Por Amalia Pando.-
84.300 millones de dólares en pérdidas dejará este año el Coronavirus en la industria aeronáutica mundial, la primera y la más afectada por la pandemia, según Alexandre de Juniac, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, IATA. Detrás de esa cifra astronómica están los trabajadores, cientos de miles, que han perdido sus empleos y el cierre de otros numerosos negocios, grandes y pequeños, que giran en torno a las líneas aéreas y que también se fueron a pique.
700 trabajadores dependen directamente de Amaszonas.
Con el aliento gubernamental, en el hemisferio norte estamos presenciando los primeros aleteos de las grandes compañías de este sector. Gracias al ocaso de la pandemia, el verano y el lento despertar del turismo se reaviva la ilusión de poner fin al peor año de la historia de la aviación.
En Bolivia ya son cuatro meses de parálisis, de pérdidas acumuladas y de trabajadores sin ingresos. Y así como están, contra la pared y en el piso, las tres empresas aéreas que operan en el país han pedido al gobierno un préstamo de 100 millones de dólares. De momento, no obtuvieron respuesta.
Sin embargo, lo peor es el descontrol del Coronavirus que opaca las esperanzas de una recuperación económica. Todos los que rompen la cuarentena y no cumplen las disposiciones de seguridad propagan el virus y el desastre económico.
Luis Vera Álvarez Plata dejó en Palacio una solicitud de aliento financiero para despegar.
Luis Vera Álvarez Plata, vicepresidente ejecutivo de Amaszonas, conversó con Amalia Pando sobre estos nubarrones. En tres meses aprendieron y gastaron en bioseguridad. El abordaje será moroso. Hay reiterados controles de temperatura y otras medidas para que los pasajeros estén más seguros en el aire que en tierra.
Esperan que se reactive la demanda de pasajes, que el gobierno les dé una respuesta alentadora y que el Coronavirus sea encapsulado de una vez por todas.
Los invitamos a ver esta entrevista que describe la magnitud de la crisis económica y el esfuerzo descomunal que se necesitará para despegar.