Por: Gonzalo Chávez A. |
¿Qué consiguió el presidente Arce, en el tema del gas natural, en su visita reciente a la Argentina? ¿Gas por medialunas?
Vamos por partes, como recomienda el descuartizador. En términos de volúmenes de exportación de gas, nada. Se venderá lo mismo que el año pasado. En torno a 10 millones de metros cúbicos por día (MMCD) en el verano y 14 millones de MMCD en el invierno.
Con respecto al precio. Según el periódico La Nación, Fernández no sabía cuál sería el precio del acuerdo que estaba firmando con su colega boliviano. Al parecer tampoco, Arce. ¡Misterio! Es de esperar que los precios del energético mejoren dados los cambios en el mercado internacional por causa de la invasión rusa a Ucrania. Sería bueno que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informe qué valores se han pactado con los hermanos y compañeros argentinos. La Nación habla de 8 o 9 dólares el millar de BTU para los primeros 10 millones de MMCD y 18 verdes para los volúmenes adicionales. Pero antes que el portavoz del gobierno anuncie, con voz impostada, otro logro histórico de la revolución, me permito informar que en el mercado internacional del Gas Natural Licuado (LNG, en inglés) está rondando los 40 dólares el millar de BTU.
Desde una perspectiva histórica, nuestras exportaciones de gas natural al vecino, en volumen, han bajado. Los primeros contratos con Argentina indicaban que íbamos a exportar 27 MMCD. Ese era el horizonte. En el auge de las exportaciones del energético, estuvimos entre 18 y 20 de MMCD entre 2016 y 2017. En los últimos años bajamos. La inflexión hacia los 10 MMCD se da a medidos de 2021.
La principal razón de la caída de las exportaciones en volumen de gas tanto a la Argentina como a Brasil se debe a que no tenemos reservas suficientes. En 2015, se alcanzó la máxima producción de gas natural, 60,3 MMCD. A marzo de 2022, sólo producíamos 42,7 MMCD. Entre ambos periodos se produjo una caída de 30%. Ahora, para abastecer adicionalmente 4 MMCD, Brasil tiene que prestarnos gas.
Si hablamos de valores, en 2014 nuestras exportaciones superaron los 6.000 millones de dólares y en esa época el precio del petróleo también estaba en torno de los 100 dólares el barril. Las importaciones de derivados de hidrocarburos (diésel y gasolina) eran de 1.000 millones de dólares. Superávit: 5.000 millones de dólares.
Primer tangazo: “¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquellos! Eran otros hombres más hombres los nuestros. No se conocían coca ni morfina. Los muchachos de antes no usaban gomina”, usaban gas, papá de dios.
En 2021, las exportaciones de gas natural estuvieron en torno a 2.251 millones de dólares y las importaciones de diésel y gasolina en 2.211 millones de dólares. El superávit del sector fue de 40 millones de dólares. Vamos cuesta abajo en la rodada.
Segundo tangazo: “Era para mí la vida entera. Como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión. Sabía que en el mundo no cabía. Toda la humilde alegría de mi pobre corazón.
Ahora, cuesta abajo en mi rodada. Las ilusiones pasadas, yo no las puedo arrancar. Sueño con el pasado que añoro. El tiempo viejo que lloro y que nunca volverá”. Lluvia de plata ya no habrá más.
La actual hermandad revolucionaria entre Argentina y Bolivia no cambiará la situación de declive de la industria del gas natural en Bolivia que tiene que ver con la falta de inversión en exploración en el sector petrolero y de una nacionalización que achicó el sector.
Para mejorar el resultado de la visita de Arce a la Argentina y que éste no se venga con las manos vacías, se lanzó la idea de la cooperación bilateral en el tema de litio. No sé cuál es la experiencia del vecino con esta actividad. Ahora puede ser que esté equivocado y el kirchnerismo le esté haciendo la competencia a Tesla produciendo carros eléctricos, comenzando con las baterías.
Ahora bien, también es altamente probable que en las reuniones bilaterales pidieron que Argentina nos sigan vendiendo harina. Cabe recordar que, a pesar del machacón discurso nacionalista de la producción nacional y la seguridad alimentaria, siete de 10 marraquetas, sarnitas, caucas y cuernitos —que se comen diariamente en Bolivia— son elaboradas con harina de los vecinos. Claramente, un tema muy sensible para la canasta familiar.
Sin embargo, espero que no haya ningún acuerdo de pagar el gas boliviano con facturitas, medialunas, dulce de leche y fettuccinis, en especial ahora que el vecino está raspando la olla fiscal y volvió al redil del FMI. No sería la primera vez que los argentinos buscan pagarnos el energético con productos.
Finalmente, tal vez estamos perdiendo lo más destacado del viaje de Arce a la Argentina. A saber: el dúo que hizo el Presidente con Piero, sí P-i-e-r-o, el que nos marcó la infancia cantando “Es buen tipo mi viejo”. Y sí, el mismo que pobló nuestras guitarreadas de la juventud revolucionaría, en los setenta, con el clásico: “Para el pueblo lo que es del pueblo”. Esta música fue cantada a voz en cuello al borde de las lágrimas en Buenos Aires e hizo, por un momento, olvidar que el gas se está haciendo gas y que ahora dependemos de que los “irmaos” brasileños dejen de consumir el gas boliviano, para cumplir con Argentina.