Por: Amalia Pando |
Fue de las mejores cajas de salud del país hasta que el anterior gobierno del MAS declaró la libre afiliación que significó una avalancha de empleados públicos que junto a sus propios asegurados sumaron una demanda imposible de satisfacer.
La Caja Petrolera de Salud arrastra déficit desde hace cinco años y su administración, a cargo del Dr. David Martínez y del MAS, ha dejado de contratar médicos y enfermeras. En cambio, el sector administrativo no para de crecer.
La pandemia del Covid-19 mató a varios de sus reconocidos médicos y en mayor número a las enfermeras. Y desde entonces esos cargos no fueron repuestos.
En los últimos meses 15 especialistas han renunciado y en vez de remplazarlos contratan administrativos cuya filiación política es inocultable.
Indignado, el personal que atiende directamente a los pacientes, formó un callejón en la puerta de salida de las oficinas de la Caja Petrolera, ubicadas en su Edificio de El Prado. Y en la medida que salían los administrativos aumentaba el grito de “mantenidos, mantenidos “
“Esa repartición administrativa funcionaba con 40 empleados, hoy tiene 280”, se queja uno de los médicos que asiste a la protesta a quien se le pregunta por qué no hay fichas. Ni con Dios y su ayuda se consigue fácilmente una ficha, es decir una cita con día y hora para una consulta médica.
“En esta especialidad renunciaron dos médicos y no hay nuevas contrataciones. Esto significa que aquí hay 400 fichas menos al mes “, dice este profesional que suma su voz a grito de “mantenidos, mantenidos”.
FACIL DE ENTENDER, DIFÍCIL DE JUSTIFICAR
Un servicio que empeora todos los días porque el único objetivo del MAS es dar empleo y beneficios a sus militantes.
Hace poco se destapó que, en plena crisis, enero a marzo del año pasado, la cúpula de la Caja Petrolera gastó más de Bs. 15 millones en créditos de “escolaridad” para beneficiar a la parte azul del personal, mientras que los asegurados se quejan por la falta de medicamentos.
El DENGUE Y LA RADIOGRAFÍA DE UNA CRISIS
Igual que con el Covid-19 en 2020 hoy por el dengue Santa Cruz vuelve a padecer la avalancha de pacientes a los hospitales públicos donde ya no quedan disponibles camas ni camillas y en algunos ni siquiera espacio en el piso de los pasillos. Ni hablar de las pocas unidades de terapia intensiva.
Las cifras del dengue, que no muestran el dolor de pacientes y familiares, son: 16 personas muertas, la mayoría niños, 3.500 casos confirmados y 17.000 sospechosos.
INAUGURADO DOS VECES Y SIGUE CERRADO
En Warnes, localidad próxima a la capital cruceña, el gobierno de Evo Morales gastó 68 millones de dólares en un mega hospital que requiere de otros 71 millones de dólares en obras complementarios, en total 139 millones de dólares, y NO FUNCIONA.
En 2020, con motivo del Covid-19, hicimos un recuento de 45 obras hospitalarias y sacamos la conclusión que robaron sin misericordia.
https://www.cabildeodigital.com/2020/06/la-estafa-del-siglo-45-hospitales.html
La comparación entre lo que gastó Bukele en El Salvador en un mega hospital y el de Warnes dos veces más pequeño, 25 millones frente a 68, es indignante.
¡CANCHAS SÍ, HOSPITALES NO!
Son 17 años de una política demoledora de la justicia, la salud y la educación.
Sin bochorno alguno, hace poco Evo Morales le dijo al gobernador de Cochabamba, Humberto Sánchez: “No metamos hospital ahí”. Evo quiere un gran estadio donde juegue su equipo, el recientemente adquirido el Palmaflor que tiene una planilla de al menos dos millones de dólares al año.
En 2016 él mismo expropió los predios del Club Hípico Nacional de Cochabamba. Hoy, la gobernación tiene pensado construir allí un complejo de ocho hospitales, pero el jefazo se opone.
SIN SALUD NI RESERVA MONETARIA
Lo mismo que pasa en la Caja Petrolera ocurre en la administración central del gobierno.
Contrataron a medio millón de empleados que se comen los impuestos y el IDH de las declinantes exportaciones de gas.
Junto a la millonaria subvención al precio de los carburantes, esa abultada planilla es la causante del déficit fiscal.
Como los ingresos no alcanzan, el “genio de la economía” echa mano de la Reserva Monetaria Internacional, que es el sostén de la economía y de nuestra moneda.
Es muy posible que lleguemos a las próximas elecciones de 2025 como al principio del proceso democrático cuando los militares en 1982 entregaron el gobierno sin un dólar en el Banco Central, endeudados hasta el cuello y con la economía en bancarrota por la caída en picada del principal producto de exportación.
Lo militares por lo menos dejaron intacta la reserva en oro metálico. Arce, al paso que va, ni eso.