Por: Amalia Pando |
Martes 10 de enero, el país democrático se movilizó. ¡Fue tremendo! Ríos y mares de gente y banderas.
Desde Cobija hasta Tarija, desde La Paz a Santa Cruz, pasado por Cochabamba, en todas las capitales se ha lanzado el mismo grito: ¡LIBERTAD, LIBERTAD!
En Santa Cruz, tal vez alguien se quedó en su casa, pero paso desapercibido porque centenares, miles, y miles, todos en las calles y otra vez la rotonda del Cristo Redentor y la Plaza 24 de septiembre, reventando de entusiasmo, sin violencia, sin cabezas rotas, con banda, con alegría como debe ser la lucha por la Democracia.
Nada se iguala a la magnitud de la movilización en Santa Cruz, pero los ríos de gente también corrieron en Cochabamba, Trinidad, Tarija e inclusive en La Paz.
Hay que mirar las fotos y videos:
COCHABAMBA
TRINIDAD
TARIJA
VIOLENCIA
Otra vez se probó que los únicos vándalos, los únicos que reparten violencia son los agentes del gobierno. Grupos dotados de palos, piedras y centenares de petardos dispersaron la marcha en la zona sur de La Paz, la más grande del último tiempo.
LA PAZ
El estruendo amedrentador de los petardos y una que otra dinamita, el avance en carrera de masistas contra columnas de mujeres, petardos direccionados para herir, para lastimar y en lo posible para matar, dispersaron a los marchistas. Pero, la gente resistió desde las aceras, haciendo resonar los postes metálicos con el golpetear de pequeñas piedras, ayudando a los heridos y gritando sin parar: LIBERTAD, LIBERTAD.
La Paz, es todavía el eslabón más débil en la cadena de movilizaciones porque es sede del gobierno dictatorial y de centenares de sus empleados, pero además tiene un muro de contención, la ciudad de El Alto que aún fortín del oficialismo.
ORURO
DOS TIROS EN EL PIE
El gobierno de Arce Catacora es el causante de las movilizaciones en su contra. El mismo se dispara a los pies. Los dos años anteriores lanzó leyes y decretos antidemocráticos y ahora secuestra a un gobernador.
No conseguirá paz social ni crecimiento económico si continúa atacando a Santa Cruz. Actúa como un idiota político. Al secuestrar a Fernando Camacho, gobernador electo con más del 5O % de los votos de su región, ha dado un golpe de Estado al motor de la economía y de la resistencia democrática y, al mismo tiempo, le ha dado cuerda a una movilización que después de la lucha por el censo debió estar agotada.
Hay 188 presos políticos que hasta antes del secuestro de Camacho estaban en el olvido. Hoy el país democrático clama por ellos: LIBERTAD, LIBERTAD.
LOS ÚNICOS CONTRA LA DICTADURA
Bolivia es el único país del continente donde se está peleando a brazo partido contra una dictadura que resultó ser más feroz, pero también más débil que la de Evo Morales. Pero, gracias a esta movilización la dictadura de Arce no logra consolidarse ni cumplir con su objetivo de implantar régimen similar al de Nicaragua.
En el Perú también hay movilizaciones, pero de signo distinto. Los pueblos del sur de ese país están en pie de guerra, literal, y empleando una violencia extrema, pero además claman por los golpistas y por una nueva Constitución que los convierta en Cuba. Son más parecidos a los “bolsonaristas” en el Brasil que, al igual que Trump en los Estados Unidos, quisieron tomar las instituciones democráticas clamando por un golpe de Estado.
Definitivamente, son movilizaciones diferentes. Aquí de modo pacífico peleamos por DEMOCRACIA Y LIBERTAD.