Suarez y Bajo, dos opiniones sobre el Foro en ATB

Del muro de Hugo José Suárez:

Más allá de la chacota de los cantos celestiales, los juegos con el apellido, la vergonzosa producción y el vestido de fiesta de la presentadora, van mis comentarios a quemarropa del debate.

i. Clara mano del MAS en la arquitectura. Las preguntas a Arce fueron sobre su programa de gobierno; a Mesa sobre sus debilidades. Parece que los organizadores tuvieron acceso a las encuestas que muestran los puntos flacos de Mesa y los transformaron en cuestionamientos, en cambio los frentes fuertes de Arce devinieron en preguntas para que se explaye. Pero Mesa tiene muchísima experiencia en pantalla, no cayó en la trampa, salió más o menos bien parado; en cambio Arce ni con todo el set a su favor pudo transmitir un mínimo de simpatía. Me queda claro: no tiene carisma.

ii. Camacho exhibe su mediocridad, así como la fuerza política y económica que lo acompaña. Tuvo también una ayudadita por los organizadores. No dice nada, pero se siente el poder que tiene atrás.

iii. Chi es un discurso de la teología de la prosperidad. Es un fundamentalismo religioso capitalista. Muy coherente, a tono con otros discursos paralelos en el continente. 

iv. Tuto es la renovación del neoliberalismo ilustrado. Muy buenos juegos retóricos, coherente y convincente. Nada de apoyo, pero un relato bien armado. Es la renovación de la derecha boliviana pero sin auditorio. Un Goni en el desierto.

v. Mesa juega a ser la opción al MAS criticando la gestión política y la corrupción, no la economía. Arce apuesta a la continuidad de lo avanzado y oculta bajo la alfombra sus grandes errores (lo político). Pero ambos comparten una plataforma en la visión económica y el rol del Estado en el desarrollo.

Lo lamentable es que no creo que el principio del debate, con todo y sus límites, sea lo que prime las próximas semanas en Bolivia. Lo más probable es que se resuelvan las cosas con violencia por todo lado y de todos los frentes. Ojalá me equivoque.

Del muro de Ricardo Bajo:

"El primer debate de la historia de Bolivia no fue debate, apenas un meme. El formato consensuado por los “líderes” de campaña, la penosa y vergonzosa realización (mal sonido, peor imagen de ATB) y las patéticas intervenciones en general dejaron un profundo sabor a nada. “Curiosamente” el anunciado “hiper/mega/recontra” debate de mañana -con supuestas mejores condiciones- será saboteado por parcializado. La “memeficación” de la política llegó a todo el mundo para desmitificar a los políticos. A Bolivia arribó para reírnos de ellos. 

Luis Arce: el candidato que va primero no debate; "nunca, jamás, never in the life”. Es la regla número uno de todos los manuales de campaña política. Lucho puede tocar guitarra, puede cantar, puede almorzar con el pueblo pero no va a ganar ningún concurso de carisma o quizás si, uno que se llame “el emo del año”. Ergo, los “debates” espectacularizados en su origen por la televisión gringa no son ni serán su cancha favorita. Arce tiene programa, tiene plan, tiene ideas y... tiene también un bajón de azúcar. ¿Su tazita blanca tenía un mate de tilo? Fue el “Martin Prince” del debate, el "nerd" de los Simpson pero con clonazepam.

Carlos Mesa: es el mejor orador de Bolivia, de lejos. Dejó el saco y se puso camisa metida por dentro con barriga promisoria (en un país que sufre para comer no es la mejor imagen semiótica a transmitir). Su video llegó sin audio (otro error de principiantes de sus asesores o ¿fuiste tu otra vez, Mario Espinoza?). Eludió todas las referencias a un pasado que lo persigue como sombra de película expresionista. Hizo alusiones personales (contra Arce y su canasta) sin hacer alusiones personales. Su “nunca, jamás, never in the life” (frase de changos para seducir al electorado joven) fue el gran meme del debate y será leyenda incluso para camisetas. También fue el “trending topic” de la noche.

Luis Fernando Camacho: el terno (y Bolivia) le quedan grande. Alguien se lo ha prestado, seguramente su papa. Tuvo un minuto para hablar y respondió con un minuto de silencio. Fue changueado por Tuto cuando lo llamó “Luisfer” (juro que escuché Lucifer) para agradecerle su "trabajo" en el golpe. Lució un rosario enroscado en la muñeca y en el dedo cuando se lleva colgado en el pecho, otro error de principiantes de sus asesores bíblicos. Su propuesta estrella, fiel a su confesada misoginia, fue: “la mujer está para atender la casa, luego si quiere puede trabajar o estudiar”. Otro meme del no debate.

Chi: tuvo problemas con el idioma castellano, leyó demasiado sus papeles y su quinta palabra en su primera intervención fue “comunismo”. Su propuesta estrella fue: “hacer del Salar la ciudad de Las Vegas pero sin promiscuidad”. Otro meme y van.... Si no fuera un candidato abiertamente ultraconservador, sería chi-stoso. Al final, prometió un "gobierno moral de Dios". Y cantó, si cantó, para "Él", como en la iglesia. Ni con un milagro gana.

Tuto Quiroga: es el eterno corredor de fondo que jamás llega a la meta. Quizás por eso acudió con saco, corbata y… tenis. Quizás por eso, en las pausas, hizo ejercicios de estiramiento. Repitió el mismo discurso privatizador fracasado de hace décadas. Es el alumno jailón de la clase que nunca aprende lo principal.

Feliciano Mamani: ¿alguien le puede explicar a este señor que significa una estrella de David cosida en la camisa? ¿En qué campo de concentración estuvo? Al borde de un colapso nervioso, su voz tembló y cuando le dieron un pase de gol para empujarla a la red (la pregunta sobre la minería cooperativista) respondió sobre las casas que hay que construir para las parejas jóvenes. ¿Qué hora es Feliciano? Manzanas traigo… y una estrella, también traigo. “Van a disculpar pero no pude preparar bien mi exposición”. Otro meme de la noche. 

María de la Cruz Bayá: alguien le dijo a la señora que iba a estar entre puro hombres (lamentablemente la política todavía es vista como territorio del macho) y que debía comportarse con supuestos valores varoniles, es decir agresividad, valentía y coraje. Se le fue la mano, señora. La tacita de tilo del Lucho era para usted. Cuando se cansó de reñir, se bajoneó. Ha escrito, dice, 17 libros pero tiene un serio problema para regular sus emociones. 

El no debate fue un "concurso de talentos" de colegio: uno cantó, otra declamó, otro soltó su frase ingeniosa, otro estrenó terno... y así hasta el meme infinito."