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Un reciente libro titulado “Solo ruido, nada de nueces”, elaborado por el economista Julio Linares, concluye que las 17 empresas estatales creadas durante el gobierno de Evo Morales entre 2007 y 2022, han registrado pérdidas acumuladas de más de 4.000 millones de bolivianos.
Vía: Brújula Digital |
El libro señala que la mayoría de las empresas evaluadas se encuentra en una coyuntura financiera precaria, no son sostenibles en el largo plazo y están en situación de quiebra técnica. La investigación revela que estas empresas estatales, bajo la administración del gobierno central, han experimentado dificultades financieras notables en el lapso mencionado.
El análisis, respaldado por la Fundación Vicente Pazos Kanki, se basa en datos oficiales, aunque la obtención de los mismos ha sido limitada debido a la política gubernamental de escasa transparencia en torno a los indicadores económicos.
El libro será presentado en la Feria Internacional del Libro de La Paz el domingo 13 de agosto a las 18:00 horas en el salón “Urtika” del pabellón Amarillo. Presentará el libro el destacado economista y expresidente del BCB, Juan Antonio Morales.
Linares subraya que más del 80% del presupuesto de las empresas evaluadas se destina a actividades extractivas, entre las que destaca YPFB, lo que desmiente el discurso oficial de que promueve la industrialización del país.
El estudio señala que el resto de las empresas operan con presupuestos más reducidos en comparación con YPFB, pero presentan gastos significativamente mayores en concepto de sueldos y salarios. En el periodo de 2011 a 2022, estas erogaciones alcanzaron casi 17.000 millones de bolivianos, mientras que los salarios de YPFB en el mismo lapso sumaron 5.800 millones de bolivianos. Linares etiqueta a estas empresas como “agencias de empleo” gubernamentales.
Aunque los ingresos operativos de las empresas estatales (excluyendo a YPFB) crecieron de 8.398 millones de bolivianos a 11.441 millones entre 2011 y 2022, este progreso se vio eclipsado por un aumento aún mayor en los gastos operativos, que crecieron de 6.669 millones de bolivianos a 10.001 millones.
El informe resalta que los ingresos de las empresas públicas, excluyendo a YPFB, superaron ligeramente sus gastos durante el periodo de 2011 a 2022. Sin embargo, la diferencia es tan estrecha que no permitió la recuperación de las inversiones realizadas por el Estado en estas empresas. A lo largo de 11 años, estas compañías estatales utilizaron 3.111 millones de bolivianos para amortizar deudas, que ascendieron a 35.491 millones.
El texto también destaca el poder de estas empresas para postergar indefinidamente el pago de sus deudas, lo que afecta la estabilidad económica al disminuir las reservas internacionales que se utilizaron para financiarlas.
Fueron analizadas las siguientes entidades: Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos, Empresa Estatal de Transporte por Cable "Mi Teleférico", Empresa Pública "Quipus", Empresa Boliviana de Alimentos y Derivados, Agencia Boliviana Espacial, Empresa Azucarera San Buenaventura, Empresa Estatal "Boliviana de Turismo", Empresa Pública Yacana, Empresa Estratégica Boliviana de Construcción y Conservación de Infraestructura Civil, Empresa Pública Nacional Estratégica Cartones de Bolivia, Empresa Siderúrgica del Mutún, Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos, Empresa Pública Transporte Aéreo Militar, Empresa Pública Nacional Estratégica de Yacimientos de Litio Bolivianos, Empresa Servicios Aéreos Bolivianos, Empresa Editorial del Estado, BOA.
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