DESDE EVOSAURIO, MOSQUITO, ALACRANES Y GUERREROS DIGITALES

Por: Jhonny Vargas | 

Es mucho más fácil encontrar ejemplos de la fauna antigua que habita en la jungla de la política nacional, es decir líderes que ejercen su poder como verdaderos dinosaurios políticos, que aun sabiendo que enfrentan su extinción se obstinan en quedarse y en no desaparecer fácilmente, pero lo más extraño es que los lideres jurásicos continúan apareciendo en el panorama político nacional. Es por esta razón que me he dado a la tarea de identificar a los líderes jurásicos para promover su desaparición del mapa político nacional. 

Empecemos: Especie representativa EVOSAURIO: Dirigentus Tiranicus: Cree que la silla azul presidencial le pertenece y siempre tendrá un hueso que roer, su frase preferida ¡Es mío y nunca me iré!, su nombre significa “Dinosaurio eterno siempre hambriento”, vivió durante el periodo jurásico, perpetuo, que incluye el jurásico en esplendor, el jurásico decadente y otros posteriores. Esta especie se caracterizo porque las manadas estaban conformadas por especies débiles y pobres. Su insaciable hambre prácticamente lo convirtió en un caníbal, se le considera uno de los mayores depredadores de la historia nacional. Una de sus más brillantes cualidades era su excelente relación con los cocaleros del chapare, nunca se supo, si por su capacidad de liderazgo o por la demagogia que practicaba con las demás especies. Sus restos fósiles han sido encontrados en Oruro y Cochabamba. Este líder jurásico asume que la silla presidencial o el cargo publico le pertenece y que lo tendrá para siempre, por ende, actúa en consecuencia de lo que cree que será eternamente suyo, por eso hace lo que le venga en gana, sin temor a nada y aunque ejerza mal el cargo o la banda presidencial, el sistema lo protegerá y le asegurara puestos similares en el futuro. Eso si hasta que el sistema decida que ya no es útil a sus propósitos.

Además, al no sentirse amenazado de perder el hueso, por su incompetencia y corrupción, no ejerce el cargo o la vacante presidencial en forma adecuada. Para estos dirigentes jurásicos seguidores de EVOSAURIO, los puestos en el servicio publico son escalafones para una carrera vitalicia política, de hecho, muchos de ellos anhelan legarles su cargo a sus conyugues o a sus hijos. Constitucionalmente las dinastías monárquicas no existen en nuestro país, pero si los legados políticos abundan, de la misma forma actúan siempre cuando detentan el poder. El político moderno asume que cuando toma posesión de un cargo público, el hecho es pasajero, se trata de un trabajo temporal, al final el líder jurásico con el orgullo herido, se queja indignado por la injusticia, pero teme hacer el ridículo, y se da por vencido en lugar de aceptar que ya no lo quieren en el cargo, todo esto ocurre por no saber enfrentar el cambio político, ese es el final del EVOSAURIO.  

Bolivia está ante la tormenta perfecta, en la primera pista de la jungla nacional tenemos la crisis financiera mundial, que difícilmente podemos decir que no nos afectara, la cuestión es cuanto nos dolerá y donde. En todo el planeta el patrimonio de millones de personas quedo hecho trizas como consecuencia de la pandemia y sus efectos perversos sobre la economía global, en el mercado boliviano y las casas de cambio despareció el dólar, las reservas del BCB en dólares y en oro están en su mínimo histórico, el presidente del BCB se niega a dar cifras, por algo será, si el rio suena es porque piedras trae y precisamente no son buenas noticias, por algo están tan apresurados en aprobar la Ley del oro, que se encuentra estancado en la asamblea legislativa plurinacional, algo huele mal. 

Bolivia también enfrenta otra crisis que es la segunda pista de la jungla nacional, la crisis de la administración de justicia, unos son perseguidos como todo el Comité Cívico pro Santa Cruz y sus directivas y otros son protegidos y tienen carta blanca para atropellar y pegar a gusto como el caso del dirigente Ezequiel y los dirigentes masistas del norte de potosí en contra del dirigente que retiro la silla azul al ex presidente Morales. ¿Pero se imaginan que pasaría si agregamos a este panorama de injusticia, una epidemia de dengue en el oriente del país, donde muchos niños son víctimas de esta ola incontrolable de dengue hemorrágico, sumen a esto las picaduras de alacrán que han sufrido varias personas y donde el Ministerio de Salud no ha sido capaz de crear o hacer un antídoto posible para nuestra gente, para eso no hay plata, pero si hay plata para pagar a guerreros digitales encargados de desinformar y manipular la opinión de la gente en las redes sociales, hasta su propio creador los desconoció cínicamente diciendo que son enemigos del proceso de cambio, añadan a esto mas desempleo, menos remesas, mas inflación, menos acceso al dólar en efectivo, más violencia y más desesperación? 

La mala reputación del ex presidente Morales a nivel nacional e internacional, la estela de corrupción que ha dejado y la falta de resultados de su gestión de gobierno desafortunadamente lleva a pensar que estamos en la tormenta perfecta. El próximo líder de Bolivia tiene que entender que, ante una Bolivia tan cambiante, el estilo de gobernar tiene que reflejar dichas transformaciones. Pero el liderazgo moderno aun es una excepción a la regla en el horizonte político de la Nación. 

Es por eso que la importancia de tener una visión es vital para el cambio político, los líderes jurásicos en Bolivia, gobiernan para defender sus propios intereses y por esa misma razón no tienen una visión de gobierno que compartir, no ofrecen caminos, ni rutas de esperanza para los demás. Es por esto y muchas cosas más, que ha llegado la hora de la juventud para hacerse cargo del país. 

| Jhonny Vargas es Politólogo.