El mandatario pidió a sus ciudadanos denunciar amigos y familiares que critican al régimen y a la guerra con Ucrania. Los antecedentes de la era soviética, cuando quienes eran marcados terminaban confinados en un Gulag
Vía: infobae |
Una nueva medida impuesta por el presidente ruso, Vladimir Putin, imita a los dictadores de la era soviética y envía al país de vuelta a 1937, cuando se alentaba a los ciudadanos rusos a denunciar a sus parientes cercanos y asociados para “informar” sobre los “traidores” del estado.
Los medios internacionales comenzaron a comparar esta nueva medida con la fuerza de policía secreta de Joseph Stalin, la NKVD (sigla en ruso del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos), utilizada para erradicar a cualquiera que hablara en contra del Partido Comunista durante la era soviética.
Estas tácticas llevadas a cabo por el entonces cabeza del gobierno, resultaron en que más de un millón de personas fueran tildadas de “saboteadores” o “enemigos del pueblo” y enviadas al Gulag (Dirección general de Campos de Trabajo).
El diario británico Express, resaltó que casi 100 años después de lo ocurrido, el Kremlin implementó una nueva línea telefónica directa y el sitio web que se espera ayuden al organismo a erradicar a los disidentes y críticos de Putin.
Se cree, según diversas fuentes, que las autoridades se encuentran enviando manuales de instrucciones a los ciudadanos a través de mensajes de texto de cómo delatar a otros. Los usuarios de la red social Telegram, también pueden utilizarlo por medio de un canal exclusivo dedicado en la plataforma.
Este nuevo método impuesto por el Kremlin ha llevado hasta el momento una joven dependienta de 22 años a pasar 24 horas en una celda después de decirle a un extraño en un bar de Moscú que no estaba de acuerdo con la guerra.
La joven afectada le dijo al diario Sunday Telegraph que “Fue solo una charla... se molestó mucho porque no compartíamos su opinión y comenzó a discutir, diciendo que Putin y la guerra tenían toda la razón”. En consecuencia, el hombre en cuestión fue expulsado del bar, pero menos de una hora después, la policía rusa apareció y pidió a la mujer y a sus amigos que salieran.
A continuación la metieron en una celda y la multaron por “desacreditar a las fuerzas armadas rusas”.
Según Express, el grupo ruso de derechos humanos OVD-info registró sucesos similares en los últimos días. Uno de ellos ocurrió en una escuela en Rusia central, en dónde los alumnos delataron a su propia maestra luego de haberla grabado en secreto haciendo cometarios sobre la guerra.
Otro caso, denunciado a través de la línea directa, incluye a una mujer en Siberia quien decoró un árbol de su casa con los colores de la bandera ucraniana y a un hombre en Moscú que colocó una bandera ucraniana en su ventana y, según lo relatado, un oficial de policía lo escuchó criticar la invasión.
Alexandra Baeva, jefa del departamento legal de OVD-info, dijo que “En Rusia ahora, es como en 1937: la gente tiene miedo y se informa unos a otros”.
Recientemente 176 manifestantes fueron arrestados en 14 protestas diferentes en distintos puntos del país por estar en contra de la invasión a Ucrania.
El 16 de marzo, durante uno de varios discursos, el mandatario advirtió a los traidores “escoria” que los rusos leales “los escupirían como a un mosquito que voló a sus bocas”.
Durante su discurso, expresó que no juzga “a los que tienen villas en Miami o la Riviera francesa. O a los que no pueden arreglárselas sin ostras o foie gras o las llamadas ‘libertades de género’. El problema es que existen mentalmente allí, y no aquí, con nuestro pueblo, con Rusia”.
“Occidente intentará apostar por la llamada quinta columna, por los traidores... para dividir nuestra sociedad... para provocar una confrontación civil... para esforzarse por lograr su objetivo. Y hay un objetivo: la destrucción de Rusia”, dijo tajante.
Joseph Stalin utilizó durante su mandato el término “quinta columna” para describir a cualquiera que creía que estaba en contra del Partido Comunista.
En el discurso de estilo orwelliano, Putin agregó, “Estoy convencido de que esta autolimpieza natural y necesaria de la sociedad solo fortalecerá a nuestro país, nuestra solidaridad, cohesión y disposición para enfrentar cualquier desafío”.