Foto: FAO |
El Covid-19 ha provocado numerosos cambios en la vida diaria de la población de Bolivia y de todo el mundo. Organismos como la FAO recomiendan hábitos alimenticios saludables pero qué pasa cuando la economía o el bolsillo de las personas no alcanzan.
La pandemia ha alterado la vida cotidiana de los habitantes del planeta, causando a muchas personas gran estrés, enfermedad y dolor. En medio de estas dificultades y cambios, lo más importante es mantener un estilo de vida saludable, asegura la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Para ello, en primer lugar, todos deben cumplir las normas nacionales y seguir las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud para protección individual y de los demás frente a la infección y la transmisión de Covid-19.
Incluso con la introducción de una vacuna, estas normas siguen siendo fundamentales para ayudar a poner fin a la pandemia. No obstante, algo que resulta igualmente importante es que la población debe cuidarse y llevar una dieta saludable.
Tras ese breve contexto, la FAO hizo un llamado a la población de Bolivia y el mundo a fortalecer sus sistemas inmunológicos con una alimentación sana y consciente que evite el desperdicio. Y sus siete recomendaciones son:
1. Fortalece tu sistema inmunológico a través de la alimentación
Aumenta tu consumo de frutas y verduras, con al menos cinco porciones al día. Contienen mucha vitamina A y C, además de antioxidantes, que te ayudarán a combatir infecciones. Consume legumbres al menos tres veces a la semana: se conservan por mucho tiempo, son económicas y te ayudarán a mantenerte sano, porque son altas en proteína y hierro.
2. No compres solo alimentos no-perecibles
En vez de comprar muchas pastas y arroz, adquiere frutas, verduras y legumbres. ¿Compraste frutas y verduras de más? No hay problema: límpialas, córtalas y congélalas. Las tendrás listas para tu siguiente preparación.
3. Planifica tu compra: compra lo justo y necesario.
Esto no sólo es un acto de empatía con otros consumidores que también deben abastecerse, sino que te ayuda a evitar el desperdicio de alimentos y mejorar la economía de tu hogar.
4. No botes tus sobras
Si cocinaste de más, congela tus comidas para que duren más tiempo y así evitar el desperdicio, además de tener una preparación lista para otra ocasión, sin mayor esfuerzo. Recuerda: los alimentos deben estar en buen estado para consumirlos.
5. Bebe mucha agua
Toma al menos dos litros de agua al día para mantenerte hidratado y ayudar a tu sistema inmunológico.
6. Haz rendir tu presupuesto
Si tu presupuesto es acotado, recomendamos preferir agua a las bebidas gaseosas. También puedes reemplazar el consumo de galletas, snacks y pastelería por frutas y verduras frescas, ya que ellas te mantendrán más saludable.
7. Cocina en familia
El encierro en que muchos nos encontramos también es una oportunidad de cocinar en casa e incorporar a los niños y niñas en esta actividad, para que aprendan hábitos de consumo saludables desde pequeños.
REALIDAD
En el caso de Bolivia, la recomendación de la FAO para una alimentación sana con frutas y verduras, parece difícil cumplir.
Primero porque cerca del 80% de la población realiza actividades económicas informales y sus ingresos; por ende su alimentación; están sujetos muchas veces a sus ventas.
Es decir, su economía no alcanzaría para incluir en su dieta más frutas y verduras.
A esto se suma, que la tasa de desocupación en Bolivia todavía se mantiene alta, alcanzando un 5,2% según últimos datos del Gobierno.
Y segundo porque un interesante porcentaje de estos productos son internados a territorio boliviano por la vía del contrabando, sin cumplir normas de sanidad alimentaria y peor aún al no existir control de precios afecta a la producción nacional, limitando su acceso a la población.
Por ejemplo, según datos del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), difundidos por la agencia ANF, en los últimos años, los mercados en Bolivia registran un incremento de alimentos importados, en su mayoría de manera ilegal, entre ellos, la papa, arveja, ají, ajo, camote, cebolla, lechuga, plátano, tomate, zanahoria, zapallo, vainita, pimentón, pepino, pera, palta, naranja, mango, manzana, melón, membrillo, durazno, uva y ciruelo.
Para “muestra un botón”. Familias agricultoras del altiplano boliviano mantienen su preocupación frente la importación y contrabando de alimentos de países vecinos. Ante esto, buscan alternativas de innovación e inversión, con el fin de mejorar su producción y ser más competitivos.
“Estamos muy afectados por el contrabando, particularmente de Perú. Toda esta importación y competencia desleal está generando que bajen cada vez más los precios de nuestros productos. Abunda la importación de productos y como autoridades estamos muy preocupados por nuestro fututo”, manifestó a ANF Juliana Torres, secretaria de agricultura y ganadería del Comité Ejecutivo de la provincia Aroma (La Paz).
Esta región y la gran mayoría que conforman el altiplano son productoras principalmente de variedad de papas, verduras y hortalizas, y son esos alimentos que ingresan a Bolivia de manera ilegal de países como Perú y Chile, con precios más bajos, en mayores cantidades y sin cumplir normas sanitarias.
“Es pues una competencia desleal, porque como agricultores tenemos que enfrentar este problema del contrabando y además de limitaciones en nuestras tierras y producción por falta de apoyo y por el cambio climático”, concluyó Torres.