Por: José Luis Saavedra |
El pasado reciente 4 de abril (de 2022), los expertos en clima de la ONU, que conforman el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), alertaron que el mundo no tiene sino tres años para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y -lo más importante- debe prepararse para abandonar los combustibles fósiles.
Los expertos del IPCC, luego de una serie de evaluaciones científicas, consideran que el abandono del carbón es justo y necesario y que el mundo debe renunciar en al menos un 60% como mínimo al petróleo y en un 70% al gas. Sin embargo, en Bolivia, el régimen MASista actúa en un sentido radicalmente contrario y decide explorar y explotar hidrocarburos nada menos que en la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía.
El gobierno del MAS ha anunciado -formalmente- el ingreso de las empresas petroleras a la Reserva de Tariquia y ha decidido viabilizar el proyecto hidrocarburífero en el área de Astillero, es decir la exploración del proyecto Astillero-X1. Es así que YPFB Chaco, la subsidiaria de YPFB Corporación, prevé iniciar operaciones de exploración hidrocarburífera en Astilleros a mediados del presente mes con la perforación de un pozo en un principio y varios otros después (tanto en los bloques San Telmo norte, como en el bloque Astilleros).
El viceministro de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, Raúl Mayta, confirmó el ingreso a Astilleros “este mes” de YPFB Chaco, que tiene planificado llevar adelante el proyecto exploratorio en el área de Astillero, en base al Plan de Manejo aprobado en 2014, en el gobierno de Evo Morales, y sin respetar la Ley de creación de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquia en 1992.
Sin embargo, la exploración hidrocarburífera en Tariquia con-tiene una serie muy preocupante de ilegalidades, violaciones y prevaricaciones que, en los límites del presente artículo, vamos a tratar de explicitarlas, no tanto desde el ámbito jurídico sino más bien desde el campo socioambiental. Y para ello recurrimos a la palabra autorizada del experto Jorge Campanini, del Cedib, quien, en relación con el caso de Astilleros, refiere que los funcionarios del gobierno y de las empresas petroleras “han dicho o han mencionado que el tema Astilleros, o el problema Tariquia, es reciente; eso no es cierto, ya lleva muchos años, tiene muchos años y ya estaba planificado, estaba pensado, desde el momento en que se diseñaron los bloques (petroleros), el año 2007”.
Este plan “No es nuevo porque el 2011 Petrobras solicitó hacer un convenio de estudio en Astilleros, en San Telmo. El año 2012 presenta sus resultados y el (mismo) año 2012 YPFB le autoriza a que prosiga para la firma de los contratos. Y no es nuevo porque (también) hay una gran cantidad de registros de prensa que muestran cómo ha ido evolucionando la preocupación en relación a Tariquia por parte de las comunidades y por parte de las autoridades. Y, asimismo, hay una gran cantidad de Manifiestos, Actas, Resoluciones, por parte de las comunidades, además de movilizaciones, rechazando la actividad en Tariquia, desde el 2015, incluso antes. Entonces, no es nuevo, señor viceministro y autoridades”.
“Parte del problema también es el tema del Plan de manejo, que se ha hecho en un tiempo récord. Quiero aquí remarcar que el 30 de diciembre de 2014 se emite el informe jurídico y ese mismo día sale la Resolución administrativa aprobando el Plan de manejo. Quiero hacer notar que el Plan de manejo ha sido licitado y se ha entregado a una empresa el año 2014, el mes de julio. Y el mes de agosto (18 de agosto de 2014) se ha firmado el contrato con esta empresa, es decir entre agosto y el 15 de diciembre del 2014 se ha construido (todo) un Plan de manejo para una de las áreas más sensibles que tenemos en el país”.
“Creo que (este) es un elemento (clave) que hay que tomar en cuenta porque este Plan de manejo lo que ha hecho ha sido modificar el Área Protegida, cambiar la zonificación de la misma, alterar zonas, como la zona de protección estricta, la de uso moderado, y otras más, donde también las comunidades realizan actividades económicas”.
Esto “es importante porque muchos funcionarios de la empresa, incluso el mismo viceministro señala que, en el caso de Astilleros, la zona de uso moderado, según el Plan de manejo, que por cierto desconocen (rechazan) las comunidades, por todo este proceso (fraudulento) y por la forma en la que se ha impuesto, aun así en esta zona de uso moderado no se puede realizar actividades de corte extractivo o vinculadas a la extracción, es decir quienes han entregado una licencia ambiental en esta Área protegida, sobre este tipo de zonificación, tienen responsabilidades, no debía haberse entregado esta licencia ambiental”.
El bloque Astillero está pues en una zona de uso moderado y no en una de amortiguación. “Y en la zona de uso moderado, tal como señala el Reglamento (de Áreas Protegidas), no se puede hacer actividades extractivas. Y (por tanto) no se debía haber dado esa licencia ambiental”.
Finalmente, en el campo de los impactos ambientales, hay que tener en cuenta que “los efectos no se limitan a un área que ellos (los burócratas) determinan (arbitraria e inconsultamente). Y el estudio de Petrobras señala que no solamente es un pozo o dos, son varios (al menos cinco), que va a desarrollar la exploración en Astillero y en San Telmo; es decir esto va para más. Por tanto, permitir Astillero es permitir que se abra Tariquia por completo y después de Tariquia muchas otras áreas protegidas”.
Y es pues frente al anunciado ingreso de la empresa petrolera al área de Astillero que se ha movilizado al movimiento cívico y los pobladores de Tariquía, quienes han realizado, el 6 de abril, una marcha multitudinaria en rechazo contundente a la intervención petrolera en el área protegida. De las Resoluciones emergentes de esta masiva marcha hablaremos en el próximo artículo.
| José Luis Saavedra es miembro de Somos Sur y profesor de teoría y política poscolonial.