Por Hugo Del Granado Cosio, vía Los Tiempos.-
En una anterior oportunidad sugerí a la actual administración de YPFB evitar todo parecido con la anterior gestión del sector, porque estuvo plagada de errores, duplicidades, derroche de recursos y corrupción. Dados estos antecedentes, no se requiere mucho esfuerzo para superar fácilmente todas las deficiencias. El prestigio de YPFB está menoscabado y se necesita urgentemente tomar medidas que le permitan recuperar su calidad de primera empresa del país demostrando eficiencia y transparencia.
La eficiencia significa mostrar resultados positivos en el corto plazo, sobretodo tratándose de un Gobierno de transición que tendrá una breve gestión. Para lograr este objetivo se deben replantear las metas de los informes de enero y febrero de 2020, porque con el advenimiento de la pandemia y sus secuelas económicas, todo lo anterior quedó obsoleto. Se requiere un nuevo enfoque centrado en medidas de austeridad que recorten o postergue planes y proyectos prescindibles. Se tiene que formular un business plan para el resto de la gestión 2020. Al efecto, van algunas sugerencias:
En exploración se debería priorizar la conclusión de los pozos exploratorios iniciados en gestiones anteriores, especialmente los de las petroleras privadas (Shell, Total y Repsol) y los asociados con las subsidiarias de YPFB, dejando de lado los proyectos de perforación y los estudios geológicos de Oficina Matriz que no mostraron ningún resultado positivo en anteriores emprendimientos, por falta de oficio, esto significaría un ahorro de 161 millones de dólares (MM$us).
Se debería postergar la construcción de 100 mil conexiones de gas domiciliario programadas para este año, esto también sería un ahorro de 159 MM$us en el presupuesto de inversiones de YPFB. La empresa debería dejar de construir definitivamente estaciones de servicio, esto debiera dejarse a la empresa privada, al igual que las estaciones de servicio de aeropuertos que fueron inútilmente nacionalizadas en 2009 como si se hubiese tratado de una empresa estratégica. Dejar de lado, o postergar esta tarea representaría un ahorro de 16 MM$us.
Asimismo, la Oficina Matriz debería postergar la construcción de edificios, museos, oficinas y archivos por un monto de más de 6 MM$us. Todos los proyectos de industrialización deben ser postergados, en tanto se lleven a cabo auditorías y se efectúe una evaluación técnica de los proyectos ya ejecutados. Si en la anterior gestión (2019) se programó una inversión de 52,4 MM$us en industrialización y plantas y sólo se ejecutó 2,16 MM$us, llama la atención que para 2020 se haya programado 58,49 MM$us por el mismo concepto. No habría razón para continuar haciendo estudios para las plantas de polipropileno, de ácido nítrico, nitrato de amonio y de otros fertilizantes, así habría un ahorro de 3 MM$us.
En resumen, con la formulación de un nuevo plan anual se podría alcanzar un ahorro de alrededor de 350 MM$us. Con seguridad que si se hiciera un análisis más detallado de las inversiones programadas que pudieran ser postergadas, el monto anterior seguiría subiendo.
Las tareas perentorias que la empresa debe desarrollar son las de abastecimiento del mercado interno, la ampliación de ventas de exportación de gas mediante más contratos interrumpibles y la reducción del voluminoso gasto corriente. También se podría avanzar en las auditorias mencionadas, como parte de un diagnóstico de la situación heredada en los proyectos de industrialización y en la situación general de la empresa.
La formulación de un plan coherente y austero de trabajo, sin estridencias ni publicidad/propaganda, sería una buena manera de demostrar eficiencia en un momento difícil para el país.
La administración de la empresa debe ser honesta y transparente. En los últimos días hubo denuncias de malos manejos y de gestión ineficiente, que deben ser esclarecidas. La denuncia de la adjudicación irregular de seguros para el período 2020–2021 de YPFB Corporación por un monto de 7 MM$us y para YPFB Refinación por 5 MM$us; la importación de 164 MM$us de carburantes bajo el pretexto de emergencia por la pandemia; la adjudicación del servicio de alimentación diaria al personal y limpieza de campamento de las plantas separadora y de LNG, ambas localizadas en Río Grande, por un monto de 1,28 MM$us, también como contratación de emergencia y por un período de ocho meses.
La adjudicación de seguros para YPFB Corporación fue comunicada a la empresa beneficiada por el Jefe de la Unidad de Seguros de la empresa y posteriormente “desadjudicada” por otra autoridad de YPFB, debido al reclamo de una de las empresas proponentes.
La emergencia no puede ser motivo para proceder a contrataciones directas generalizadas, al menos debe haber concurso de precios y las irregularidades deben ser exhaustivamente explicadas y subsanadas y no atribuirlas a terceros como fue el caso del servicio de alimentación, cuando se informó que los montos correspondían a la franja de precios determinados por la ANH siendo que dicha franja de precios corresponde a operaciones del up stream y fue aprobada a propuesta de YPFB.
La seriedad de las autoridades del sector debe ser una norma de conducta, la habilidad elusiva y la tergiversación de los hechos debe eliminarse ante las responsabilidades asumidas.
El autor es ingeniero químico y petroquímico