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Por: Amalia Pando |
Este miércoles se vivió un “paceñazo” en la sede de gobierno. Una movilización tan numerosa que logró sacudir al gobierno y empoderar a los ciudadanos que reclaman vivir en democracia.
Columnas de vecinos, estudiantes y trabajadores aparecieron de un lado y de otro, marcharon en un sentido y otro, en un remolino humano acompañado por bandas y tambores, unos bailaron, otros corearon consignas, todos festejaron haber tumbado una ley maldita y protagonizar este acontecimiento tan extraordinario como inesperado.
Hasta antes de este miércoles, La Paz había dado un aporte a cuenta gotas al Paro Nacional y, de todas las regiones del país, era la más aletargada. Y de pronto, en medio de una torrencial lluvia y después del también sorprendente anuncio de Santa Cruz de suspender el Paro, los paceños hicieron honor a su tradición y nuevamente levantaron la tea que dejó Pedro Domingo Murillo, la incesante lucha por la libertad.
¿Qué hizo la diferencia? La Asamblea de la Paceñidad que se reunió el lunes para instruir esta movilización, con el Alcalde Iván Arias a la cabeza que ocupó el rol de dirección que tanta falta hacía.
VIOLENCIA, GASES Y BOICOT
En la avenida Mariscal Santa Cruz, la marcha sufrió un ataque violento de gente del MAS que salió de su guardia, de alguna oficina pública, y atacó a los marchistas con insultos y golpes justo cuando pasaba el Alcalde Arias. Ataque programado para justificar la acción de la policía que reforzó la agresión lanzando gas al rostro de Arias y a todos quienes lo rodeaban.
Sin embargo, nadie huyó ni se rindió. Superado el impacto del gas en los ojos, que es horrible, se retomó el paso triunfante por las calles céntricas de La Paz.
CONTRA EL PAQUETAZO, POR LA DEMOCRACIA
Estos últimos diez días han probado que hay un pueblo que no dejará que el MAS consolide su dictadura. Evo/Arce pensaron que persiguiendo y encarcelando opositores, acusándolos de golpistas y fascistas, ya tenían todo resuelto. Por eso decidieron institucionalizar la dictadura con un paquete de leyes. No esperaban una reacción masiva. Creían que las “pititas “habían sido derrotadas y diezmadas.
Gracias al Comité pro Santa Cruz arrancó esta batalla decisiva y COMCIPO en Potosí respondió con vigor al embate de los paramilitares del MAS. Todas las regiones participaron con masivas marchas, faltaba La Paz y este miércoles dijo ¡presente!
LA ESTAMPIDA NO ES OPCIÓN
La determinación del Comité pro Santa Cruz de suspender el Paro Indefinido causó confusión y desazón y abrirá un serio cuestionamiento a su presidente, Rómulo Calvo.
Dos días antes, en la concentración al pie del Cristo, había arengado a favor de continuar con el paro a pesar de la abrogación de la ley 1386 y, sin mayor explicación, 48 horas más tarde suspendió el paro.
Una medida de esta magnitud política tiene que ser levantada de manera consensuada y ordenada, la estampida no es opción, pero eso sucedió. Calvo se cortó solo, así como lanzó el Paro Indefinido, por su cuenta y riesgo, del mismo modo lo suspendió.
TALÓN DE AQUILES
La fuerza en estas jornadas de noviembre la pusieron dos poderosos gremios, los gremialistas y los transportistas que durante años fueron el sostén político del MAS.
Sin embargo, también fueron el talón de Aquiles del paro porque son sectores que viven al día y que no pueden sacrificar su economía familiar por tiempo indefinido. Después de nueve días, habiendo logrado la abrogación de la ley medular del paquetazo, había que hacer un cuarto intermedio, pero en un repliegue ordenado.
No fueron los grupos de choque del MAS ni la violencia policial ni la persecución de la Fiscalía los que más torpedearon el paro, sino la realidad de la economía, en particular la informal, que venía saliendo de las limitaciones impuestas por el Covid-19, que se sacrificó nueve días y que no podía dejar pasar las ventas de Navidad para recuperarse.
NI EL PRINCIPIO NI EL FINAL
Lo importante es que se ha ganado una batalla que era impensable hace un par de meses atrás. Ya son dos veces que el gobierno de Arce retrocede por la presión de la movilización.
En esta lucha, la actuación en el Legislativo de las dos bancadas de oposición, CC y Creemos, ha sido combativa y ha impulsado la movilización en las calles.
De todos los que dieron batalla, el popular Plan 3000 de Santa Cruz ha representado un salto muy grande. Hasta hace poco, fue bastión del MAS y allí la gente peleó cuadra por cuadra, cuerpo a cuerpo, para hacer cumplir el Paro de los nueve días.
Queda mucho por delante para derogar todo el paquetazo, reponer los 2/3 en el Legislativo y liberar a todos los presos políticos, en otras palabras, recuperar el orden constitucional, recuperar la democracia, porque de esto se trata. “No, no me da la gana vivir en dictadura como la venezolana”, no es extraño que este sea el estribillo bandera de todas las movilizaciones.
MOVILIZACIÓN PERMANENTE
Solo Santa Cruz, seguido por Potosí, fue capaz de acatar un paro de actividades. En la realidad actual lo más conveniente es declarar un estado de movilización permanente. Acumular fuerzas y salir con muchas y creativas medidas de presión.
Otro paro de actividades no es lo más conveniente por la crisis económica y porque es una medida que nos hace frágiles frente a la dictadura de un partido que usa a la Policía y a las Fuerzas Armadas como si fueran brazos armados partidarios, al igual que sus propias milicias.
De noviembre hemos salido triunfantes, a pesar de la desazón que se vive en Santa Cruz. Por delante tenemos que superar las debilidades de nuestras direcciones, incorporar a nuevos sectores y ciudades como El Alto, y organizarnos y organizarnos para el éxito de las movilizaciones que serán permanentes porque la dictadura no nos dará tregua.
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