COCALEROS: BUENAS Y MALAS

LA MALA: LE FALTA UNA MANO Y TRES DEDOS EN LA OTRA Y ES ACUSADO DE INCENDIAR EL ILEGAL MERCADO DE ALANES

Sus compañeros cuestionan, ¿cómo una persona que tiene tantas limitaciones, incluso laborales, por haber perdido gran parte de sus manos, puede sostener cachorros de dinamita o arrojar piedras en un conflicto tan intenso como fue el 8 de septiembre?

Vía: El Deber | 

Cocaleros de la tercera edad como German Paño, mujeres como Gudelia Botitano o personas minusválidas como Porfirio Rivero que no tiene la mano izquierda y solo posee dos dedos en la derecha, según la Fiscalía, son los campesinos cocaleros que atacaron el mercado ilegal de coca del dirigente, Arnold Alanes.

“Nosotros estuvimos en el cabildo y después nos estábamos yendo al mercado (Adepcoca) y nos han parado los bomberos, como si hubiera emergencia, ahí han aparecido los policías mostrando papales y bajaron a los pasajeros para detener al compañero Porfirio”, relató uno de los cocaleros que formaba parte del grupo.

La tarde de este lunes, luego de realizado el cabildo de cocaleros y gremiales, empezó la desconcentración de los asistentes. Porfirio Rivero y otros seis cocaleros subieron a un minibús que los llevaría hasta la zona de Villa Fátima. El vehículo de transporte público pasaba por las puertas del Batallón de Bomberos en la avenida Sucre y en ese lugar fue interceptado por la Policía; esta unidad está a tres cuadras de la Felcc.

La Policía incluso tiene fotografías de Rivero, supuestamente en puertas del mercado ilegal, momentos antes de iniciarse el incendio. Llevado por su impotencia, el campesino yungueño mostró sus manos antes de ser ingresado a las celdas de la Felcc.

Sus compañeros cuestionan, ¿cómo una persona que tiene tantas limitaciones, incluso laborales, por haber perdido gran parte de sus manos, puede sostener cachorros de dinamita o arrojar piedras en un conflicto tan intenso como fue el 8 de septiembre?

En marzo de 2019 en el bloqueo de caminos que desplegaron los campesinos de Adepcoca en contra del Gobierno por la apertura de un mercado ilegal de coca, Porfirio Rivero salió herido. Él estaba en la localidad de Yolosita con un grupo de campesinos yungueños y por la mala manipulación de un cachorro este le explotó en las manos y quedó herido en plena carretera.

No fue socorrido si no hasta después de ocho horas y trasladado a La Paz para su atención, desde entonces solo tiene dos dedos en la mano derecha y perdió toda la mano izquierda. Rivero fue catalogado como “albañil” por la Policía y el informe asegura que tiene cuatro denuncias por los sucesos del 8 de septiembre, por los delitos de lesiones graves y leves; otros por asociación delictuosa; un tercero por racismo y el cuarto proceso sería, discriminación, lo que provoca la impotencia de los cocaleros que conocen de cerca a Rivero.

LA BUENA: ¡PLÁCIDO COTA ESTÁ  VIVO!

“Me ha tocado vivir”, Plácido Cota vuelve a una asamblea de cocaleros.

“Masistas y no masistas, todos me han ayudado.... Gracias, nunca había visto tanta ayuda, nunca había visto tanta plata para ayudarme”, señaló

Vía: Página Siete | 

Con una pañoleta celeste que, en función de cabestrillo, sujeta su brazo izquierdo, aún en recuperación por la pérdida de la mano por una explosión de dinamita, el cocalero Plácido Cota regresó este domingo a una asamblea de su sector en la zona de Las Mercedes.

Lo hizo en compañía de sus tres hermanos, quienes contaron el “milagro” de tenerlo con vida después de que el 8 de agosto, durante una movilización en defensa de su sector en La Paz, le explotara una dinamita y le vaciara parte de los órganos internos.

Quedó sólo con 20% de probabilidades de vivir, pero recuperó en un mes y 10 días tras ocho operaciones. Este domingo derramó lágrimas y contó ante los asistentes a la asamblea cocalera que, en algún momento de su recuperación, pensó en morir por lo delicada que era su situación y por cómo había quedado. “Yo no quería volver, compañeros, pero me ha tocado vivir a mí”, dijo.

Confesó que luego de su recuperación su mayor preocupación era el elevado costo de las curaciones (290.000 bolivianos), pero dijo que quedó sorprendido por la enorme solidaridad de los yungueños y de sus compañeros cocaleros y transportistas, quienes reunieron el dinero con diferentes actividades.

“Masistas y no masistas, todos me han ayudado.... Gracias, nunca había visto tanta ayuda, nunca había visto tanta plata para ayudarme”, señaló, para luego señalar que se encuentra feliz de estar nuevamente con su familia y sus vecinos.

Sus hermanos contaron durante la asamblea su proceso de recuperación y también reiteraron su agradecimiento a la población yungueña por su ayuda.

Después de su intervención, Cota se retiró de la asamblea con la ayuda de sus familiares.