Vía: Zulema Alanes B. |
Evo Morales perdió los estribos. Reclamó a Arce por no rendir cuentas a las bases cocaleras, dijo que tiene pruebas de corrupción, reclamó porque las obras no llegan a la gente, criticó la política económica y se desmarcó de la gestión gubernamental.
El jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS) no ha cesado en sus arremetidas contra el gobierno desde que, en diciembre de 2021, el presidente Luis Arce desoyó su demanda de cambios en el gabinete de ministros. Morales subió la presión con la denuncia de un presunto encubrimiento al narcotráfico y desde entonces no ha dejado de cuestionar al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
Sus críticas han subido de tono, dijo que ha entregado al propio presidente pruebas de corrupción que no han sido esclarecidas, reclamó por la falta de obras y aseguró que “no se siente el cambio económico” que propagandiza el gobierno.
ARREMETIDA FRONTAL
Este martes continuó su arremetida. Negó que quiera reemplazar al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, por Juan Ramón Quintana porque su exministro “jamás, jamás” aceptaría integrar el gabinete del gobierno de Arce.
En declaraciones a radio Panamericana, Evo Morales, afirmó que “Todo es mentira, jamás Juan Ramón Quintana estaría con este gobierno, jamás”, desmarcando a su exministro de la gestión gubernamental a cargo de su partido.
Como para que no queden dudas, el jefe del MAS y de los cocaleros del Chapare, dijo que es “imposible” que acepte ingresar a la actual administración gubernamental “aunque invitara el presidente”.
Morales no ha dejado de cuestionar el apoyo que recibió el ministro Del Castillo en la interpelación a la que fue convocado a petición de dos diputados del MAS. “No puedo entender que algunos ministros sean salvados por la derecha”, insistió en sus declaraciones a la emisora radial y dijo que “los mejores ministros son repudiados por la derecha y no defendidos ni salvados por la derecha”.
Aunque corrían rumores respecto a una posible censura, el titular de Gobierno salió librado de responsabilidad en la interpelación en la Asamblea Legislativa con los votos de 77 asambleístas del MAS que aprobaron la “orden del día pura y simple”.
Contrariamente a lo sucedido en la votación, Morales aseguró que Del Castillo fue defendido por asambleístas de Creemos y Comunidad Ciudadana y, reiteró que Quintana nunca aceptaría un cargo en el actual gobierno porque “hay ministros, exministros y autoridades que si bien no son indispensables tampoco son desechables, pero sí tienen dignidad y por eso no van a aceptar”.
También se mostró contrariado por los dichos del ministro Del Castillo respecto a diputados cocaleros que supuestamente se embolsillan dinero con el negocio de la coca y aseguró que esas acusaciones forman parte de una dura campaña contra su persona y los dirigentes del Chapare, especialmente los legisladores Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza.
Desde el viernes pasado, al cabo de un ampliado cocalero, Morales no dejó de reiterar sus cuestionamientos al resultado de la interpelación al Ministro de Gobierno y afirmó que “seguramente el presidente va a tener que explicar a las seis federaciones, a las subcentrales y a la mancomunidad a qué se debe”.
El fin de semana anunció una reunión con Arce para tratar el tema. La cita no se confirmó y el lunes, día en que Morales esperaba que se concrete el encuentro, el ministro de Gobierno Eduardo del Castillo reapareció en la Casa Grande del Pueblo junto al presidente Luis Arce durante la presentación del sistema para tramitar el certificado de antecedentes policiales de forma virtual.
DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN
“¿Cómo es eso, hay que ser corrupto para no ser cambiado?”, cuestionó Evo Morales durante la entrevista en radio Panamericana y aseguró que tiene documentación que demuestra la corrupción en el gobierno de Arce.
“Tenemos tanta documentación sobre corrupción del Ministerio de Obras Públicas, a mí no me gusta hablar en base a chismosería” reveló el jefe del MAS y añadió que “entregué documentos e implicaciones de comandantes en tema narcotráficos personalmente al hermano Lucho y no pasó nada”.
Expresó que se siente contrariado por la inacción del gobierno frente a la corrupción y aseguró que “si hubiera pasado algo hubiéramos entregado muchos documentos, pero ahora los guardamos los documentos y mucha información y para eso estamos a la espera de una reunión con el presidente”.
Además del Ministerio de Obras Públicas, dijo que otros ministros fueron denunciados por hechos de corrupción, como el exministro de Educación Adrián Quelca, a quien habría advertido personalmente de que se lo estaba investigando por hechos de corrupción, “pero no hizo nada”.
“Tengo esta documentación, tanta corrupción, ahora, ahí, viceministros corruptos y imputado no se lo cambia, cómo eso. ¿Hay que ser corrupto para no ser cambiado?”, cuestionó.
Reclamó que el presidente Arce no haya tomado nota de la resolución de la asamblea cocalera porque cuando otras organizaciones sociales los convocan “van corriendo” e insistió que espera que el encuentro con el primer mandatario se concrete en las próximas horas porque “nosotros tenemos mucha autoridad para pedir reivindicaciones y atención a las demandas, como señalan los compañeros en el trópico de Cochabamba el 97% (votó por) Lucho presidente y David vicepresidente”.
CRÍTICAS A LA POLÍTICA ECONÓMICA
Ante la falta de respuesta del presidente Arce, Evo Morales decidió hacer pública su agenda de reclamos al primer mandatario.
Durante la entrevista con radio Panamericana también cuestionó la política económica y aseguró que “no se siente el cambio económico” prometido por el gobierno del MAS.
“En este momento en Orinoca hay un pedido permanente, le faltan obras; no hay movimiento económico. Esa demanda es permanente”, dijo.
Relató que en un reciente encuentro “con hermanos productores del Trópico, dueños de hoteles, conversé con dueños de surtidores y me decían cómo bajó el jornal. Antes el jornal se pagaba, a cualquier obrero, 120 a 100, ahora es 60 o 70” y añadió que la situación en otras regiones es aún peor, “en el altiplano boliviano está a 30 o 40, máximo 50 bolivianos el jornal”.
“Eso qué significa, que no se siente el cambio económico. Está mejorando la economía, pero no se siente en la familia en el campo como también en la ciudad”, aseguró.