Por: Zulema Alanes |
La sociedad civil organizada, colectivos ambientalistas, pueblos indígenas, comunidades campesinas y ciudadanos comprometidos con la defensa de la naturaleza expresan su profunda preocupación y rechazo ante las acciones judiciales impulsadas por el Ministerio de Medioambiente y Agua, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), que pretenden anular normas claves que establecen la pausa ecológica para proteger al jaguar y frenar la destrucción ambiental en Bolivia.
Estas instituciones han presentado memoriales solicitando la casación judicial de la Resolución Agroambiental SP-TAA 001/2025-A y el Decreto Supremo 5225, porque su anulación implicaría el levantamiento de medidas de protección ambiental adoptadas tras los incendios de 2023 que arrasaron más de 12,6 millones de hectáreas de bosques. La pausa ambiental prohíbe de manera indefinida las quemas, protege áreas forestales y suspende el uso de tierras fiscales incendiadas durante cinco años para su restauración.
En un pronunciamiento advierten que anular estas normas violaría el principio de no regresión ambiental, pondría en riesgo el hábitat de especies en peligro como el jaguar (Panthera onca) —clave en el equilibrio ecológico— y vulneraría el Artículo 33 de la Constitución Política del Estado, que garantiza el derecho a un medioambiente sano.
Asimismo, denuncian que se intenta usar el aparato jurídico del Estado para favorecer intereses extractivistas y económicos cortoplacistas, a costa de la biodiversidad, los derechos de los pueblos indígenas y el futuro ambiental del país.
Exigen al Tribunal Agroambiental y al Tribunal Supremo de Justicia que rechacen esta ofensiva jurídica, ratifiquen las medidas de protección vigentes, y se transparente quiénes están detrás de estos intentos de regresión. De persistir esta línea de acción, las autoridades involucradas podrían incurrir en incumplimiento de deberes y ser pasibles a juicios de responsabilidades.
Aseguran que “Sin pausa ecológica, no hay vida” y convocan a la ciudadanía a mantenerse en alerta, movilizarse y exigir que se respete el derecho colectivo a un futuro sano y biodiverso