En 2020, la producción nacional de alcohol anhidro cayó un 32% como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Las cuarentenas aplicadas en esa gestión paralizaron la fabricación del combustible.
La producción de este aditivo que se mezcla con la gasolina especial, en la pasada gestión, fue de 55.152.000 litros, es decir, un 32% menos que los 81.646.000 litros procesados en 2019.
El dato fue revelado por el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en la rendición pública de cuentas de esta entidad estatal.
El anuncio de esta autoridad fue rechazado por el presidente de la Unión de Cañeros Guabirá, Alcides Córdova, al indicar que “en ningún momento” bajó la producción de alcohol anhidro y lo que sucedió fue un incumplimiento de retiro de volúmenes acordados por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Explicó que YPFB no cumplió con el retiro del volumen acordado para 2020, el cual estaba programado para 147 millones de litros, sin embargo la estatal sólo acopió 51 millones de litros.
La causa del incumpliendo fue la pandemia y el confinamiento así como la falta de logística de la estatal petrolera para el almacenamiento del producto.
Otro elemento que limita la demanda es la falta de coordinación entre la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) con los surtidores, puesto que no todas las estaciones de servicio comercializan la nueva gasolina debido a la excesiva burocracia para su calificación.