Candidatos frente al desafío de plantear propuestas económicas más allá del gas

Por: Jimena Mercado C.

La caída en la producción del gas que oscila en promedio en 45 millones de metros cúbicos día (MMmc/d), 25% menos que el 2015 y la reducción drástica de volúmenes demandados por los principales mercados: Brasil y Argentina, obligan a los candidatos presidenciales a plantear propuestas económicas más allá de los hidrocarburos y el modelo extractivista. Sin embargo, la información que se cuenta aun es insuficiente para sincerar al sector energético.

Dos expertos en la materia que hablaron con Cabildeo Digital: Raúl Velásquez de la Fundación Jubileo y Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos y actual socio director de Gas Energy Latin America, coinciden que el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez tiene el enorme desafío de transparentar el estado de situación del sector energético.

Se debe conocer “¿a cuánto ascienden las reservas hidrocarburíferas?, ¿qué capacidad real de producción de gas y líquidos se tiene?, ¿qué mercados asegurados hay tanto para el gas como la electricidad?, ¿a cuánto ascenderán los ingresos por la exportación de hidrocarburos?”.

“Estamos en medio de una balacera política de candidatos y esperemos que a partir del 3 de febrero podamos ver propuestas. ¿Qué propone cada uno de los partidos políticos sobre estos temas en concreto?”, así describe Velásquez el actual momento electoral.

Más allá si Bolivia produce o no hidrocarburos, lo real dice el experto, es que hay compromisos concretos firmados y la necesidad de ingresos fiscales que provienen más de la tercera parte del sector de hidrocarburos. “Hay que darle sostenibilidad en tanto se transite a un modelo más diversificado”, plantea.

En esa línea considera que la pelota está en la cancha del Gobierno de transición, que está en la obligación de transparentar la información, de precisar: ¿cuánto pagó por adelantado Brasil por el gas que todavía no termina de recibir?, y ¿cuánto pagó YPFB por multas?.

“Todavía no se ha transparentado y siguen los informes con datos a diciembre de 2014 en la página web de YPFB. Y, si bien hay un compromiso importante del actual presidente de YPFB en términos de transparencia, creemos que se debe acelerar porque hay necesidad de un sinceramiento de cara al país”, apunta el especialista.

Velásquez insiste que se debe hacer los máximos esfuerzos para cumplir la Ley 3740, de desarrollo sostenible del sector hidrocarburífero, para contar con la certificación de reservas, antes de las próximas elecciones. “Esperemos que se haya avanzado en la certificación de reservas para ver cuánto tenemos y seguir con la dinámica de ajustar nuestra oferta a nuestra capacidad y ofrecer lo que se puede vender”, señala.

“Una bomba de tiempo”

En análisis de Ríos, el sector energético que comprende a YPFB y ENDE “es una bomba de tiempo” en tanto y en cuanto no se conozca su real situación, pues luego de un periodo de bonanza económica producto de los altos precios de los hidrocarburos, la situación dio un brusco giro con la caída del precio del gas natural, la baja en la demanda de los mercados de Argentina y Brasil y la mayor importación de derivados, se ha reflejaron en déficits fiscales a los que el país parecía blindado.

“No sabemos hasta ahora la real situación en la que se encuentran el sector energético en la perspectiva de futuro que serán exportaciones reducidas, menor producción, mucho mayor importación de petróleo, diésel, gasolina, hay elefantes blancos que tienen gente que no produce nada y por tanto se pierde dinero como el caso de la Planta de Urea, el mini GNL, la producción del Gran Chaco” , menciona.

Lo que queda según Ríos, es esperar un diagnóstico completo y final que conozca la población. “Esta información se debería poner en consideración de los demás candidatos porque el sector de energía ha sido el más importante en los últimos 15 años”.

Para el consultor internacional es importante conocer qué propondrán los candidatos frente a un diagnóstico completo del sector energético y qué plantearán para compensar la caída de divisas por la reducción de exportaciones del gas.

“Tenemos que decir con claridad que el anterior Gobierno mintió haciendo creer que Bolivia sería el centro energético de la región, lo cual es falso. (…). Toda la bonanza económica, gran parte ha sido producto de las exportaciones del gas natural a Brasil y Argentina, el país recibió una renta que oscilaba entre $us 5.000 a 6.000 millones de dólares y el Estado tomaba el 75%”, apunta.

Sin embargo lamenta que gran parte de esos recursos que recibió el país por renta petrolera fueron despilfarrados en grandes elefantes blancos. “Los bolivianos nos habíamos acostumbrado hasta el 2016 a que Bolivia crezca al 4.5% y todos los índices correlacionaban muy bien con esto, ahora estamos en otra realidad”, dice.

Situación del sector

A pesar de los grandes anuncios de producción por el exministro Luis Sánchez, el promedio real el 2019 ha bordeado los 45 MMmc/d promedio; es decir, un 12% menos del 2018 y un 25% que el 2015 cuando más se ha producido.

Peor aún el Plan de Desarrollo del Ministerio de Hidrocarburos planteó que el 2019el país produciría 73 MMmc/d, cuando en los hechos hay una producción en 38% menos de lo planificado.

Del contrato con Brasil que terminó el 31 de diciembre del año pasado, se prevé que en un plazo de un año Bolivia le repondrá al mercado brasileño la energía por la que ha pagado por adelantado.

La situación hubieses sido mucho más grave para el país, pues se preveía el envío de gas sin recibir un peso de ingresos por casi seis meses, sin embargo las negociaciones que encaminó el gobierno transitorio permitió que Petrobras pague por 19,2 MMmc/d y si requiere más gas todo lo que se enviará en calidad de reposición por la energía adeudada.

Por otra parte, la firmada en febrero de 2019 al contrato de compra venta de gas con Argentina, ha sido desfavorable para el país y ha generad pérdidas por aproximadamente $400 millones de dólares, según estimaciones de expertos.

De acuerdo al contrato, Bolivia está obligada a enviar a Argentina entre 2019 y 2020 un volumen base diario 10 MMmc/d con el indexado al petróleo, y si solo el mercado argentino requiere volúmenes adicionales se lo indexa al precio del GNL que tiende a la baja en el mercado internacional. En periodo de invierno el volumen puede llegar hasta a 17 MMmc/d.

En resumen, la situación concreta de la caída de producción se ha reflejado en la caída de la renta petrolera, que para el 2015 bordeaba los $us 5.400 millones, mientras que el año pasado cayó a $us 2.000 millones.

JMC