EN TORNO A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “MARXISMO NEGRO”

Por: José Luis Saavedra |  Miembro de Somos Sur | 

En el curso de la última semana he asistido a dos interesantes presentaciones de libros: una, el día viernes 29 de enero, a la presentación del libro de Aníbal Quijano “Por la Imaginación política. De la Socialización a la Descolonialidad del Poder", editado por la Red por Descolonialidad del Poder y Autogobierno Social.

Otra, el día lunes 1º de febrero, he asistido a la presentación del libro “Marxismo negro. Pensamiento descolonizador del Caribe anglófono” de Daniel Montañés Pico, editado por Akal.

Sin duda alguna, los dos programas han estado excelentes y convendría reseñar ambos eventos; pero, por razones de emergencia teórica y política, hoy vamos a reseñar la interesante presentación del libro “Marxismo negro”, esperando -con ansias- que pronto pueda llegarnos el libro.

Si bien en la presentación han intervenido Montserrat Galcerán Huguet, catedrática emérita de filosofía de la Universidad Complutense de Madrid; Jesús Espino, de Ediciones Akal; Antumi Toasijé, Historiador, activista panafricanista y presidente del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica y Daniel Montañés Pico, autor del libro, por razones de espacio vamos a limitarnos a referir la participación del autor. 

1. “Con Felipe Quispe empecé a aprender y a interesarme por los temas del marxismo negro”

Me llamó poderosamente la atención que el autor del libro, Daniel Montañez, empezara su participación refiriendo que su decisión de estudiar a los marxistas negros del Caribe anglófono, “mi experiencia personal de cómo terminé llegando al tema del marxismo negro”, tiene mucho que ver con haber estado -un tiempo- nada menos que en Bolivia, concretamente en la ribera del lago Titicaca, compartiendo con el movimiento indianista radical, con el movimiento que incluso ha formado guerrillas (EGTK).

Montañez relata que ha tenido la posibilidad de compartir con los líderes indianistas, en concreto con Felipe Quispe Huanca (uno de los más grandes líderes indianistas) y con su hijo, Ayar Quispe. Ellos le comentaron, muy convenidamente, lo importante que había sido el marxismo para construir sus propias posturas políticas, obviamente un marxismo adaptado a sus propias condiciones de vida. Los Quispe se consideraban pues marxistas indianistas o, mejor dicho, indios marxistas. 

“Lo que (los Quispe) me contaban es que una referencia fundamental de su pensamiento eran los marxistas negros, la tradición negra radical”. 

Ha habido, así, un interesante vínculo entre los pensamientos de la periferia, del Sur global, de manera directa, sin pasar para nada por el pensamiento europeo. Los Quispe y los militantes indianistas hacían una lectura intensa de Frantz Fanon, principalmente de Los condenados de la tierra; también de la obra de los líderes del Partido de las Panteras Negras (para la Autodefensa), como Stokely Carmichael, principalmente de Poder Negro (La política de liberación en Estados Unidos). 

A Montañez le impresionó que todo esto ocurriera en pleno altiplano de Bolivia, en las comunidades rurales del mundo aymara, donde se estaba leyendo ese tipo de libros (poco o nada conocidos en la academia universitaria). “A mí me pareció una cosa impresionante este tipo de vínculos intelectuales”.

2. Marxismo negro

Montañez sustancialmente ha explicado dos ideas primordiales, que -dice- atraviesan todo el libro y que -por ello- es interesante debatir. Nos ha enseñado, pues, “dos ideas para situarnos, que son fundamentales”: marxismo negro y racismo. 

Qué es el marxismo negro, el término -refiere Montañez- proviene de Cedric Robinson, un pensador radical afroamericano, que falleció el 05 de junio de 2016. Robinson plantea, en un libro que se llama Black Marxism , de 1983, cómo pensar el marxismo desde la experiencia histórico social de la población negra.

Montañez estudia el marxismo caribeño, donde obviamente hay diversidad ideológica (interna); pero, que lo que los une es pensar -desde la terminología marxista- el problema de la población negra en el capitalismo.

A quiénes estudia Montañez, fundamentalmente la obra y el pensamiento de Oliver Cox, CRL James, George Padmore, Eric Williams, George Beckford, Lloyd Best, Walter Rodney, Stuart Hall y (la única mujer) Rhoda Reddock.    

Montañez planteó una pregunta interesante: ¿el marxismo negro es sólo desarrollado por las personas codificadas como negras?, obviamente es a quienes les afecta y lo viven en carne propia, pero es también -dijo- una cuestión epistemológica.     

Más aún, ¿estas ideas sólo sirven para entender la situación de explotación de los pueblos negros?, sí, pero también -expresó- para entender cómo funciona el capitalismo a nivel global, “nos dan a entender que el racismo es una estructura que funciona a nivel global y está articulada con la super explotación que sufren los pueblos racializados”. Es pues un pensamiento también universal.

“Todo pensamiento parte de una experiencia particular, pero nos dan elementos para pensar el mundo en toda su generalidad”.

Ahí Montañez planteó otra pregunta interesante llamativa: ¿cuándo aparece todo esto?, fundamentalmente cuando empiezan a llegar las ideas marxistas a las organizaciones de los pueblos negros, es decir a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

De acuerdo con Montañez, este pensamiento lo vemos desarrollado fuera de las organizaciones marxistas clásicas (léase partidos comunistas), en los movimientos panafricanistas, en el Black Power, en los movimientos de la población negra, que indudablemente exceden las organizaciones marxistas tradicionales y/o conservadoras.

Racismo 

Qué entienden los marxistas negros por racismo y cuál es su perspectiva sobre el racismo. Según Montañez es una perspectiva marxista sobre el racismo y es también una representación poco conocida (nada común) en los estudios sobre el racismo.

En qué se basa la perspectiva marxista sobre el racismo, la perspectiva materialista y revolucionaria sobre el problema del racismo, fundamentalmente en cuatro puntos, que Montañez nos los ha explicado muy brevemente.

Primero, es materialista, los marxistas negros ponen énfasis en los fundamentos materiales del racismo y no sólo en la cuestión ideológica y/o discursiva, que es lo que a veces nos suele llamar la atención, como los insultos: ¡indio o negro de mierda!

Qué fundamentos materiales hay y cómo se ha explotado a los pueblos negros, en este caso durante cinco siglos, para que haya podido emerger una ideología (racista) que deshumaniza a la gente negra. 

Los marxistas negros ponen énfasis en el hecho material que provoca el racismo. De ahí que los marxistas negros estudien fundamentalmente la división del trabajo en términos raciales y en general la relación raza - clase.

Segundo, es histórica. Como bien sabemos, es muy importante para la metodología marxista, para el materialismo histórico, estudiar cómo se originan las cosas y cómo se desarrollan.

Para responder a la pregunta: dónde está el origen del fundamento material del racismo, Montañez refiere que los marxistas negros han tenido que ir hasta el siglo XVI, al expansionismo colonial europeo, es decir a los orígenes de la división racial del trabajo.

Ahí se ve, muy bien, la diferencia que los marxistas negros establecen con las perspectivas idealistas sobre el racismo. Hay quienes (aún hoy) piensan que el racismo es relativamente reciente, por ejemplo, Foucault, que es un autor post estructuralista, plantea, en un libro que se llama Genealogía del racismo (De la guerra de razas al racismo de Estado), que el racismo empieza en el siglo XIX, por qué, porque es en el siglo XIX cuando se desarrolla la idea científica de raza. Pero, de acuerdo con los marxistas negros, el racismo ya lleva operando el fundamento material desde el siglo XVI, a base de la super explotación de los pueblos negros del mundo.

Además de esa posición de Foucault, podemos encontrar otras ideas típicas que dicen que el racismo es algo de toda la historia y que todos los pueblos han tenido discriminaciones. Los marxistas negros nos dicen que sí, que hay muchos tipos de discriminaciones en el mundo. Pero que este racismo es bastante concreto, es inherente al origen del capitalismo y a la división del trabajo en términos de clase, lo ubican así dentro de la historia del capitalismo. Ese es pues uno de los grandes aportes del marxismo negro.

Tercero, es marxista porque es dialéctica, es decir que los marxistas negros ponen énfasis en la cuestión material y estructural, lo cual no quiere decir que lo ideológico se menosprecie; pero, sí que se lo entienda de manera integrada y en diálogo entre lo superestructural y lo infraestructural.

Como bien se sabe, la perspectiva marxista es dialéctica, ve que lo ideológico y lo discursivo siempre tiene que tener un correlato material, un diálogo con los hechos materiales, eso es obviamente fundamental.                                                 

Y, por último, revolucionaria, es absolutamente revolucionaria, aun cuando no dejemos de reconocer que hay visiones antirracistas de carácter liberal, que plantean que el ideal sería el integracionismo. Los liberales bienintencionados reconocen que los negros están super explotados, que “están muy mal y que por tanto vamos a intentar integrarles”, es la perspectiva de la gente negra exitosa. Pero, estamos hablando de cuestiones estructurales que afectan a grandes masas de población negra.

Entonces, frente a los liberales, lo que los marxistas negros proyectan es una perspectiva revolucionaria que plantea que la división racial del trabajo nunca va a terminar. El capitalismo -así lo demuestra la experiencia histórica- no funciona sin grandes grupos de población super explotada. Entonces, la única forma de terminar con el racismo es terminar con el sistema capitalista mismo. Así también lo concibe Oliver Cox:

“El racismo es una actitud social propagada por la clase explotadora con el propósito de estigmatizar a un grupo como inferior para que su explotación o la de sus recursos pueda estar justificada. Entonces, no podemos derrotar al racismo solamente demostrando que sus ideas sobre estos pueblos están equivocadas, dado que son un síntoma de un hecho social material, las ideas sobre la superioridad moral del hombre blanco están profundamente arraigadas en el sistema social y sólo se pueden corregir cambiando el sistema mismo”. Oliver Cox, Raza, clase y casta (1948) 

Así, pues, la presentación del libro “Marxismo negro. Pensamiento descolonizador del Caribe anglófono” de Daniel Montañés Pico ha estado sencillamente excelente, básicamente porque nos ha mostrado que éste es un libro que no sólo sirve para entender y -en consecuencia- transformar la situación de dominación: explotación y opresión de los pueblos negros o afrodescendientes, sino también de los pueblos y comunidades indígenas u originarias, que igualmente desde hace cinco siglos sufren y luchan contra la dominación colonial, capitalista e imperialista.

Finalmente, no queremos, ni podemos terminar este artículo sin referirnos al discurso y a la práctica teórica y política de Felipe Quispe Huanca, el Mallku de los Andes, no sólo por haber sido aludido por Montañés sino también porque luego de su partida al Alaxpacha, ha habido y hay varios escribidores -por cierto bastante mediocres- que insinúan y recuerdan el supuesto carácter racista de Quispe, cuando en realidad es Quispe, principalmente en el ciclo insurgente de la rebelión aymara del 2000 al 2005, quien ha develado, con una extraordinaria lucidez, el carácter persistentemente racista, segregacionista y colonialista del Estado y la sociedad boliviana.    

¡Jallalla Felipe Quispe!