Por Gonzalo Chávez A. |
1. Discurso de Arce lectura sesgada de la historia y solo lleva agua a la narrativa del Estado Plurinacional. Ignora la contribución del 52 o la Participación Popular, por ejemplo. Leía incómodo un discurso que parecía sacado del Rincon de Vago que a su vez había resumido “las Venas abiertas de América Latina” La historia a partir de la ideología.
2. Después mucho más cómodo comienza el relato narcisista de la economía.
3. El modelo económico extractivista, rentista, comerciante y centralista es el fin de la historia. No hay nada mas allá. Se acabaron las utopías. Resignol para todos. El modelo es lo mejor que le ha pasado no solo a Bolivia sino la humanidad. Por eso el mundo se postra en posición cubito dorsal frente virtudes del desarrollo boliviano. El corazón patriotero estalla en el pecho de los presentes.
4. A seguir, la lectura de los datos macroeconómicos torturados a imagen y semejanza del líder. Tasa de crecimiento de PIB 3.4 por ciento una de las más altas de América latina, por supuesto, ni una palabra que habían prometido 5.1 por ciento de aumento del producto y tampoco no se menciona que está viene el fondo Del Pozo, estamos todavía frente al rebote estadístico.
5. La inflación de 3.1 por ciento la más baja de América latina y por supuesto no se menciona de que ésta se logra con los subsidios más altos del mundo y con un tipo de cambio real apreciado que se comió más de 12.000 millones de dólares de las reservas internacionales. Por supuesto, no se menciona que estamos frente a una inflación reprimida que tiene un costo fiscal gigantesco.
6. La tasa desempleo más baja de la región 4.3 por ciento. Pututus al viento. Pero no dicen que el 80 por ciento de estas ocupaciones son precarias y de muy mala calidad y están en un sector informal donde reina el libre mercado.
7. También un punto alto fue en el discurso el tema de la sustitución de importaciones con industrialización. En este acápite Arce saca relucir datos y más datos. Por ejemplo el proyecto SI Bolivia a través del cual se habían entregado a pequeñas empresas más de 2600 millones de bolivianos a una tasa de interés regalada de 0.5 por ciento al año
8. Por el momento, solo podemos decir que el gobierno ejecutó eficientemente estos recursos. Por supuesto si te regalan la plata, todos a la fila. Pero no podemos decir nada sobre el impacto que tendrá esto en el tejido productivo nacional. No hay un solo estudio que nos diga si ese dinero fue usado de manera eficaz y eficiente y creó nuevas industrias. Hay serias dudas de que un proceso de sustitución funcione, cuando tienes un tipo de cambio real apreciado, que te permite importar del exterior mucho más barato que producirlo internamente. El ejemplo claro de esto es el aumento significativo de las importaciones, legales e ilegales, en especial de alimentos.
9. Como en otras oportunidades, el presidente Arce se dedicó a leer decenas de proyectos desde la producción de papas fritas, pasando por la producción de ungüentos hasta la elaboración de baterías de litio. Todo esto son buenos deseos, todavía tenemos que evaluar en un par de años sus resultados.
10. El país de las maravillas del discurso sin embargo, contrasta con una realidad cada vez más compleja. Ni una palabra sobre la podredumbre de la justicia Boliviana. Nada sobre la crisis estatal cuyo síntoma más grave es Sta Cruz. Ni una mención de más de 10 años de déficit público. Tampoco ni una palabra sobre el crecimiento de la deuda externa e interna, nada sobre la caída brutal de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia, el contrabando que destruye la industria nacional, ni una palabra sobre el declive estructural del sector Gas natural , que nos ha convertido en importador de gasolina y diésel y por supuesto, un largo etc.