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Por: Amalia Pando |
Cuatro choferes bolivianos de cisternas han muerto en el Paraguay mientras se mantenían en la larga fila de 400 camiones que esperan desde hace un mes que el gobierno de Luis Arce, a través de YPFB, pague en dólares la compra de diésel. Como no llegan los dólares no hay cuándo puedan regresar a Bolivia. Es una espera sin comida, sin baños y con un calor de los mil demonios, condiciones que han matado en los últimos 20 días, uno tras otro, a cuatro compatriotas.
Eso, como un trágico botón de muestra de la quiebra económica por la que atraviesa el país. El gobierno de Luis Arce Catacora debería reducir sus gastos porque sus ingresos han caído de la mano de las exportaciones, especialmente las del gas natural. Por eso escasean los dólares. Y sin embargo, el presidente Arce se hace el desentendido y sigue gastando como si nada pasara en dudosas inversiones como las del biodiesel y dando préstamos a los cooperativistas auríferos, como si necesitaran, y derrochando en publicidad, sedes sindicales y empleados públicos.
El “ Plan Arce” es vivir de prestado. Ha presupuestado para este año contraer deudas por 15.000 millones de dólares. 4.000 del exterior y el resto por concepto de deuda interna.
Este es el contexto de la conversación con Pablo Villegas del Centro de Información y Documentación de Bolivia, CEDIB.
Pablo Villegas te damos la bienvenida a Cabildeo Digital y te lanzo la primera inquietud: El gobierno debería reducir sus gastos y atender lo importante. ¿Por dónde empezar? Algunos opositores, en el marco de las elecciones 2025, proponen eliminar los bonos, como el Dignidad.
¿Qué opinas?
Hay que replantearlos o transformarlos. Si se trata solo del gasto, podemos buscar otros que están en 1000 millones o más. El problema es: ¿por qué hay bonos, cuál es su origen y cuál ha sido el impacto? Pero, primero hay que preguntarle al que recibe sus 300 bolivianos al mes, ¿no?.
Te aclaro que los bonos no han sido producto de los gobiernos “progresistas”. El primero que en la región dio un bono fue Pinochet, después, en Bolivia fue Gonzalo Sánchez de Lozada. No tiene nada que ver con la ideología. Hay bonos en Brasil, Chile, y otros.
Hay otro problema con los bonos. Con su aparición ha retrocedido la seguridad social. Es decir, no es lo mismo tener seguridad social, o sea, salud, jubilación, que recibir un bono, porque los bonos son al libre arbitrio del estado, del presidente de turno o de una candidatura, como lo reconoció Emir Sader, que era del PT de Brasil, dijo que utilizaron los bonos para proselitismo, para las campañas electorales y en Bolivia ha sido igual, ¿no?
Lo concreto es que todos los beneficiarios de los bonos, nunca los van a soltar, antes muertos.
Totalmente de acuerdo. Y por eso la cuestión es: los bonos, las subvenciones y los impuestos, son los tres elementos importantes aquí. Recaudas impuestos para redistribuir y al redistribuir disminuyes las diferencias sociales y las subvencionas tienen el mismo objetivo. Por ejemplo, te digo, estaba en Guayaramerín hace un tiempo y un agricultor de los modernos como son ahora con maquinaria , me dice: “si suben los combustibles no voy a poder comprar lo que necesito de diésel para trabajar “ Y, claro, me dio a entender que va a quedar fuera de la economía. Entonces, los que se preocupan por la economía tienen que ver también el impacto social.
El punto es que los ingresos del gobierno están en la lona. En una situación así el único que no se ha enterado que tiene que reducir sus gastos es el gobierno.
Hay que reducir lo que es gobierno, no estoy hablando del Estado en general porque ya tenemos experiencia. Cuando en otros gobiernos se pretendió reducir gastos, se afectaron los servicios para la población, o sea, educación, salud, etc. Hay que reducir ministerios, demasiada gente, hay muchas empresas estatales que solamente consumen, como la planta de azucar, EASBA, por ejemplo. Entonces, haces eso y seguro que se ahorran los 1000 millones equivalentes a los bonos.
Tiene que haber una visión económica de la sociedad. No puedes sacar gente, como dije antes, de la de la producción o echar a la pobreza a miles porque entonces cosechas inestabilidad. Te pongo un ejemplo de nuestra historia que pasó en 1985. Hace poco estaba leyendo informes, no sé si los desclasificaron recién, pero los encontré, son del Banco Mundial y organismos similares que asesoraron al gobierno boliviano en las reformas estructurales. Ahí me llamó la atención el reporte de 1997, se evalúan a sí mismos y dicen que el mejor producto ha sido la ley de minería.
Ellos creyeron que podía botar así no más a 26.000 trabajadores con familias, población dependiente de las zonas mineras, sin contar a los trabajadores bancarios y otros tantos. Y, ¿qué pasó con ellos? Los tuvieron que subvencionar, les tuvieron que dar las parcelas de Comibol, regalar equipo de Comibol, etc., etc. Y ahí nació el actual problema cooperativista, que es el gran problema. ¿Te das cuenta? Entonces eso es cuando se aplica dogmáticamente y no se ve lo que es un país , lo que es una sociedad. Por eso digo, no es cuestión de cortar, hay que transformar. Te doy un ejemplo claro, das un bono y se usa para comprar productos importados. O das para el “Juancito Pinto” y no sabes si van a comprar cuadernos. Esos fondos tienen que ir a través del estado y ser dirigidos específicamente a lo que se quiere.
En Europa los niños van a la escuela y se les da desde ropa, comida, atención médica, etc. No se les da bonos. Entonces ahí ves el rol del estado en los países como Inglaterra que son capitalistas.
Si los bonos no se tocan, tienes que cortar por otro lado. Por ejemplo, el Estado tiene 526.000 empelados y la nómina crece cada año. Los impuestos ya no alcanzan para pagarles el sueldo. En 2023, se gastaron 6.789 millones de dólares en sueldos y la recaudación impositiva fue de 6.466 millones de dólares. Un déficit de 300 millones de dólares.
El mismo problema tienes con todas las empresas estatales. En realidad las empresas estatales son ventanillas de contratos.
En hidrocarburos, por ejemplo, a los caseros del gobierno, a las empresas que siempre obtienen contratos, qué les importa si encuentran o no gas , igual cobran por hacer el agujero. Y claro, al que les da los contratos, recibe, ya sabes, una bendición, entonces a estos funcionarios tampoco les interesa. Como digo, son errores de gestión, ¿ no?
Uno de los gastos más grandes es la subvención a los hidrocarburos. Este año se calcula llegará a más de 1.800 millones de dólares. Y esta subvención tiene que ver con la compra de carburantes, que, como tú dices, se manejan contratos millonarios. YPFB no importa carburantes, como debería, sino que firma contratos con privados, son contratos directos sin licitaciones ni auditorias.
En este punto tienes que pensar en cómo eliminar esta subvención.
Sí, pero yo insisto en tener siempre una visión más amplia porque, por ejemplo, si te acuerdas, los decretos de nacionalización o de importación de automóviles, han metido una cantidad de autos que nos ha hecho más dependientes de los carburantes importados. Y, por el lado, de la producción de combustibles. Desde el 2006, ¿qué se ha hecho para producir combustibles, para aumentar la producción? No se ha hecho absolutamente nada de nada , ¿ no es cierto?. Ahora estamos ante el problema consumado. Y claro, es fácil decir, hay que quitar la subvención. Y otra vez digo, hay que ver al Estado, todo lo que cuesta y hacer cuentas.
¿A quién sacamos y a quién le cortamos el gasto? Por ejemplo, tú debes estar mejor informada en este tema : ¿cuánto gasta el gobierno en propaganda? ¿Cuánto gasta? Nos tiene inundados de propaganda. Entonces, por ejemplo, ahí se puede hacer esos recortes.
La Unión Europea este último tiempo ha subido enormemente la subvención a los combustibles. Todos los países subvencionan, o sea, no solo el combustible, subvencionan hasta los alquileres, aquí ni soñar. No es la cuestión de aplicar guillotina dogmáticamente.
Pero, Pablo, Europa tiene con qué pagar las subvenciones. Estados Unidos subvenciona su agricultora, pero tienen con qué. No es el caso del gobierno de Arce. Ahora bien, tal vez lo más inteligente es aumentar los ingresos, pero el gobierno no piensa aumentar los ingresos, lo que piensa es aumentar la deuda externa. ¿Tienes algún dato, Pablo, sobre deuda externa? ¿A cuánto llega? ¿Y cuánto pagamos cada año por concepto de servicio de la deuda externa? Es decir, lo que hay que pagar de capital e interés.
Hay algo que me preocupa mucho de la deuda externa. El año pasado se cerró en 13.500 millones de dólares de deuda externa. Me puedo equivocar un poco. Y este año el Presidente del Banco Central anuncia que hay como 4.400 millones de deuda externa que se van a desembolsar. Parte de eso, son los famosos 750 millones por los que estaban peleando en el parlamento. Y cada semana sale un nuevo préstamo. Me he enterado de un préstamo de 352 millones para una planta de zinc en Potosí que todavía no está para su aprobación en el parlamento. Entonces, fácilmente, en pocos meses, si eso se hace realidad, van a sumar otros 5.000 millones a la deuda externa . O sea, en total de 18.000 millones. Y subirá del 29 % del PIB, del producto interno bruto, a un 38 o 39 % del producto interno.
En el estándar internacional, ¿es poco o mucho?
El estándar internacional de tu vecino es una cosa pero el de tu bolsillo es otra, ¿no?
Cuando tú ves que, por ejemplo, las exportaciones han caído un 20 %, y ves que los dos responsables de esa caída son básicamente el gas y los minerales, y eso no va a mejorar. Lo del oro, va en aumento , pero esos son un país aparte, ellos no pagan impuestos , entonces, la situación no va a mejorar.
Entonces, ¿de dónde vamos a sacar para pagar la deuda externa? Y, además, tienes la deuda interna, ya estábamos por el 80 % del Producto Interno Bruto. Entonces tienes un Producto Interno Bruto que bueno, podría crecer pero con esa deuda.
En el presupuesto para este año, se estima contratar nueva deuda por 15. 000 millones de dólares. 4.000 de deuda externa y 11.000 de deuda interna, que son los montos que estás manejando.
Ahora, lo grave es que cada año hay que pagar esta deuda. Y cada año sube el servicio de la Deuda Externa, para este año es de 1.700 millones de dólares, 300 millones más que el año pasado. Es tanto como la subvención a los carburantes y, obviamente, es mucho mayor que la renta Dignidad.
Claro. El año pasado hemos pagado, comparando con las exportaciones, el 11 % de las exportaciones. Pero hemos tenido una caída fuerte de las exportaciones. Si esa caída se mantiene a ese ritmo, entonces, eso estaba calculando, va a llegar al 14 % de las exportaciones. De ahí, de las exportaciones, se saca para pagar la deuda. Entonces, la situación es grave, ¿ no?
Pablo, para cerrar, queda claro que hay muchos gastos, mucha subvención y no hay una fuente de ingresos. Si la fuente de ingresos es la deuda externa, estamos fritos. Eso puede salvar la coyuntura, pero no salva la economía, ni siquiera a mediano plazo. ¿Ves alguna salida?
Si veo, veo la salida…
¿Del gobierno?
(risas)
Eso yo creo… El plan de endeudamiento externo que tiene este gobierno es el mismo que querían utilizar con “el corazón energético de Sudamérica”. Es decir, puro endeudamiento, con la esperanza de que eso mueva la economía y haga subir el producto interno bruto. O sea, vivimos más de una década con recursos en gran parte propios, desperdiciados, pero hizo mover el país . Y ahora quieren hacer lo mismo con endeudamiento, con la esperanza, nada económica, nada racional, de sobrevivir una década más, haciendo girar el país con esa plata. No hay un plan económico, es un plan de poder. Es para quedarse en el poder y después, a ver qué se hace. Ese es el problema.
Ahora ¿qué se debe hacer? Lo ideal sería consensuar, discutir, negociar. Pero estamos frente a un gobierno que no quiere negociar, no quiere hablar y tampoco tiene la capacidad, no tiene la capacidad. Entonces, lo que yo me temo es que esto podría llevarnos al punto donde el país estuvo muchas veces, a los grandes conflictos sociales cono lo ocurrido en 2003 o en 2010, cuando la gente salió a la calle y paró el gasolinazo. Para mí esta es la cuestión. Hay que hacer los cálculos, ver qué puedes cortar, y pensar que los recortes tienen el objetivo de hacer un Estado eficiente, ¿no?. Hacerlo eficiente y elaborar un programa económico. Un programa económico de 20 años. Oigo a muchos candidatos que quieren llegar al gobierno y cerrar todo y dejar todo en manos del sector privado. Entonces, no quieren gobernar. Yo creo que tiene que haber una confluencia entre el sector estatal y sector privado, especialmente con los que no han mamado de la vaca todos estos años.
Tendría que haber un plan productivo y no un plan de endeudamiento.
Exacto. Por ejemplo, se habla de sustituir las importaciones, si ves cuáles son los sectores estratégicos, encuentras a uno que se está comiendo el presupuesto, es la importación de combustibles. Y ¿qué están haciendo para sustituir eso? Absolutamente nada. Con los contratos, están dando plata a su militancia.
El gobierno, sin embargo, dice que las plantas de biodiesel, que ya se han comido más de 300 millones de dólares, van a bajar las importaciones de diésel…
En este caso hay que ver los costos, hay que hacer números. ¿Cuánto estás pagando por el biodiesel ? Porque si vas a pagar más de lo que costaría importar, mejor importar, ¿no es cierto?. Pero, yo digo que hay un problema más grande. Cuando se agote el gas ¿qué vamos hacer? Cuando hablo del problema de Bolivia con otra gente de afuera, dicen: “ ¿por qué siguen exportando su gas, por qué no guardan para ustedes? Así de complicada es la situación.
Bueno Pablo, le ponemos un fin de suspenso a nuestra conversación. El gobierno oculta la información sobre cuánto gas natural le queda al país, sobre las reservas probadas. Entendidos creen que nos quedan reservas para 2 a 5 años. Cuando los últimos pozos se queden secos ¿con qué energía se moverá el país? Vamos a tener que importar gas. ¿Con qué plata?, no hay plata, lo dijo Arce. Entonces ¿más deuda externa? ¿Cuanto tiempo más se puede vivir de prestado?
