El reciclado de un elemento que todos acabamos por tirar podría ser realmente útil en la siguiente generación de construcciones.
Vía: UrbanTecno |
La tecnología ya se encuentra presente en todos los ámbitos de la sociedad y, por supuesto, también en la construcción. Una nueva era de materiales y procesos se abre ante nosotros, con impresoras 3D levantando paredes y con la posibilidad de que cualquier persona se aventure a construir un cohete espacial en casa, por ejemplo. Sin embargo, a continuación te queremos hablar de un ingrediente novedoso para fabricar un hormigón fuerte como pocos.
Del bar a la obra: así es este nuevo tipo de hormigón
Gracias a la información publicada en la página web de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne, hemos conocido cómo ingenieros australianos han conseguido matar dos pájaros de un tiro: aprovechar un desecho que acababa en la basura habitualmente y fortalecer el hormigón. Gracias al uso de los residuos del café, una de las bebidas más populares alrededor del mundo, el equipo de ingenieros liderado por el doctor Rajeev Roychand aseguran que su hormigón es hasta un 30% más resistente de lo habitual.
Solamente Australia produce 75 millones de kilogramos de desechos de café al año, que habitualmente acaban en el vertedero. Sin embargo, la cifra global es mucho más alarmante, con 10.000 millones de kilogramos de residuos de café tirados a la basura. El profesor Roychand afirma que:
El desecho de material orgánico es un reto medioambiental, ya que emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero, incluyendo metano y dióxido de carbono, lo que contribuye al cambio climático.
Su investigación, publicada en la revista científica Journal of Cleaner Production, muestra cómo el café puede ser un ingrediente muy útil para fabricar el hormigón sostenible del siglo XXI. Para ello han comenzado experimentado con residuos obtenidos de cafeterías de Melbourne, los cuales han sido calentados a dos temperaturas diferentes para la experimentación, a 350ºC o 500ºC, con el fin de obtener el denominado biocarbón.
Habitualmente, al cemento se le agrega un ingrediente adicional, que suele ser un tipo de arena, pero en esta ocasión se le ha añadido una parte del biocarbón producido a partir de los restos de café. El resultado final, del hormigón que tenía el 15% de la arena reemplazada por el biocarbón fabricado a 350ºC, fue que éste tenía una resistencia un 29,3% superior al del hormigón con el 100% de la arena habitual. El profesor Jie Li, participante en la investigación, afirma que:
Existen retos a largo plazo en mantener el suministro sostenible de arena, debido a la naturaleza finita de los recursos y el impacto medioambiental de la minería de arena. Con un aproximamiento a la economía circular, podremos eliminar los desechos orgánicos de los vertederos y también preservar nuestros recursos naturales como la arena.