COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA
Mediante la presente, La Unión de militares del Servicio Pasivo, como representante legítimo de los militares que son parte de la Reserva de las Fuerzas Armadas de Bolivia, hace conocer su posición, acerca de los ascensos al grado de Generales y Almirantes de las promociones 1987, 1988, 1989 y 1990, de las tres Fuerzas componentes.
I.- La preclusión que la Asamblea Legislativa aplicó a las Promociones 1987 y 1988, es una medida ilegal, afecta la moral y disciplina del personal de la institución, así como los derechos y las legítimas aspiraciones de dos promociones, porque es resultado de un claro incumplimiento de deberes de la misma Asamblea.
II.- El ascenso de las promociones 1989 y 1990 es más complejo y frustrante desde el punto de vista moral y ético, porque implica una serie de atropellos a las Leyes y Reglamentos. Se incumple la Sentencia Constitucional TCP No. 0026/21, luego se emite la Resolución del CJFFAA No 120/21, sabiendo que las resoluciones del Tribunal del Personal de las FF.AA son irrevisables, finalmente se sustituyen unos nombres por otros y se aprueba la nueva lista en la Asamblea.
III.- Este documento, asciende a Generales por “Necesidades del Servicio”, caso que no existe en la nueva Ley de Ascensos; se determina el ascenso en un día de General de Brigada o equivalente a General de Fuerza, cuando claramente el reglamento especifica los años necesarios en cada grado y se hace caso omiso de la primera Resolución.
IV.- Como conclusión, este proceso de ascensos ha calado profundamente en forma negativa en el espíritu de todos los militares del Servicio activo y pasivo de las Fuerzas Armadas de Bolivia, porque han vulnerado sus principios básicos.
V.- Conscientes que la misión de las FF.AA., es preservar la seguridad del Estado, misión afectada moralmente por estos hechos, solicitamos al señor Presidente del Estado, de cumplimiento a lo establecido en nuestra Constitución y la LOFA, “Preservar la seguridad y la defensa del Estado” y “Velar por el potenciamiento de las FFAA, acorde al desarrollo económico social del país”.
VI.- Pedimos al Mando Militar, preservar y velar por la seguridad y defensa de la patria, exigir los medios necesarios, mantener la capacidad de combate y sobre todo, dar ejemplo en el cumplimiento de las leyes y reglamentos, como corresponde al militar de honor.
VII.- Exhortamos al personal militar en servicio activo, sacar conclusiones de este hecho, reafirmando los principios y valores militares con los que egresaron y reiterando el juramento de lealtad: “Defender a la Patria sin omitir el sacrificio de la vida”, dando ejemplo a sus subalternos e influyendo en sus superiores, convencidos que el futuro de Bolivia depende de tener instituciones sólidas y dedicadas al servicio de la patria.
VIII.- Exigimos a los políticos en función pública, respetar a las Fuerzas Armadas, a su institucionalidad, a sus miembros, sus tradiciones, principios, a la Justicia Militar y a las bases que la sostienen: Jerarquía y Disciplina.
IX.- Al personal militar, les recomendamos no olvidar las lecciones de este hecho tan alejado de nuestras normas, tradiciones y principios, mantener nuestra unión y la decisión de evitar que se repita, utilizando todos los medios que la ley permite.