Por: Amalia Pando |
En la Casa del “Pueblo”, el nuevo Palacio de Gobierno de 33 millones dólares, se ha derrotado a la pobreza y el “vivir bien” es una palpable realidad.
El presidente Arce y su ministro de la Presidencia disponen de bife chorizo todos los días.
Recientemente se ha hecho pública la asignación presupuestaria para los próximos cinco meses destinada al comedor de la Presidencia que asciende a un poco más de 796 mil bolivianos.
La carne se lleva casi la mitad, 356 mil bs., monto que alcanza y sobra para 1080 kilos de bife chorizo al mes, a 66 bs el kilo, según cotiza Fridosa, o 36 kilos al día.
33 ALFOMBRAS PERSAS
Es un número fatal para la cúpula gobernante que se repite en las denuncias de corrupción: 33 camiones, 33 avionetas y 33 alfombras.
En octubre de 2016, Arce Catacora, entonces ministro de Finanzas, salvó su cabeza con el despido de dos funcionarias del Ministerio de Finanzas, acusándolas de la compra de ese lujo asiático.
Se supo que estaban comprando 33 alfombras persas (o iraníes) por 33 mil dólares. La denuncia paralizó esa adquisición, pero continuaron con el mobiliario brasileño que costó 1.3 millones de dólares. Se calculó un sobreprecio que fluctuaba entre el 10 al 20 %.
Arce Catacora estrenó no una oficina sino todo un edificio de 14 millones de dólares. Tan solo por los muebles de su despacho, el escritorio, silla y mesa de reuniones, el Tesoro General de la Nación pagó 14 mil dólares.
33 DEPÓSITOS SOSPECHOSOS
Mientras fue ministro de Finanzas, Arce Catacora, recibió 33 depósitos sin justificativo en sus cuentas personales.
La petrolera transnacional SHELL figura entre las empresas que le hicieron un generoso aporte.
En otros países, estos aportes tienen el nombre de sobornos que se juzgan y castigan. En el nuestro se premia con la Presidencia.
Empresas e instituciones le realizaron 19 depósitos por más de 276 mil bolivianos. El monto parece bajo tratándose de un super ministro. Pero, hay que agregar otros 700 mil bs que su leal secretaria, Deysi Soria, le depositó en 57 transacciones registradas entre los años 2012 al 2019.
La CSUTCB, le entregó por comisiones o por puro cariño, 139 mil bolivianos.
Y, el personal de su ministerio, mediante 11 depósitos efectuados por 6 recaudadores, sumaron algo más de 226 mil bolivianos.
Estos datos fueron develados por la Unidad de Investigaciones Financieras en octubre del año pasado.
OTROS PENDIENTES
Arce Catacora ordenó el pago adelantado de 3 millones de dólares por un software que nunca llegó. Estaba destinado a la Gestora Pública de Pensiones a través de un contrato de 5,1 millones de dólares con unos panameños que desaparecieron con el adelanto.
Para “arreglar” las cosas hizo otro contrato directo con unos colombianos duplicando la apuesta, por 10 millones de dólares por el mismo software, y un arriendo anual de la licencia por otros 1,6 millones de dólares.
Por suerte el gobierno transitorio de Jeanine Añez anuló este contrato. Pero, no se hizo justicia.
UNA DEVOLUCION DE $US 24 MILLONES
Arce Catacora, ya en su condición de presidente, ha causado un daño al Estado de 24 millones de dólares por la devolución de un crédito, casi donación, del FMI de 327 millones de dólares.
Sin embargo, quién está preso en la cárcel de San Pedro es el ex viceministro del Tesoro del gobierno transitorio, Carlos Shlink, acusado de haber conseguido dicho crédito destinado a financiar la emergencia de la pandemia del Coronavirus. ¡Es de locos!, no cabe duda.
TIRO POR LA CULATA
Y también es de locos perseguir y encarcelar a gil y mil, civiles y militares, con el pretexto de un inexistente golpe de Estado.
La propia carta de renuncia de Luis Arce Catacora a su cargo de Ministro de Finanzas no hace mención a ningún un golpe de Estado sino al fraude electoral.
Dice: “La actual coyuntura política tras un irresponsable trabajo del Órgano Electoral hace necesaria la pacificación del país, por lo que presento a usted, (a Evo Morales) mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Estado”
Además, las últimas revelaciones del aprehendido ex comandante de la FAB general Jorge Terceros han sido como tiros, más bien ráfagas por la culata.
Renunciaron y huyeron porque el fraude electoral fue desenmascarado y comprobado. El pronunciamiento militar no tuvo nada que ver. Para entonces, Evo Morales ya tenía redactada su renuncia. El ministro de Defensa Morales, Javier Zavaleta, se despido del Alto Mando Militar en medio de incontenido llanto tras haber garantizado con los militares el despegue del avión mexicano. Se fueron dejando un país en llamas, tal como García Linera le había advertido al general Terceros.
Es evidente que son otros los que deben ser juzgados por tanto daño al Estado, al pueblo y a la democracia.