Por primera vez desde que Moscú lanzó la guerra contra Kiev hace 77 días, se interrumpen las exportaciones de gas ruso a través de Ucrania al resto del continente europeo.
Vía: France24 |
Los flujos de gas ruso a Europa a través de Ucrania cayeron una cuarta parte este miércoles 11 de mayo después de que Kiev detuviera el uso de una importante ruta de tránsito, hecho del que responsabiliza a la interferencia de las tropas del Kremlin. Entretanto, Moscú señala que bombardeó más de 90 objetivos militares durante la madrugada y el Ejército ucraniano informa que recuperó varios territorios en Járkiv, en el noreste y segunda ciudad del país.
GTSOU, que opera el sistema de gas de Ucrania, ejecutó la medida este 11 de mayo, tras anunciar un día antes que se vería obligada a hacerlo por los combates de las tropas rusas en una importante zona de tránsito. Gazprom, controlado por el Kremlin, confirmó que los volúmenes descendieron a 72 millones de metros cúbicos (mcm), frente a los 95,8 mcm 24 horas antes.
En el terreno, los combates siguen centrados especialmente en la región del Donbass y la ciudad de Mariúpol, en el este de Ucrania.
Ucrania detiene el flujo de gas a Europa desde una zona ocupada por Rusia
El operador ucranio afirma que el tránsito de este hidrocarburo estaba en peligro y pide a Gazprom que lo reconduzca por otro punto en territorio controlado por Kiev. El consorcio ruso responde que es “técnicamente imposible”
Ucrania ha detenido este martes el flujo de gas a través de una estación de la región oriental de Lugansk, en el área de Donbás, ahora en poder de las fuerzas de Moscú. Desde la ruta de interconexión de Sojranivka y por el punto de compresión ahora comprometido de Novopskov, en Lugansk, circulan alrededor de un tercio de las exportaciones de gas ruso a Europa a través de Ucrania. El Operador del Sistema de Transmisión de Gas de Ucrania (GTSOU, en sus siglas en inglés) ha alegado razones de seguridad para la medida y afirma que el Ejército de Vladímir Putin, que lucha en la zona en uno de los frentes más calientes de la segunda fase de la guerra contra Ucrania, estaba interfiriendo en los procesos técnicos de esta infraestructura clave, lo que pone en riesgo la estabilidad del sistema, y había comenzado a desviar gas.
Ucrania ha alegado causa de “fuerza mayor” para dejar de operar la estación compresora de gas ocupada por las fuerzas rusas y a unos 90 kilómetros de Severodonetsk, la ciudad más importante de la provincia y que ahora asedian las tropas del Kremlin. Kiev ha reclamado a Gazprom —controlada por Moscú, que tiene el monopolio de los gasoductos y del gas ruso enviado a Europa— que desvíe el flujo a otro punto de tránsito desde la ruta de interconexión de Sudzha (noreste, cerca de Sumi), para compensar la caída de los flujos. La gasista rusa señala que cumple todas sus obligaciones con los compradores europeos, ha rechazado la propuesta ucrania y ha asegurado que ese desvío es “técnicamente imposible”.
Por primera vez en 77 días de guerra en Ucrania, los envíos de gas hacia Europa a través del país del Este se han visto afectados por el conflicto y han caído en una cuarta parte este miércoles. Gazprom confirmó que el tránsito del combustible a Europa a través de territorio ucranio se ubicará este miércoles en 72 millones de metros cúbicos, frente a los 95,8 millones suministrados la víspera. El punto de interconexión fronterizo comprometido alimenta el 3% del consumo total de gas de la Unión Europea.
Los precios del hidrocarburo han acusado el golpe y se han disparado antes de retroceder, gracias a un aumento parcial del flujo de gas ruso a través de la estación de Sudzha, lo que limitó el aumento del coste. Por el momento, Alemania, uno de los gigantes de la Unión Europea con mayor dependencia del gas de origen ruso, ha manifestado que su suministro es “seguro”.
La situación ha añadido tensión a unos mercados ya excitados desde finales de abril. Moscú —acosada por las sanciones occidentales— paralizó el 27 de abril las exportaciones de gas a Bulgaria y Polonia porque no habían pagado en rublos, como requiere un nuevo decreto firmado por el presidente, Vladímir Putin.