PONCHOS ROJOS QUE SE REUNIERON CON ARCE RECIBEN PROYECTOS Y LA ORGANIZACIÓN SE DIVIDE

Los cuatro municipios de la provincia Omasuyos que se reunieron con el presidente Luis Arce y que, según denuncias, se hicieron pasar como dirigentes de los Ponchos Rojos de Achacachi recibieron proyectos “de buen monto económico”, afirmó el dirigente que fue expulsado en 2021, Ovidio Mamani.

Vía: Página Siete | 

“Alcaldes de los seis municipios que tenemos, cuatro estaban presentes en la Casa Grande del Pueblo respaldando a nuestro Presidente (...). Además, nuestros hermanos se han ido felices a sus casas, porque nuestro hermano Presidente nos ha dado (aprobado) un proyecto a cada municipio, se trata de buen monto de económico y mi persona es la que ha coordinado las llamadas con el Ejecutivo”, dijo Mamani, según reporte de ANF.

Mamani se declaró “segundo padre” de los Ponchos Rojos e indicó que continuará con el trabajo con el Gobierno. Anunció que Arce y vicepresidente David Choquehuanca se comprometieron a visitarlos en la provincia Omasuyos.

“Nuestro Presidente y Vicepresidente se han comprometido a llegar nuevamente los últimos días de septiembre y nosotros garantizamos la llegada a nuestro hermano Presidente”, señaló.

Los dirigentes de los Ponchos Rojos de Achacachi difundieron la resolución 001/2021 del 5 de septiembre de 2021, que establece la expulsión de las filas sindicales campesinas de Teodoro Blanco Mamani y Ovidio Mamani Mamani, este último fue quien supuestamente se hizo pasar por ejecutivo en la reunión con los mandatarios la noche del lunes 22 de agosto.

El documento también señala en su quinto punto que los dos exidirigentes expulsados no pueden asumir ningún cargo público ni sindical dentro de la provincia y mucho menos a nombre de la región.

Achacachi, primera sección y capital de la provincia Omasuyos, está dividida en 13 cantones y se encuentra en el nordeste del departamento de La Paz.

Con la entrega de proyectos que hizo el Gobierno de Arce a los que aparentemente se hicieron pasar como dirigentes de los Ponchos Rojos, el sector comienza a mostrar divisiones, como sucedió con otras organizaciones sociales en las que el Gobierno creó los paralelismos.