Federico Gaudino
presentó un informe sobre el estudio de 4.692 actas.
Para negar el fraude electoral de 2019, dirigentes del masismo y
autoridades de Gobierno sostienen que nunca se presentó una sola acta que
demuestre la adulteración de resultados de las elecciones presidenciales de ese
año. Pues bien, un perito en caligrafía verificó, a solicitud de la OEA, sss
actas manipuladas de las 38.klj elaboradas en ese proceso electoral.
Federico
Gaudino, perito calígrafo argentino, presentó en sesión extradoridinaria del
Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), los
resultados de un estudio pericial caligráfico que tuvo como objetivo
identificar posibles manipulaciones de las actas en las elecciones generales
del 20 de octubre de 2019.
“Se procedió a
filtrar las 34.555 actas de escrutinio computadas”, informó Gaudino en la
sesión especial y luego afirmó que de ese total se estudiaron pericialmente
4.692 actas y se hallaron “diversas adulteraciones, falsificaciones y
manipulaciones en el llenado de dicho documento (las actas)”.
Gaudino es
calígrafo público graduado de la Universidad Nacional de Rosario en Argentina y
abogado por la Universidad Nacional de Córdoba. Fue calígrafo perito en el
Tribunal de Justicia de la provincia de Córdoba durante ocho años y fue perito
de la Fiscalía de Córdoba. Es docente en la Universidad Católica de Córdoba en
la facultad de abogacía.
Fue perito de
control y asesor técnico en España, Perú, Bolivia, Chile, México, Paraguay y
Ecuador, entre otros países.
“Se advirtieron
226 actas en las que dos o más actas de un mismo centro de votación fueron
llenadas por una misma persona, denotando una irregularidad de interés
pericial”, señaló el experto a los representantes de varios países que
conforman el Consejo Permanente de la OEA.
A modo de
ejemplo, Gaudino explicó que en la unidad educativa Sucre, en el departamento
de Cochabamba, fueron asignadas ocho mesas de votación, cuyas actas, según las
normas electorales del país, deben ser llenadas por los jurados de cada de las
mesas, pero ocurrió lo siguiente.
“Del estudio
pericial se concluyó que siete de esas actas fueron confeccionadas por un mismo
puño escritor, es decir por una misma persona”, afirmó Gaudino y explicó que
las siete tienen las mismas características como el 100% de votos para el
candidato presidencial del MAS, no registraron votos blancos, nulos o para
otros candidatos y no se consignan las firmas de los delegados de los otros
frentes.
Otro ejemplo
citado por Gaudino fue lo sucedido en las dos mesas de la localidad
chuquisaqueña de Tentayapi, en las que se advierten “parámetros similares a los
analizados” en mesas de los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, Potosí y
Chuquisaca, es decir 100% de votos válidos para el MAS, sin votos blancos,
nulos y sin firmas de los delegados de los otros partidos.
Las 226 actas
verificadas como manipuladas por parte del estudio pericial representan 38.001
votos válidos, “de los cuales el partido político MAS obtuvo el 91% de los
votos”.
Gaudino afirmó
que de ampliarse la muestra del estudio pericial, “se estima que se detectarían
un mayor número de actas con dichas alteraciones”.
El especialista
dijo que las inconsistencias detectadas en la versión digital de las actas en
los cuatro departamentos mencionados hicieron dificultosa la contrastación con
las actas en papel porque se incendiaron los tribunales electorales de Potosí,
Chuquisaca y Santa Cruz, pero se pudo rescatar el material original en el caso
de Cochabamba, en el que se advirtió la siguiente irregularidad.
“En el estudio parcial
de campo se advirtió casos en que las firmas de los jurados en el acta original
no se corresponden con las firmas que se presentan en las copias químicas”,
explicó Gaudino, por lo que, dijo, se puede concluir que las firmas en las
actas originales no fueron “ejecutadas sin copias químicas debajo o bien en
otras copias, algo totalmente inadmisible en unas elecciones”.
Siempre sobre la
base de la verificación del material impreso correspondiente a Cochabamba, el
perito calígrafo argentino sostuvo que se constató que “las seis firmas de los
jurados en las hojas de trabajo habían sido falsificadas”.
Ese patrón de falsificación fue detectado en 87 centros de votación de al menos 47 municipios y corresponden al 13,5% de las mesas de votación en las elecciones de 2019.