La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, afirmó que Bolivia reestableció relaciones diplomáticas de confianza con Estados Unidos en el marco del respeto a la soberanía del país, desde el inicio de la campaña, más allá del tema ideológico para no perjudicar gestiones para el pueblo boliviano.
En ese sentido, la autoridad señaló que el Gobierno nacional ya conocía con anterioridad sobre la aprehensión del exministro, Arturo Murillo, acusado por la justicia estadounidense de cometer delitos de lavado de dinero y soborno.
Por otra parte, dijo que el Ministerio de Gobierno lleva adelante aproximadamente 30 auditorías por distintos casos donde se identificaron irregularidades cometidas durante el gobierno de Jeanine Áñez, uno de los cuales tiene que ver con la compra de gases lacrimógenos con sobreprecio.
Según la información proporcionada por el Departamento de Justicia de EEUU, los estadounidenses Luis Berkman, Bryan Berkman y Phillip Lichtenfeld pagaron $us 602.000 en sobornos a funcionarios del Gobierno boliviano en beneficio de Murillo.
Los indicios muestran que el objetivo de ese pago irregular fue que la empresa de Bryan Berkman, con sede en Florida, obtuviera y mantuviera negocios del Ministerio de Defensa de Bolivia, específicamente, un contrato de aproximadamente $us 5,6 millones para proporcionar a esta cartera de Estado gas lacrimógeno y otros equipos no letales.