Vía: El Deber |
El hecho ocurrió el lunes por la mañana, durante lo que presuntamente era un examen de ascenso organizado por el Centro de Instrucción de Tropas Especiales (CITE), donde Mendoza ejercía como instructora.
Según el testimonio de su padre, Sebastián Mendoza, la joven paracaidista cayó con fuerza al suelo tras un aparente fallo en el paracaídas. Fue trasladada de emergencia a una clínica privada, donde se confirmó que sufrió un trauma craneal severo y edema cerebral.
“Ella no estaba haciendo un salto recreativo, estaba cumpliendo funciones. Exigimos que las Fuerzas Armadas cubran el 100% de los gastos. Nos dicen que solo cubrirán el 90% y que debemos comprar insumos por nuestra cuenta. ¿Eso es justo?”, cuestionó el padre, quien viajó desde La Paz para acompañar a su hija.
La familia, de escasos recursos, no solo enfrenta la incertidumbre médica, sino también la presión económica. “Mi hija nos ayudaba a vivir. Ahora estamos gastando en alojamiento, comida y medicamentos, y encima nadie nos informa nada. En Cossmil (Corporación del Seguro Social Militar) nos cierran la puerta, no hay ningún comunicado, nadie responde”, agregó entre lágrimas el padre de la militar.
A más de 24 horas del accidente, ni el Comando de las Fuerzas Armadas (FFAA), ni el Ministerio de Defensa, ni el CITE han emitido un informe oficial sobre el hecho ni sobre la situación clínica de la instructora. Tampoco se ha aclarado por qué se encuentra internada en un centro privado y no en el hospital militar correspondiente.
Eva Mendoza, con dos años de experiencia como instructora de paracaidismo, debía ser condecorada por su labor ese mismo día, según contó su familia. Hoy lucha por su vida, mientras sus seres queridos reclaman verdad, transparencia y responsabilidad institucional.
“Lo mínimo que merecemos es saber qué pasó con mi hija y que se hagan cargo como corresponde”, pidió el padre.