Foto: Agrecol |
El consumo consciente evitó el incremento descontrolado de casos de Covid-19 en Bolivia y el mundo. La alimentación sana posibilitó que la población infectada no ingrese a fases graves de la enfermedad.
Los criterios corresponden al médico e investigador en temas de alimentación, Roger Carvajal, quien exhorta a la población a tomar conciencia sobre la importancia de los alimentos saludables debido a que no existen medicamentos “claros” contra el covid y porque las vacunas son “muy relativas”.
Frente a ello, lo que queda -dice- es la inmunidad que se la consigue con base a una dieta sana, ejercicio y manejo del estrés, además bajar la carga viral con las medidas de bioseguridad.
Destaca que en varios países de Europa se tomó conciencia sobre esta situación y se redujo el consumo de alimentos que no benefician a la salud y el resultado fue una mejor reacción inmunológica contra la enfermedad. Una forma de pensar que considera debería ser adoptada por la sociedad boliviana.
Al margen de la falta de alimentación saludable, otro problema para la salud, es la sedentariedad que afecta a la población mayor edad y en los últimos años a los jóvenes debido a que no hacen ejercicios como las generaciones pasadas.
“Ahora están sentados con su computadora y su celular lo cual genera sedentarismo y los vuelve en una población vulnerable de riesgo”, afirma.
También los conductores de vehículos, la gente que está en su casa sin salir están en riesgo de contraer el virus, alerta el experto.
DIETA SALUDABLE
Según el experto, la dieta boliviana es muy “diabetogénica”, está llena de carbohidratos y grasas, que sumado al sedentarismo tiene efectos en la salud de las personas.
“Los alimentos que no son orgánicos, que son productos de la industrialización utilizan muchos materiales refinados como el azúcar refinado, las harinas blanqueadas, aceites no adecuados, grasas insaturadas. Entonces todo eso provoca a la persona; que es consumidora; que ingrese a un estado proinflamatorio, es decir la grasa que se acumula a consecuencia de esto libera sustancias inflamatorias que hacen que el cuerpo se inflame y cuando llega un virus (como el covid) o una bacteria pues provoca inflamaciones grandes y severas, dañando tejidos y órganos y son aquellas personas que tienen predisposición a ingresar a un covid grave”, expone Carvajal Cabildeo Digital.
Ante ese riesgo, recomienda cambiar de dieta porque una baja de casos de esta enfermedad depende del estilo de vida.
“Se debe utilizar pescado, verduras y frutas, con propiedades inmuno moduladoras que hacen que el individuo no se inflame y si a esto se suma ejercicio, manejo del estrés, entre otros, asumiríamos una responsabilidad con nuestro propio organismo” manifiesta el médico e investigador.
Sería también interesante que la gente conozca los alimentos que realmente contribuyen a la inmunidad, aquellos ricos en minerales como el zinc, selenio, como las almendras, las nueces y los frutos secos.
También se debe considerar que muchos productos que se consume en la dieta diaria son antinflamatorios muy potentes, por ejemplo los que tienen “quercetina” que se la encuentra en la cebolla, manzanas, uvas, vino tinto, es poderosa como antinflamatorio y antioxidante.
“Recientes estudios indican que se ha consumido una mejor dieta orgánica y la gente parece que entró en ese ritmo de cambio de dieta y estilo de vida, y aparentemente está a un 28% de incremento de productos orgánicos, frutos y verduras en su dieta. Lo cual es maravilloso, contribuye para prevenir inflamaciones y enfermedades como el covid”, asegura.
Otro peligro son los alimentos que contienen pesticidas como es el caso de la soya del oriente boliviano o el trigo que viene de Argentina, pues estas sustancias provocan que se “module” nuestra capacidad inmunitaria de manera negativa.
Por tanto, demanda al Gobierno establecer una estructura para controlar el uso de estos aditivos en los alimentos.