Exministro pide a YPFB garantizar la distribución de gas y dejar de lado las ambulancias

Foto: El Chaco Informa.-

Hidrocarburos en tiempos de coronavirus.

No es desconocido que la nueva pandemia COVID-19 ha golpeado la economía mundial y llevado consigo hasta la fecha más de 45 mil vidas. Bolivia, no es la excepción, más aun cuando sus ingresos se basan fuertemente en las exportaciones de gas y minerales que han caído a sus niveles más bajos. 

Los hidrocarburos en tiempos del coronavirus, en análisis del exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, deben ser un desafío, y YPFB dejar de ser una entidad politizada, porque a su criterio la estatal se está ocupando más del coronavirus que de la gestión petrolera, cuando el país está a puertas de soportar una de sus peores crisis económicas. 

“Nos estamos ocupando de poner ambulancias por acá y por allá; pero esa no es la tarea de YPFB que se debe dedicar a abastecer de combustibles, a explorar, a producir más para comercializar más (…). No vemos a otra petrolera pública o privada en el mundo haciendo gestión política con carritos para apoyar el coronavirus, eso tiene que hacerlo el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Salud”, señala Ríos.

En entrevista con Cabildeo Digital, el exministro del Gobierno de Carlos Mesa y actual socio director de Gas Energy Latin América, considera que la gestión de YPFB fuertemente propagandista en el Gobierno de Evo Morales, continúa muy débil en su gestión con el actual Gobierno de Jeanine Áñez por lo que es necesario despolitizarla e institucionalizarla para encarar los desafíos que se presentan para el país.

“No se debe olvidar que nuestra producción de gas estaba en 61 millones de metros cúbicos diarios (MMmc/d) por el año 2013 y este año estamos en 53 MMmc/d; es decir, con menos reservas, menos capacidad de producción, menos gas para el mercado de exportación”, apunta.

El especialista recuerda que el país tiene contratos vigentes con Argentina y Brasil, y aunque no son los mejores, debe pensar en que hay un mercado privado importante en ambos países. 

“No olvidemos que YPFB tiene un contrato con Petrobras que va de 20 MMmc/d a 14 MMmc/d que es lo está demandando Brasil por la baja demanda, y no se firman contratos interrumpibles, hay contratos adicionales que deberían formarse con otras empresas de Brasil para complementar la caída de Petrobras”, opina.

Según el consultor internacional, el coronavirus llegó al país con efectos perversos pues ha provocado una caída histórica en el precio del petróleo, luego de la firma de contrato con Petrobras, donde se estipula el precio del gas indexado al petróleo, lo que implica menos ingresos por la venta del gas.

“En este contexto es que la demanda de Brasil se contrae y hace que Petrobras firme un contrato por 10 MMmcd menos y Argentina también renegoció una adenda por menos volumen de gas (…). Estamos viviendo un efecto de menor precio de volumen de gas muy fuerte y sumado a esto está la fuerte importación de derivados de hidrocarburos como son el diésel, gasolina”, señala.

Ríos menciona que el país importa cerca de 40 mil barriles de diésel y gasolina al día al país, aunque deja en claro que en la actual coyuntura los niveles de consumo de los combustibles están por el suelo debido a que el aparato productivo industrial está casi paralizado, lo mismo que el transporte. Sin embargo considera que el país debe retornar a la normalidad y para eso debe estar preparado el sector hidrocarburífero.

“La minería también está golpeada, los precios se han caído y el aparato productivo con el coronavirus está parado, tanto las pequeñas y medianas empresas no funcionan, los restaurants no funcional al igual que la cadena productiva está parada, estamos en la tormenta perfecta que nos llevará a una crisis económica muy fuerte que no sabemos dónde desencadenará y dónde terminará”, afirma.

La semana pasada, la minera San Cristóbal considerada la más grande operadora del país, ha anunciado que acatará el decreto 4200 y dejará de operar en tanto dure la cuarentena decretada en todo el territorio nacional, lo mismo que otras empresas importantes como Sinchi Wayra o Panamerican Silver.

En la situación actual y si persiste el precio de 30 dólares por barril de petróleo a nivel internacional, Ríos estima que el país no obtendrá más de 700 millones de dólares de ingresos por la exportación de gas, lo cual es muy crítico.

“El país va a necesitar de dólares y no tenemos otro rubro exportar, la soya no está al alcance como para compensar y la minería no da porque también está de caída con los precios bajos”, dice.

En estos momento cuando el país ya siente la caída de los ingresos y ha metido mano a los recursos de las reservas internacionales y hasta de las Administradoras de Fondo de Pensiones (AFP), al igual que el Gobierno de Evo Morales, Ríos señala que hubiese sido interesante que en el periodo de bonanza el país hubiera logrado mayores reservas en oro, que es el commoditie más importante en tiempos de crisis, junto con el dólar.

“Es cierto que hay que tratar de mitigar los efectos de la cuarentena y si vas a cerrar pequeños negocios, a comerciantes no les dejas vender sus productos que es gente que vive día a día, no hay otra cosa que entregarles plata, pero los recursos del Estado son limitados y si seguimos gastando en breve nos quedaremos sin reservas internacionales”, señala.

Sin embargo considera que el país debería retornar a sus actividades productivas el 15 de abril, por más virus que haya, “porque si no produce no nos vamos a morir de virus, pero si nos vamos a morir de hambre”.

En una economía informal de más del 70%, el exministro afirma que es muy posible que se genere una convulsión social en el país debido a que se está impidiendo a gran parte de la población a generar sus ingresos familiares. “En cambio el sector burocrático tiene todo saneado porque están gastando nuestra plata; en YPFB, ENDE, Gestora, todos ellos ganan lindos sueldos”, cita. 

Situación del sector hidrocarburos

A pesar de los grandes anuncios de producción por el exministro Luis Sánchez, el promedio real el 2019 ha bordeado los 45 MMmc/d promedio; es decir, un 12% menos del 2018 y un 25% que el 2015 cuando más se ha producido.

En relación al Plan de Desarrollo del Ministerio de Hidrocarburos que planteó el Gobierno del MAS, el 2019 el país debería producir 73 MMmc/d, cuando en los hechos hay una producción en 38% menos de lo planificado.

Del contrato con Brasil que terminó el 31 de diciembre del año pasado, se prevé que en un plazo de un año Bolivia le reponga al mercado brasileño la energía por la que ha pagado por adelantado. 

Con las negociaciones que encaminó el gobierno transitorio de Jeanine Áñez se permitió que Petrobras pague por 19,2 MMmc/d y si requiere más gas todo lo que se enviará adicional será en calidad de reposición por la energía.

En cuando a la adenda firmada al contrato con Argentina, varios expertos coinciden que ha sido desfavorable para el país y ha generado pérdidas por aproximadamente $us 400 millones.

De acuerdo al contrato, Bolivia está obligada a enviar a Argentina entre 2019 y 2020 un volumen base diario 10 MMmc/d con el precio indexado al petróleo, y si solo el mercado argentino requiere volúmenes adicionales se lo indexa al precio del GNL que tiende a la baja en el mercado internacional. En periodo de invierno el volumen puede llegar hasta a 17 MMmc/d.

En resumen, la situación concreta de la caída de producción se ha reflejado en la caída de la renta petrolera, que para el 2015 bordeaba los $us 5.400 millones, mientras que el año pasado cayó a $us 2.000 millones.

JMC