediante Extracción Directa del Litio (EDL), negociación que fracasa porque el gobierno basado en el principio de manejo exclusivo de la explotación del Litio exige un contrato en el que el pais tenga propiedad mayoritaria de la empresa con acceso a la tecnología a desarrollar por Posco, exigencia que hace fracasar la negociación.
El año 2017, a través de la ley 928, se crea la empresa pública estratégica, Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB) ley que reafirma el monopolio estatal en toda la cadena de explotación y exportación del Litio hasta la etapa preindustrial, pudiendo entrar en acuerdos de asociación con empresas extranjeras con una participación mayoritaria, no menor al 51%, a partir de la fase industrial: fabricación de cátodos y baterías.
El año 2018 YLB firma un contrato con la empresa alemana ACI Systems GmbH a través del cual se crea una empresa mixta. ACI Systems GmbH, fue elegida como socia para la industrialización del litio en el Salar de Uyuni. Antecedentes de dicha contratación no se pudo encontrar ninguna información, si su elección surgió de una licitación internacional o invitación directa, ni cómo fué seleccionada, lamentablemente no se pudo obtener información alguna. Contrato extraño y contradictorio; en primer lugar, porque contradice la política establecida de manejo exclusivo de la fase preindustrial, al incluirse la producción de hidróxido de litio; en segundo lugar, porque se basa en la obligatoriedad de entrega de la producción de Carbonato de Litio por parte de YLB pese a no tener certeza de proveer tal mineral a escala industrial en plazos específicos. Contrato que además mereció muchas otras observaciones, una de ellas falta de transparencia en toda su tramitación, denunciada por COMCIPO.
El año 2021, como clara constatación de los problemas enfrentados e incapacidad de producir carbonato de litio en condiciones competitivas y a escala industrial bajo control exclusivo del estado con tecnología propia, YLB retrocediendo el camino recorrido en el desarrollo de la extracción tradicional mediante piscinas de evaporación, se lanza la convocatoria internacional de consultoría para la instalación de plantas piloto para la Extracción Directa del Litio (EDL), proceso referido exclusivamente a la separación del Litio de los otros componentes presentes en las salmueras, etapa previa a la producción del Carbonato de Litio, etapa no incluida en dicha convocatoria. EDL es una tecnología aún no probada internacionalmente a escala industrial, menos cuenta YLB con el “know how” requerido para evaluar dichas plantas. Convocatoria sobre la cual no se pudo obtener mayor información respecto a como fué llevado a cabo el proceso de la preselección de las propuestas y elección final de los 3 proponentes con los cuales se firmaron convenios de construcción de las respectivas plantas piloto, ni del alcance de dichos convenios (improbable que las empresas que construyan estas plantas piloto estén dispuestas a ceder las tecnologías desarrolladas sin ningún condicionamiento posterior), tampoco de los resultados obtenidos y su evaluación pese a los dos años y medio transcurridos.desde la firma de los respectivos convenios. Nuevamente se incurre en falta de transparencia.
Asimismo, el manejo discrecional y poco transparente de este proyecto por parte del estado, ha dejado lamentablemente una nube de dudas y peor aún generado sospechas de corrupción, especialmente por el antecedente en los últimos 17 años, del manejo discrecional de los negocios por parte de empresas y/o entidades públicas.
En resumen, a partir del año 2008, establecer como principio, un llamado Modelo Soberano, luego consolidado el 2009 a través de la nueva Constitución Política, artículo 351, en el diseño de la estrategia para la implementación de un proyecto tan complejo mediante una participación mayoritaria del estado en la ejecución del proyecto, principio que no fué mas que una consigna política de soberanía, la aspiración de generar una tecnología propia en la fase minera, sin tener la necesaria experiencia y “know how” en la explotación de recursos evaporíticos, ni tener disponibles los necesarios recursos financieros.
Lo correcto y responsable para con el país era y es asumir la decisión de ejecutar este proyecto bajo una óptica técnica, realista y profesional y no política, partiendo de un Plan de Negocio diseñado con asesoramiento externo de amplia experiencia y conocimiento de esta actividad. Plan, que como cualquier otro, debiera contener entre otros aspectos: una evaluación técnica previa de las características de las salmueras disponibles; cuantificación de las mismas; disponibilidad de agua; energía y; otros insumos; conocimiento de las características y condicionamientos del mercado internacional; de los principales actores internacionales en el mercado, operadores e inversores, poseedores de las tecnológicas requeridas o con amplio conocimiento de las mismas; estimación de los requerimientos financieros; esquema institucional (composición accionaria, y control de la gestión) mas apropiado para ejecutar este proyecto y; otros. Componentes mínimos de un Plan de Negocio rigurosamente estudiado, del cual debería surgir, recién, una estrategia de ejecución de este proyecto.
Consecuentemente, si no se rectifica el camino recorrido hasta el presente, y se hace una pausa para replantear la estrategia de implementación del proyecto del Litio de monopolio estatal en el manejo de este proyecto el país seguirá viendo postergada la cristalización de tan necesario proyecto. Debemos aprender de las experiencias de nuestros vecinos Argentina y Chile, cuyos gobiernos conscientes de su desconocimiento de la tecnología y experiencia para desarrollar autónomamente este proyecto dieron las necesarias facilidades a la inversión extranjera que conozca el tema. De acuerdo a la prestigiosa publicación The Economist, estamos en un momento en el que se prevé en las próximas décadas un boom para las economías latinoamericanas con capacidad de proveer los minerales, especialmente Litio, en el que Bolivia tiene un gran potencial.
La conducción de este negocio y cualquier otro, no puede basarse en normas basadas en discutibles principios ideológicos. Lo único que le interesa al país es lograr resultados en los menores plazos posibles, maximización de beneficios para la nación, a través de procesos de decisión transparentes y profesionales, liberándose de la camisa de fuerza de un estatismo dogmático, junto a una hostilidad selectiva a la inversión extranjera. En otras palabras, lo que el país requiere es pragmatismo y no dogmas sin contenido para su desarrollo.
| Hugo De la Rocha Cardozo es economista y empresario.