Por: Zulema Alanes B. |
Una carretera que proyecta la Gobernación de La Paz activó todas las alertas. La vía de 120 kilómetros, que afectará el Área Natural de Manejo Integrado Apolobamba y atravesará el Parque Nacional Madidi, se constituye en una de las más serias amenazas para el norte amazónico y, de concretarse, provocará una devastación ambiental sin precedentes.
Los dirigentes indígenas Ruth Alipaz y Alex Villca y la senadora Cecilia Requena, advirtieron a Cabildeo Digital que lejos de las promesas del gobernador paceño Santos Quispe la carretera Pelechuco-Pata-Apolo, cuyo estudio de diseño técnico de preinversión ha licitado con un presupuesto de 7,2 millones de bolivianos, sólo traerá devastación.
Según Villca, con la carretera que proyecta la Gobernación de La Paz “el Madidi corre riesgo de desaparecer” y en criterio de Ruth Alípaz “lo que buscan no sólo es concretar sus planes de colonización, sino, sobre todo, abrir las puertas a la invasión minera en las dos áreas protegidas, Apolobamba y el Madidi”.
Para la senadora Cecilia Requena, es “una muestra de que el gobernador Quispe está llevando a la deriva al departamento de La Paz, lo que estamos viendo es una falta de comprensión de las consecuencias de la destrucción de la Amazonía y de los desafíos del siglo XXI en materia de cambio climático”.
Puntualizó que “la destrucción de la cuenca amazónica está poniendo en riesgo adicional el ciclo hidrológico del país, si terminamos de deforestar esta región estaremos contribuyendo a un desastre anunciado, nos quedaremos sin agua”.
120 KM POR ESCARPADAS Y FRÁGILES ZONAS
En los términos de referencia del estudio de diseño técnico de preinversión, la Gobernación de La Paz asegura que con la carretera se integrará zonas potenciales para la agricultura, ganadería, minería y turismo con el resto del país.
Alex Villca refutó tales argumentos porque los 120 kilómetros que pretenden licitar para el diseño de prefactibilidad, “en un extremo, es la parte alta, zona altoandina donde prácticamente nace el rio Tuichi, es una zona con ecosistemas bastante frágiles y por algo han sido declaradas áreas protegidas y, en el otro extremo, la parte central del Madidi tiene manejo especial pero también en este caso estamos hablando de áreas frágiles, las comunidades que se mencionan ya tienen vinculación a través de carreteras pequeñas que hace falta mejorar, pero no se requiere una gran infraestructura como la que se proyecta”.
Cecilia Requena coincidió que “se pretende construir un camino en plena montaña, en una región muy escarpada, que implicará una intervención brutal en la montaña para conectar a dos poblaciones que ya están conectadas, vía Charazani, no se justifica la intervención que pretende la Gobernación de La Paz”.
Insistió que “en el trayecto de los 120 kilómetros no hay poblaciones y tampoco hay una justificación económica para semejante emprendimiento, no debemos olvidar lo que ha costado, en términos de impacto ambiental y también de inversión económica, la construcción de la carretera Cotapata-Santa Bárbara, plena montaña y con costos ambientales y económicos enormes”.
Ruth Alípaz complementó que “las razones de la Gobernación de La Paz no son tales, no hay potencial agrícola, ganadero y turístico en la región, lo único que puede estar motivando una penetración de esas características es favorecer la expansión de la minería”.
Coincidieron que el proyecto del Gobernador Quispe no tendrá otro fin que no sea la “devastación de dos áreas protegidas” y detallaron que Apolobamba ya está afectada por la minería y el Madidi también podría ser objeto de penetración minera con graves consecuencia para sus ecosistemas que aun de ser super frágiles están actualmente bien conservados porque, sin carretera, no son de fácil acceso.
Alex Villca y Ruth Alipaz, conocen la región como la palma de sus manos, por eso refutan sin dudar el proyecto de la Gobernación de La Paz. Explicaron que desde La Paz lleva 14 horas de viaje por Pelechuco- Charazani, y desde Rurrenabaque a La Paz el viaje no excede las diez horas, desahuciando la viabilidad del proyecto carretero Pelechuco-Pata-Apolo.
POR EL CAMINO DEL DESASTRE
“¿A dónde nos están llevando?” cuestionó la senadora Requena y aseguró que “no se entiende semejante iniciativa habiendo tantas otras necesidades en nuestro departamento”.
Dijo que la única explicación posible para que la Gobernación proyecte una carretera con esas características y en la región seleccionada es que “esto tiene que ver con la presión de grupos de poder a los que no les importan los equilibrios ecológicos en este siglo de colapso”.
Villca refirió que para los pueblos indígenas representa una serie de amenazas como “nuevos asentamientos y la expansión de actividades extractivas. La excusa será la integración, pero en realidad esas infraestructuras se piensan para favorecer a capitales nacionales y transnacionales en tanto la gente tiende a perder esos espacios”.
En su opinión “este proyecto sólo nos conduce por el camino del desastre, muchas veces lo hemos visto, con la carretera que ha conectado al norte de La Paz –Caranavi, pasando el Km 53, Sapacho, Palos Blancos, Quiquibey, Yucumo–, prácticamente todo ese trazo ha sido ocupado por interculturales y nuestros hermanos indígenas originarios, tanto mosetenes como chimanes, han tenido que huir más adentro en el bosque, no les ha servido, ha facilitado la llegada de terceros que se apropiaron de esos espacios y los indígenas muchos más relegados y despojados de sus territorios ancestrales”.
Para Ruth Alípaz la historia se repite, “lo que buscan es la colonización pero, sobre todo, la invasión minera a las dos áreas protegidas. Apolobamba ya está devastada, ahora quieren conectar al Madidi para aumentar el flujo de oro por esta carretera que no responde a una necesidad, no hay una comunidad entre medio, no hay otro tipo de producción que no sea el oro, están hablando del turismo, pero es una zona que está siendo devastada por la minería, no sé cómo pretenden compatibilizar turismo con la minería que contamina con mercurio”.
Los pueblos indígenas, dijo, “sabemos que todo lo que el gobierno central ve como desarrollo y progreso, empobrece a las poblaciones más vulnerables, nos despojan de nuestros recursos, provocan incendios y afectan nuestras fuentes de agua, contaminan nuestros ríos y nos condenan al hambre porque nos limitan la pesca, todo es despojo, devastación y destrucción sin límites, para que grupos poderosos de la minería, las transnacionales petroleras y el agronegocio se apoderen de nuestros territorios a un alto costo ambiental, social y económico”.
CONSULTA PREVIA Y VIGILANCIA LEGISLATIVA
Alex Villca y Ruth Alípaz tienen claro lo que se juega con la proyectada carretera Pelechuco-Pata-Apolo, por lo que anunciaron resistencia a la iniciativa de la Gobernación de La Paz y reclamaron se lleve a cabo la consulta previa e informada a los pueblos indígenas que resultarían afectados.
“Es una región altamente rica en minerales, recursos forestales, hídricos y genéticos. El bosque seco de Azariamas es único en Bolivia y en el mundo y el Madidi concentra la mayor biodiversidad a nivel mundial. El territorio que se pretende afectar son sabanas que jamás han sido intervenidas, espacios donde existe pueblos no contactados o en aislamiento voluntario como lo han certificado las propias empresas chinas que ya han estado en la zona, no podemos pasar por alto estos detalles”, dijo Villca.
Alípaz añadió que “la ruta Azariamas-Apolo, es una zona de referencia arqueológica prehispánica que podría ser devastada sólo para facilitar a los mineros la transitabilidad con recursos del Estado” y advirtió que “el riesgo de destrucción es muy alto, ya no es una hipótesis ni una suposición, están gravitando en áreas protegidas y las leyes son vulneradas y pisoteadas. No se respetan los derechos de los pueblos ni de la madre naturaleza, estamos ante una situación de total indefensión”.
En tanto, la senadora Requena anunció un estricto proceso de fiscalización desde la Comisión de Tierra y Territorio, Recursos Naturales y Medio Ambiente que preside en el Senado. “Lo primero que observaremos es por qué en más de 100 páginas, los términos de referencia, no incluyen personal indispensable como biólogos, ecólogos, especialistas en flora, fauna para evaluar el impacto de dos áreas protegidas. Exigiremos la consulta previa porque afecta claramente a territorios indígenas”.
Dijo que si este 21 de septiembre culmina el proceso de adjudicación del estudio de diseño técnico de preinversión de la carretera Pelechuco-Pata-Apolo, no cesará de activar todos los recursos a su alcance “como peticiones de informe oral, la interpelación al Gobernador y, por supuesto, analizar junto con otros actores la posibilidad de impugnar el proyecto, interponer acciones populares ante el sistema judicial, sin descartar el litigio estratégico y la denuncia ante organismos internacionales”.
Recordó que Bolivia está en la mira de la comunidad internacional luego de que este 20 de septiembre, durante la XV Reunión 51 del Período Ordinario de Sesiones de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Relator Especial de Sustancias Tóxicas, Marcos Orellana, denunció ante el Consejo los altos niveles de contaminación por mercurio en la Amazonía de Bolivia, así como la múltiple violación de derechos de los pueblos indígenas por los efectos ambientales de la minería y citó estudios científicos que alertan sobre la carga extremadamente alta de mercurio en las poblaciones indígenas, la afectación de las fuentes de agua y la contaminación ambiental.