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Por Amalia Pando.-
100 mil contagios y alrededor de cinco mil muertos por coronavirus es la estimación para el 6 de septiembre, nueva fecha para las próximas elecciones, fijada por una ley que a regañadientes promulgó la presidente Jeanine Añez.
En un intento de eludir su propia responsabilidad, la presidente Añez advirtió que si hay consecuencias, es decir, multiplicación de los contagios, los culpables serán los que presionaron por elecciones: Mesa, Evo y Arce. Llama la atención que la presidente no sepa que por ley quien estampa la firma es el responsable. No hay tu tía.
Pero, el problema no es la fecha de las elecciones sino el descontrol de la pandemia que podría llegar a esos niveles inauditos. Y ¿de quién será la culpa?
El próximo 6 de septiembre se cumplirán 5 meses y medio desde que se declaró la cuarentena. Tiempo más que suficiente para aplanar curvas, es decir, detener contagios y muertes. Meta que la mayoría de los países ha cumplido en 3 meses. En nuestras región los que hicieron bien su tarea son Uruguay y Paraguay. Qué los expertos del gobierno comparen políticas y averigüen por qué allí sí pudieron y aquí no.
ATENUANTES
La herencia del MAS en materia de salud es un atenuante importante. Arrancamos colapsados, sin equipos, sin suficiente personal, en guerra campal con los “autoconvocados” de Evo Morales y en una paralizante pulseta de poder entre el gobierno central, las gobernaciones y las alcaldías.
Sin embargo , después de más de tres meses no se puede seguir repitiendo el atenuante como justificativo de errores que han profundizado la crisis sanitaria y más que duplicado los enfermos y fallecidos por Covid-19, al extremo de tropezar con muertos en las calles y de registrar más de mil casos en un solo día.
AGRAVANTES: LOS TEST
La pregunta es: entre marzo y abril, cuando el virus se desplazaba lentamente y mientras el pueblo se sacrificaba acatando la cuarentena, ¿qué hizo el gobierno?
Desperdició ese valioso tiempo. Dio palazos a ciegas. No hizo los test masivos que debían servir para ubicar a los contactos de los pocos enfermos de entonces y así controlar los nuevos contagios. Este pecado original condujo a la multiplicación descontrolada de casos que ha colapsado totalmente el sistema de salud y que pronto nos llevará al mismo infierno.
Hasta el día de hoy no llegaron al país los 500 mil test y reactivos de laboratorio que iban a traer desde los Estados Unidos.
A modo de justificación dijeron que no habían test en el mercado mundial, que estaban agotados y que todas las ofertas eran a futuro. Sin embargo, hay empresas que pueden testificar que tenían propuestas que nadie las quiso recibir y que el único que estaba a cargo era el inalcanzable Mohammed Mostajo Radji.
EL YERNO EN EL PODER
En febrero, Mostajo adquirió el rango y sueldo de Embajador y se convirtió en el principal asesor científico de la presidente Añez y, al final del día, él tomó el control de qué hacer y qué comprar en estrecha coordinación con la OMS y el PNUD.
El escándalo de los sobreprecios en los 170 respiradores catalanes puso en evidencia la existencia de un engranaje de corrupción, el mismo que el MAS había montado en el Ministerio de Salud.
Para salvar a la reina se sacrificó a un alfil. El ministro Navajas fue destituido y tomado preso. Actualmente guarda detención domiciliaria.
Así también, por demanda de un particular, se anunció que Mostajo será incluido en la investigación y el presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, ha pedido sin éxito su destitución. Desde entonces prácticamente se han congelado todas las adquisiciones para el sector salud, afectando negativamente la lucha contra la pandemia.
LA CORRUPCIÓN ANIDA EN LA OSCURIDAD
El gobierno transitorio está abatido por varias denuncias de corrupción que responden a la nula transparencia en las adquisiciones estatales y el también nulo acceso informativo. Gracias a decretos del régimen anterior y con la pandemia de pretexto, no hay licitaciones públicas. Ni siquiera cumplen la formalidad de invitar a dos empresas para poder comparar ofertas. En conclusión, todas las adquisiciones de este gobierno terminan en la carpeta de casos bajo sospecha.
A lo anterior se suma el poder y la confianza entregados a un Embajador plenipotenciario del que se dice es novio de Carolina, la hija de la Presidente. Información divulgada en las redes sociales y nunca desmentida por los interesados.
A pesar del costo político que está pagando, el gobierno sigue actuando en la oscuridad y la peor parte se la lleva la gente con Covid-19 que tiene que pelear por un test, por una cama de hospital o un respirador, por un resultado de laboratorio o, al final, un lugar donde descansar el paz.
UN EJÉRCITO DESPROTEGIDO
Los mandaron al campo de batalla, a los hospitales, con su mandilito blanco, sin bioseguridad, sin armas para defenderse, y naturalmente cayeron como moscas. Médicos, enfermeras, camilleros están en la lista de muertos. Los contagios positivos en este sector y los que están en aislamiento se cuentan por decenas. Al igual que las renuncias. Y también las actitudes heroicas, muchas, como la de la enfermera Mary Luz Salazar quien en medio de una torrencial lluvia e inundación en Santa Cruz llegó a su puesto de trabajo en bicicleta, con el agua por las rodillas que manchó su impecable pantalón blanco.
¿Cómo curar un mayor número de enfermos si cada día hay menos médicos?
Sin pruebas, los médicos no están advertidos ni protegidos del virus que puede traer una embarazada a ginecología o una niña que se atendió en pediatría. Todo el personal de salud y en todo momento, deberían usar ropa de bioseguridad. Sin test que comprueben lo contrario, todos somos sospechosos de portar el coronavirus.
Lamentablemente, el gobierno no protegió a su destacamento de avanzada. Prefirió ahorrar en equipo de bioseguridad y distribuir a unos si y otros no. El resultado es que también escasean médicos en el Torax, en el Materno Infantil y demás especialidades.
La ropa de bioseguridad no es ningún misterio, podían aprovechar la habilidad de los talleristas de El Alto e industrias nacionales dispuestas a producir al por mayor. Igual trato recibieron los respiradores made in Bolivia que no fueron tomados en cuenta.
Sin test que frene la expansión del virus, con pocos médicos y contados respiradores , aumenta la desesperación de los familiares y los anuncios en busca de plasma para policías, militares, médicos, periodistas y pacientes en general que claman por su vida esperando un gesto de solidaridad que no siempre llega.
LOS PEREGRINOS DEL COVID-19
La muerte por Covid-19 es espantosa porque es lenta, solitaria y por asfixia mientras el paciente todavía está en sus 5 sentidos, consciente de que se está muriendo. Pero, si a esto se le agrega que el moribundo debe peregrinar durante sus últimas horas de vida de un hospital a otro y que en todos le cierran las puertas hasta que se derrumba y cae en media calle, para la desolación de sus hijos que fueron testigos de semejante dolor y humillación.
Este peregrinaje inició la historia del coronavirus en Bolivia. La primera paciente que llegó a Santa Cruz pasó por esta penuria . Tres meses después el sistema no había cambiado. David Álvarez, de 64 años, cargando su tubo de oxigeno y acompañado de sus hijos, tocó las puertas de 10 hospitales, según relato de El Deber. De un hospital lo mandaban a otro, de ese pasó a otro, y, al final, sin acceder siquiera a una camilla, se murió en la calle.
David Álvarez
Esto no es enteramente culpa del virus. ¿Cuán miserables pueden ser nuestras autoridades que permiten que esto pase una y otra vez?. Los SEDES, bajo la orientación de la OMS y del Ministerio de Salud, habilitaron dos tipos de centros de salud. Los “centinela”, donde exclusivamente pueden ser admitidos los enfermos que probadamente tienen Covid-19 y, los otros, que son unos depósitos de enfermos, para sospechosos, los que están esperando el resultado de su test. Un sistema hecho para repeler pacientes por lo que la mayoría de los afectados se ha hecho invisible en una cadena de contagios y muertes que parece imparable.
Tras meses de fracaso en la gestión de la pandemia, finalmente la Alcaldía cruceña salió en busca de los enfermos que no figuran en ningún reporte oficial. Realizó un rastrillaje en Villa Primeo de Mayo y en el Plan Tres mil y ubicó a más de 15 mil sospechosos, los enfermos sin test, y a 129 enfermos de Covid-19, con test. Es decir, solo en estos dos distritos hay más contagios que los reportados oficialmente en todo el Departamento que también pasó los 15 mil. Lo más importante, sin embargo, es que la Alcaldía dejará en cada barrio un consultorio con cuatro médicos para el seguimiento y cura de estos enfermos.
RESPONSABILIDAD
La presidente Jeanine Añez no puede hacerse la loca, es de su entera responsabilidad frenar el avance del coronavirus y también la estupidez de quienes se resisten a cumplir las normas de seguridad. Hay que encapsularlos, a ambos. Por otro lado, no hay duda que el plan de ir casa por casa que se inició en Trinidad, Beni, con la nueva Ministra de Salud, es el camino acertado.
Al mismo tiempo, la presidente Añez tiene que transparentar su gestión, especialmente las compras estatales y respetar los procedimientos para salir de la oscuridad. Esto significa que debería cesar en sus funciones al presunto yerno, el cuestionado Embajador Mostajo.
Si Jeanine asume su responsabilidad en el manejo de la pandemia, tiene que reasignar recursos, personal y equipos hacia los distritos más castigados, como quien apaga un incendio. Para cumplir con esa tarea no puede mandar a los bomberos sin el equipo necesario. No los puede echar a la hoguera. Tampoco al personal médico.
Hoy, el más afectado es Santa Cruz y todo el esfuerzo nacional debería volcarse a esa región. Sanar y salvar vidas es la primera misión y con ella vendrá la reactivación económica y la superación de la crisis política a través de la realización de las elecciones previstas para el 6 de septiembre.
Esas son las dos tareas de Jeanine: frenar la pandemia y cumplir con su mandato de garantizar elecciones libres y democráticas. No puede cruzarse de brazos a esperar los 100 mil contagios que imposibiliten los comicios. Lo más aconsejable es que ella renuncie a su candidatura y se concentre en sacar adelante a su gobierno y al país. Que sea en homenaje a los caídos en esta pandemia que pronto llegarán a los mil.
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