En 2005, Evo Morales proclamó en un acto público a José Antonio Quiroga como su candidato a vicepresidente para las elecciones que se aproximaban y que luego ganó, esa vez, limpiamente. Quiroga no había sido consultado y en ese mismo acto avergonzó a Evo Morales pues rechazó su postulación. Fue reemplazado por Álvaro García Linera.
15 años después, Evo Morales quiere procesar y encarcelar a José Antonio Quiroga que fue Coordinador de la campaña de Comunidad Ciudadana.
Fue citado por la Fiscalía y en su declaración rebatió dos mentiras en uno, la acusación de conspiración y terrorismo que supuestamente cometió durante una reunión con Jeanine Añez para llevar adelante un golpe de Estado en noviembre de 2019.
Nunca se reunió con Janine y nunca hubo golpe de Estado.
Quiroga es testigo presencial de una parte de las circunstancias en las que renunció Evo Morales. Ese 10 de noviembre, a eso de las 15 horas fue visitado en las oficinas de Plural Editores, en la Avenida Ecuador, por el entonces ministro de Comunicación Manuel Canelas, quien horas después se fue a España, y la senadora Adriana Salvatierra, quien poco más tarde renunció a la presidencia del Senado. Quiroga se enteró entonces de la decisión ya tomada al medio día por Evo Morales. Iba a renunciar. En esa decisión los militares no tuvieron nada que ver puesto que todavía no se habían pronunciado.
Por las declaraciones del general Jorge Terceros y otros, ahora se sabe que Evo Morales estaba en permanente contacto con el comandante Williams Kaliman y cuando la renuncia de Evo Morales era irreversible y el régimen se desplomaba, Kaliman llamó al Alto Mando Militar y decidió acomodarse a la nueva situación sugiriendo públicamente que Evo Morales diera un paso al costado, sugerencia que sobraba porque las maletas ya estaban hechas.
A continuación, el texto completo de la declaración de José Antonio Quiroga.
De mi consideración:
1.- Atendiendo la citación de fecha 29 de julio de 2021, me presento a la Fiscalía para prestar mi declaración en un juicio que carece de sustento legal y que está siendo manipulado por sus principales patrocinadores, por las razones y pruebas que expongo.
2.- De acuerdo a la Fiscalía, este juicio es por actos de terrorismo, sedición y conspiración que habrían desembocado en un golpe de Estado. Lo primero que conviene recordar aquí es que el expresidente Morales y el exvicepresidente García Linera renunciaron públicamente a sus cargos y pidieron voluntariamente asilo en México. No fueron apresados ni expulsados de Bolivia. El objetivo de esas renuncias, según las cartas aceptadas por la ALP, fue la pacificación del país en un momento de gran convulsión social provocada por lo que la auditoría de la OEA –solicitada por el gobierno del MAS con carácter vinculante– calificó con abundantes pruebas como “manipulación dolosa de los resultados de las elecciones de octubre de 2019”. A este respecto, la experiencia histórica nos muestra que así como no hubo golpe de Estado cuando Gonzalo Sánchez de Lozada renunció y huyó del país en 2003, tampoco hubo golpe de Estado cuando Evo Morales decidió renunciar y huir apresuradamente a México.
3. Como consecuencia de la renuncia y el abandono del país del expresidente Morales y el exvicepresidente García, y la renuncia concertada de las autoridades del MAS en la ALP, se produjo la sucesión constitucional en la persona de la Sra. Jeanine Añez. El actual Ministro de Justicia publicó el 9 de enero de 2020 un artículo titulado “Crisis del 22 de enero de 2020”. En ese momento, en el que los parlamentarios debatían si debían prorrogar o no el mandato del gobierno transitorio de Añez y el de la propia ALP, el reconocido constitucionalista Iván Lima afirmaba que “la Constitución dice que si la sucesión llega al Presidente de la Cámara de Diputados ‘en este último caso’ corresponde convocar a las nuevas elecciones. Al haber asumido la Segunda Vicepresidenta del Senado, en funciones de Presidenta del Senado, el plazo desde la posesión de mando producida el 12 de noviembre” […]. Para el jurista Lima no había duda en ese momento de que hubo una sucesión constitucional y que esta recayó “en la investidura de la Presidenta del Senado en suplencia […] por mandato del artículo 169 de la Constitución” (cursivas mías). Traducido al lenguaje llano, Jeanine Añez tomó posesión del mando del Estado al suplir, de acuerdo al Reglamento del Senado, a la presidente Salvatierra y al primer vicepresidente Medinaceli, que renunciaron obedeciendo las instrucciones de Evo Morales. Adjunto el artículo citado en calidad de prueba.
4.- Quiero recordar a ustedes que están vigentes dos leyes: la 1266 “Ley de régimen excepcional y transitorio para la realización de elecciones generales” de 24 de noviembre de
2019 y la 1270 “Ley excepcional de prórroga del mandato constitucional de autoridades electas” de 20 de enero de 2020 que reconocen como constitucionales los mandatos del gobierno transitorio de Jeanine Áñez y de la anterior Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), controlada mayoritariamente por el MAS. Ambas leyes son plenamente constitucionales mientras no exista una sentencia en contrario del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
5.- A estas consideraciones políticas y constitucionales añadiré un comentario sobre la manera en la que se está manipulando este caso, con el propósito de incriminar a los líderes de la oposición democrática. El Secretario general de la Fiscalía, Edwin Quispe, declaró a los medios el 14 de junio pasado, que de acuerdo al testimonio ofrecido por la expresidente Jeanine Añez, “ella habría tenido reuniones con Carlos Mesa, José Antonio Quiroga, Ricardo Paz” y que por ese motivo nos citarían a declarar. Pero ella jamás declaró eso: no conozco a la Sra. Añez y nunca hubo esa reunión inventada por el Secretario de la Fiscalía. Así es como se pretende “construir un caso” manipulando las declaraciones de los testigos e imputados. Adjunto fotocopia de la nota publicada en el diario gubernamental Ahora el pueblo.
6.- Estas consideraciones son suficientes para afirmar que este es un proceso que no tiene ninguna base de legalidad, se fundamenta en hechos falsos o en medias verdades y en la manipulación de pruebas y testimonios.
Concluyo con esta reflexión: nada de lo que sucedió en noviembre de 2019 –ni el fraude, ni la movilización ciudadana, ni el cambio de gobierno– habría sucedido si Evo Morales y García Linera hubiesen respetado los resultados del referéndum del 21F. Ese es el vicio más antiguo en el caso que nos ocupa. Ahora que la CIDH dará a conocer su Opinión Consultiva sobre el supuesto “derecho humano” a la reelección indefinida que utilizó el MAS para la habilitación inconstitucional de Morales y García para un cuarto periodo consecutivo de gobierno, se reestablecerá la verdad histórica y jurídica sobre una de las vulneraciones más graves al ordenamiento constitucional del país cometida por los que ahora aparecen como “víctimas de un golpe de Estado”.
En lo que a mí concierne, continuaré defendiendo la democracia y los derechos humanos como hice a lo largo de toda mi trayectoria política y profesional. La opinión pública sabe el costo personal y familiar que tuvimos que pagar por la defensa de esos principios y valores, enfrentando golpes de Estado de verdad, y no golpes inventados en un gabinete como el que se pretende construir mediante la subordinación de la justicia a los designios del partido de gobierno.