El poder saliente se desmorona, sin saber como ejercer el poder, ni como encarar el futuro del Regimen masista, tras 20 años de dura guerra ideológica, el país comienza a despertar, todos ansiamos un cambio y muchos se encuentran frustrados por la incompetencia del gobierno para hacer frente a la crisis económica, a la crisis política y a la crisis electoral que esta a la vuelta de la esquina, el ambiente electoral es pesado, existe mucha incertidumbre, queremos salir del periodo de ignorancia y oscuridad, que ha su vez a llevado a todo el país al borde de la destrucción. El que quiera ganar esta elección sin convencer, sin persuadir y sin saber negociar esta totalmente equivocado, el poder real señores candidatos, se halla fundamentalmente en las provincias y concentrado en las manos de los lideres políticos locales.
Hay que aceptar el hecho de que la mafia política es producto de una infección o una enfermedad hereditaria que les ha transmitido la vieja política y el viejo pensamiento de la vieja sociedad boliviana. Bolivia se enfrenta a una revolución que clama por libertad y para conseguir esto no es necesaria una revolución de bombas molotov, ni una revolución sangrienta, la única revolución que puede salvar a Bolivia de sus cicatrices abiertas y profundas, es una revolución cultural, una revolución de las ideas. Necesitamos un nuevo capullo de nueva política y nuevo liderazgo, este viejo sistema político, con muchos taxis partidos, adolece de inmadurez y muestra cierto infantilismo en el comportamiento y las ideas, muchos son muy proclives de apoyar y emprender causas perdidas, causas irreflexivamente equivocadas. La mafia política totalmente articulada decidió entregar el poder, a su mejor representante. Una transición “light”
Cada boliviano es libre de elegir entre las diferentes opciones, pero debido a la fuerza de las circunstancias, estamos destinados a tomar una decisión rápidamente, el régimen nos obliga a elegir entre los mismos de siempre, la mafia política nos presiona para legalizar y legitimar su dictadura. Nosotros queremos un cambio total de todas las estructuras, pero arriba se pusieron de acuerdo para una transición de poder “blanda”, lenta, suave, para que sigan ellos conservando sus privilegios, sus prebendas y los beneficios que obtienen de una clase política podrida y corrupta. La política del Movimiento al socialismo, ha sido un completo fracaso y la misma supervivencia del instrumento político pende de un hilo, pero para la mafia política, si es necesario sacrificar al instrumento político, para la supervivencia de la mafia política, así debe hacerse. Es la ruta a seguir con un Tribunal Supremo Electoral totalmente desacreditado, con un Tribunal Supremo de Justicia, totalmente cuestionado el show debe continuar, porque existen muchos interese y negocios en juego.
La mafia política esta consciente de que tiene que tomar decisiones que van a traer consecuencias, es el momento de asumir las responsabilidades de las decisiones erróneas que ha tomado hasta el momento y que seguramente le pesara mas tarde. No sabe que se va ha hacer en el futuro inmediato y a quien entregara el poder, lo único cierto es que no quiere un Milei o un Bukele, en el estilo de gobernar, ellos piensan que pueden adaptarse a las circunstancias como lo han hecho en el pasado, pero debido a su inmadurez y soberbia política, porque ellos piensan que pueden seguir teniendo todo el control del sistema burocrático y corrupto, que piensan que no existen fisuras en su sistema de manipulación, están totalmente equivocados, ellos piensan que nos robaron la elección, sin darse cuenta que lo único que hicieron es afianzar mucho mas este movimiento, por la liberación nacional de Bolivia.
El comportamiento del Movimiento al Socialismo, es exactamente como el de alguien que jamás ha vivido realmente y la primera vez que lo hace, se toma una botella entera de singani y se embriaga de poder hasta mas no poder. La borrachera de poder, se le subió a la cabeza, hasta quedar inconsciente y no comprender la realidad, este borracho de poder terminará, cayéndose en alguna zanja estrepitosa y seguramente morirá de un traumatismo craneoencefálico, en eso se resume la historia del MAS y su caudillo. Por otro lado, la visión de la verdadera oposición, es muy corta de miras, no nos podemos conformar con lo que ya existe, debemos aspirar a más, de todo lo sucedido debemos sacar una reflexión: Asegurarnos de no librar ninguna batalla, sin estar bien preparados y jamás se debe librar una batalla, si no estamos seguros de ganarla. La indecisión será y es siempre nuestro peor enemigo, hay que librar la batalla sin cuartel, sin darle al MAS, la oportunidad de reagruparse y no volver a repetir lo ocurrido con la presidenta Añez.
Bolivia se encuentra en una situación catastrófica, la economía esta en ruinas, no existe estabilidad, la inflación esta fuera de control y los medios de comunicación se encuentran muy sometidos al régimen, la gestión publica se encuentra acompañada por la corrupción, el pillaje político, las represalias y el robo de los recursos naturales del Estado, están a la orden del día. Queremos un régimen políticamente estable y económicamente viable, la próxima administración tendrá una dura prueba de fuego, hacer cumplir la ley y enviar al ex mandatario, donde debe estar, si no lo hace demostrara que siempre existió una cierta complicidad vergonzosa con el Regimen Dictatorial, además el ex mandatario se convertirá en una piedra en el zapato de cualquier administración en Bolivia, en la guerra debe haber sacrificio, sin sacrificio no habrá victoria para la siguiente administración, alguna vez hagan las cosas bien.
| Jhonny Vargas es Politólogo y docente de Postgrado.