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Hasta el momento fueron registrado 12 enfrentamientos en la capital de Sinaloa.
Vía: Público.bo |
La guerra ha vuelto a Culiacán, tras la recaptura de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo y líder de Los Chapitos o Los Menores, una de las facciones del Cartel de Sinaloa. Integrantes del grupo criminal provocaron caos en la capital del Estado de Sinaloa con tiroteos, incendios de vehículos, narcobloqueos, ataques a aeropuertos, muerte de hasta seis militares y un registro inicial de 27 heridos.
De acuerdo con información del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, recogida por los periodistas sAzucena Uresti y Ciro Gómez Leyva, el saldo preliminar de la represalia narco este jueves fue de 12 enfrentamientos y al menos 27 heridos, entre los cuales hay policías, militares y civiles (presuntos miembros del Cártel de Sinaloa).
Asimismo, se reportó la muerte de seis agentes de la institución castrense. Por un lado, el coronel Juan José Moreno Orzúa y sus cuatro escoltas fueron asesinados en una emboscada en Escuinapa. Por el otro, el Gobernador mencionó que un elemento de la Guardia Nacional perdió la vida en Culiacán, aunque no brindó más detalles.
Según la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), la serie de agresiones ocasionó la cancelación de 70 vuelos comerciales en el aeropuerto de Culiacán y 32 más en el aeropuerto de Mazatlán. Por su parte, Aeroméxico informó que las operaciones este viernes tendrán afectaciones, por lo que los pasajeros tendrán que estar pendientes de sus vuelos.
Los pasajeros del vuelo AM 165 de Aeroméxico con destino a la Ciudad de México vivieron este jueves momentos de terror porque el avión fue baleado tras la recaptura de Ovidio Guzmán. Un video de 20 segundos grabado en el interior de la nave muestra a los pasajeros (hombres, mujeres y niños) tirados en el suelo, protegiéndose entre los asientos, con las caras llenas de pánico.
El terror que vive Culiacán ya ocurrió hace tres años y tres meses, motivado igualmente por la captura de Ovidio Guzmán. La dura respuesta de los narcos forzó la retirada del Ejército, que había detenido a Guzmán en su casa, en el centro de la ciudad. Sus secuaces causaron tal grado de caos, con bloqueos, tiroteos y vehículos quemados, que los militares liberaron finalmente al líder criminal.
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