.jpg)
Es una sociedad de una empresa china y otra francesa. Eramine visualiza una segunda planta. La producción proyectada es de más de 20 mil toneladas anuales que serán comercializadas principalmente en Asia, mediante los puertos chilenos.
Vía: El Perfil |
El miércoles pasado en Salta se anunció un “hito histórico”, según lo definió su gobernador, Gustavo Sáenz, luego de abrir la bomba que daría paso a los primeros litros de salmuera que comenzarían a ser procesados y así obtener carbonato de litio grado batería. La inauguración representa un desafío a nivel nacional e, incluso, regional en cuanto a infraestructura. Chile también será parte de la ruta de comercialización hacia los mercados de Asia. La activación de la inhóspita planta es además el primer paso salteño a la inclusión del triángulo del litio. Si bien integra el mapa del oro blanco, hasta ahora solo Catamarca y Jujuy tenían minas en fase de producción del mineral.
La multinacional de capitales franceses, Eramet, mediante su subsidiaria en Sudamérica, Eramine, y en sociedad con Tsingshan, de capitales chinos, celebraron “ir hacia la transición energética”, e informaron por conferencia de prensa que invirtieron más de USD 800 millones. A su vez, proyectan para mediados del próximo año alcanzar el pico máximo de producción con 24 mil toneladas anuales que se utilizarán para baterías de autos eléctricos.
En cuanto al destino de la producción, Jing Li, presidente de la accionista mayoritaria Tsingshan, indicó que “en China están esperando el producto”, y se mostró confiado en que “se venderá por su pureza”. En tanto, Christel Bories, CEO del grupo Eramet, indicó que en Europa “hay tan solo dos plantas” y resaltó que estarán “felices de proveer a Argentina si así lo quisiera”.
Una inversión que cruza fronteras
El anuncio tiene además alcances internacionales, la planta está ubicada en la puna salteña, cercana al Paso de Sico que lleva a Chile. “Será por Antogafasta”, indicó Bories, sobre la ruta del mineral, y detalló que circularán entre “3 o 4 camiones por día”. La directiva, empero, afirmó que la salida del mineral es mucho menos compleja que el ingreso de materia prima. Las empresas anunciaron la intención de ir por una segunda planta que podría alcanzar una producción anual mayor que la inaugurada, de 30 mil toneladas.
“Lo difícil es traer reactivos mediante camiones”, advirtió la directiva. El CEO de Eramine, Alejandro Moro, indicó que están en conversaciones con el Gobierno para poder aprovechar el Belgrano Cargas. “Hay dos o tres proyectos más”, destacó sobre la importancia que tendrá el ferrocarril para la industria.
El anuncio se dio apenas aprobado el RIGI (Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones) en el Congreso nacional. El nuevo régimen plantea beneficios impositivos para diferentes industrias, entre ellas las mineras. En cuanto a la coyuntura política en la que se enclava el proyecto, los directivos hicieron hincapié en “los gastos de capital” que demanda un proyecto de esta envergadura. “Es una apuesta riesgosa”, aseguró Bories, y destacó que “es importante tener la libertad de repatriar las divisas”.
“Hay que pagar proveedores, accionistas, mucho de lo producido se exportará, y es importante poder hacerlo”, sostuvo. El RIGI, al mismo tiempo, les da a las provincias la posibilidad de aumentar las regalías de un 3% a un 5%. En este sentido el CEO local de la multinacional, Moro, recordó que Sáenz celebró que Salta “está 1° en América Latina y 16° a nivel mundial en el ranking del Instituto Fraser en cuanto a inversión minera”. “Eso es por su seguridad jurídica”, destacó. Asimismo, aseguraron estar esperanzados de que Salta no adherirá a dicho tope. Cabe aclarar, sin embargo, que tal decisión solo se podría aplicar a nuevos proyectos.
Un paisaje envidiable, una planta inhóspita
Consultados por periodistas locales respecto a por qué en Chile las regalías son mayores que en Argentina, los directivos aseguraron que se trata de un país con mayor concentración del mineral. “Se puede encontrar entre 400 a 500 miligramos por litro”, aseguraron y destacaron que “por algo Argentina logró atraer proyectos, mientras en Chile no hay proyectos nuevos”.
La planta está ubicada a 160 kilómetros de la ciudad de Salta, en el Salar Centenario Ratones, del departamento Los Andes, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. Su pueblo turístico más cercano es San Antonio de los Cobres, reconocido por ser por donde pasa el “Tren de las nubes”. Por ruta se tarda en llegar entre 6 y 8 horas, por caminos con calaminas que aletargan el paso. “Fue un desafío logístico impresionante”, advirtieron los directivos. La construcción de la planta demandó 7 millones de horas hombre y se ingresaron más de 7 mil toneladas de acero.
Desde diciembre el campamento tiene a disposición una avioneta privada que con tres viajes diarios acortó los tiempos drásticamente para los cerca de 1600 empleados que alberga. Se trata desde profesionales hasta puestos técnicos y de oficio que trabajan siete días o diez por la misma cantidad de días de descanso.
