La Dirección de Áreas Protegidas ordenó el cierre del bioparque de Mallasa, luego de denuncias de maltrato y biocidio. La administración negó las acusaciones y cuestionó el violento proceso que sigue el Gobierno.
Vía: Página Siete |
Por: Luis Escóbar |
La Dirección General de Áreas Protegidas, dependiente del Gobierno nacional, instruyó el cierre del Bioparque Municipal Vesty Pakos, de Mallasa, luego de la muerte de 88 animales en lo que va del año y las denuncias de biocidio. La administración de este espacio informó que la medida no siguió el proceso correspondiente y afectará a los animales porque al suspender las recaudaciones de los ingresos, no tendrán los recursos suficientes para la compra de alimentos.
“Según nuestras competencias, visto que el municipio no toma las previsiones y no está siendo responsable con la administración del bioparque, estamos iniciando un proceso por negligencia y biocidio. (Por lo tanto) estamos suspendiendo de forma temporal la licencia del mismo”, dijo ayer el director general de áreas protegidas, Omar Yuma.
El funcionario advirtió que existe un déficit de personal en el bioparque, que la capacidad de este espacio fue sobrepasada y advirtió de una “sobrepoblación” de animales.
Aclaró que son 88 y no 50 los animales que fallecieron en lo que va del año. “Temporalmente, vamos a proceder (con el cierre) hasta que se concluyan las investigaciones y se definan las causas de las muertes. (Necesitamos) saber qué pasó con los animales”, advirtió el director general de áreas protegidas.
Geraldine Durán, administradora del bioparque, declaró hace unos días que 50 animales fallecieron porque se encontraban en la última etapa de su vida, eran gerontes o llegaron al bioparque en malas condiciones.
“Cuando recibimos fauna decomisada, los animales llegan (al bioparque) en mal estado a causa del mismo viaje y el mal manejo dentro de las ferias. Llegan deshidratados y muy pocos pueden sobrevivir. Ahí están los decesos”, dijo Durán.
Consultada sobre por qué en primera instancia indicó 50 decesos y no 88 como informó la autoridad nacional, Durán respondió: “Era una estimación. En estos decesos estaban las lagartijas, incluso están pericos que llegaron alrededor de 50 producto de los decomisos”.
La denuncia de maltrato y biocidio que salió a la luz el martes derivó en una inspección de la Dirección General de Áreas Protegidas, la Fiscalía y la Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma).
Según Durán, el acta de la inspección de las entidades concluyó en algunas observaciones. “No mencionaron nada del cierre ni dijeron que cometimos biocidio. Al contrario, nos recomendaron que debemos mejorar en varios aspectos. Por ejemplo, dotar de más personal y mejorar los ambientes. Sólo mencionaron que debemos presentar la documentación al día y en orden”, dijo a Página Siete.
El anuncio de cierre se hizo ayer al mediodía. Durán aseguró ayer por la tarde que no le llegó este documento y anunció una apelación a la medida. “No son los pasos correctos. Primero deben solicitar un informe técnico y nosotros solicitamos una auditoría externa para que vean el buen manejo de la administración y de los animales. Según ello, podrán ver si corresponde o no (el cierre)”.
Una resolución de la dirección nacional demora entre tres y cuatro semanas. Durán indicó que es extraño que esta acción se produzca en menos de 24 horas.
Un eventual cierre de las puertas del bioparque podría afectar de forma directa a los propios animales, aseguró Durán. Explicó que de martes a viernes, por los ingresos de visitantes, este espacio tiene una recaudación de al menos 8.000 bolivianos. Entre el sábado y el domingo recolectan 28.000 bolivianos. En un feriado de tres días la cifra se dispara hasta 90.000 bolivianos.
“Fin de semana tenemos bastantes ingresos económicos con las visitas de la gente. Este dinero ayuda a la alimentación y a muchas cosas que se cubren para los gastos del bioparque. De cerrarse el bioparque, no tendríamos ingresos para alimentar y prestar atención a los 524 animales”, advirtió.
El alcalde Iván Arias catalogó como una “injerencia intolerable” y “un asalto a una propiedad de La Paz” a la instrucción del Gobierno de cerrar temporalmente el bioparque. “Quieren adueñarse de algo donde ellos no ponen siquiera una miga. Politiquería y extremismo que solo buscan destruir una obra. Escudados en acusaciones aclaradas, más veloces que el avestruz, quieren asaltar a una propiedad paceña”, indicó.
El temor por el cierre y las denuncias
Temor El alcalde Iván Arias afirmó que el Bioparque Vesty Pakos no se puede cerrar porque no hay otro lugar en el municipio paceño para albergar y rehabilitar a los animales silvestres recuperados y rehabilitados antes de su liberación. “No puede cerrarse, ¿dónde dejamos?, ¿dónde llevamos cientos de animales que son recuperados?”, sostuvo Arias ante el anuncio de cierre.
Denuncia Andrea Morales, vicepresidenta del Colegio de Biólogos de La Paz, advirtió que en el bioparque existe una “falta de capacidad o atención inmediata a fauna enferma o en estado crítico”. Aseguró que esas carencias provocaron la muerte de la fauna. “El problema fue contratar personal que no está calificado o entrenado, que no tiene experiencia en el manejo de fauna silvestre”, dijo.
"Estamos iniciando un proceso por negligencia y biocidio. (Por tanto) estamos suspendiendo de forma temporal"
-Omar Yuma, director de áreas protegidas