Ante muchos casos de vulneración al aislamiento por sospechas de coronavirus y con el plan de mitigar la propagación del mal, el gobierno ha planteado el uso de tobilleras y manillas electrónicas para monitorear la ubicación de los casos por confirmar o descartar.
El Comité de Emergencia por el coronavirus aprobó el uso de "tobilleras eléctricas" en La Paz para controlar que sospechosos de portar el virus cumplan con la cuarentena, una medida que se plantea extender a nivel nacional.
Inicialmente se dispuso el uso de 500 tobilleras eléctricas que cuentan con un chip, para rastrear a los posibles contagiados de COVID-19 y frenar la propagación del virus en el país.
Estas tobilleras que cuentan con localización por satélite GPS registran los desplazamientos de personas sospechosas para controlar su ubicación, que será de conocimiento de la Policía, según un boletín del Ministerio de Obras Públicas.
Por su parte, el ministro interino de Justicia, Álvaro Coimbra, planteó el uso de manillas electrónicas, que estaban destinadas inicialmente para monitorear a reos con medidas sustitutivas de la cárcel.
Estas manillas serían utilizadas para el seguimiento a casos sospechosos como también a los confirmados de coronavirus que deben cumplir con su aislamiento en sus casas o en un hotel.
La finalidad de esta propuesta es "tener un mapa" a nivel nacional de las personas que están "siendo tratadas", como también para controlar que no salgan de sus casas.