Vía: Datápolis |
Johnny Quispe, secretario general del sindicato de trabajadores de La Francesa, fue entrevistado por radio Panamericana este viernes y de inicio dijo que la panificadora se mantiene inactiva desde hace un par de meses, debido a un paro de brazos caídos de los 130 trabajadores de esa unidad productiva.
Explicó las razones, todas laborales y de carácter social. Los empresarios de La Francesa, dijo, dejaron de pagar salarios hace 11 meses, no transfieren los aportes a la Gestora Pública de Pensiones hace 18 meses, tampoco aportan a la Caja Nacional de Salud hace ocho meses, no pagan primas anuales desde 2014 y deben quinquenios a funcionarios que cumplieron 5, 10, 15 y hasta 20 años continuos de trabajo.
Por esos motivos, los trabajadores se encuentren en paro y vigilando las instalaciones de La Francesa hace 74 días para defender 130 fuentes de trabajo. Quispe señaló que acudieron al Ministerio de Trabajo, ya que no encontraron soluciones a sus demandas laborales y sociales de parte de los ejecutivos de la industria paceña.
Afirmó que el objetivo de los empresarios ha sido reducir "la carga social" impulsando renuncias de trabajadores en diferentes áreas. Consiguieron que 10 presenten sus cartas de renuncia voluntaria y el número de obreros bajó de 140 a 130. Sin embargo, sostuvo que pagaron la primera cuota de los finiquitos de los extrabajadores y ya no cancelaron las otras cuotas.
"Vemos que no quieren dar solución y nosotros vamos a tomar otras iniciativas, como corresponde; a eso vamos a tener que llegar como trabajadores que estamos aquí en la planta", dijo el dirigente refiriéndose a la posible toma del control de la empresa por parte de los obreros.
En el régimen de Evo Morales se aprobó una norma que dispone que los trabajadores de empresas declaradas en quiebra financiera tomen el control de las mismas, a fin de mantener las fuentes laborales y mantener las unidades productivas mal administradas por los propietarios o ejecutivos.
Quispe contó a la emisora que durante los meses sin ingresos, los trabajadores se encuentran en estado de subsistencia mediante préstamos de familiares y amigos, esperanzados en que su situación laboral se solucionará con una eventual capitalización de la empresa, algo muy remoto, o con acciones que podrían asumir destinadas a tomar el control de la empresa de las galletas, panetones navideños y otros productos.