El Gobierno de transición de Jeanine Áñez recibió al país con los déficits gemelos: fiscal y comercial, una deuda externa de más de $us 10 mil millones, Reservas Internacionales Netas (RIN) venidas a menos, con un nivel de $us 6.400 millones. A pesar del contexto desfavorable, el ministro de Economía, José Luis Parada ofrece mantener los indicadores macroeconómicos estables hasta el 6 de agosto.
Parada admite que lo que le quita el sueño, son los factores internacionales que vayan a impactar sobre la economía nacional, pero su compromiso es mantener la estabilidad económica sin mayores sobresaltos, para que el gobierno que surja de las elecciones del 3 de mayo decida el modelo de desarrollo que ejecutará.
“Lo que me quita el sueño es tener que depender de situaciones internacionales que salen del control de la propia economía del país, tuvimos 14 años en los que tuvimos 5.5 veces más ingresos, aumentamos la deuda, hubo una condonación, podríamos estar mucho mejor”, señala.
En entrevista con Cabildeo Digital, Parada destaca que en el periodo de transición se eliminaron los gastos superfluos del sector público como las partidas destinadas a pagar viáticos, alimentación y viajes para no servidores públicos, con lo cual se ahorró $us 700 millones, además de paralizar megaproyectos de dudosa rentabilidad como hidroeléctricas y plantas industrializadoras de hidrocarburos que no contaban con mercados.
“Las circunstancias internacionales que tenemos en este momento son muy distintas y me quita el sueño lo que tuvimos 35 años, crecimiento y sobre todo un crecimiento a pesar del cambio de gobiernos”, sostiene.
El titular de Economía afirma que el país seguirá creciendo, aunque no en la misma proporción de los últimos años -entre 4 y 4.5% del Producto Interno Bruto-, sin embargo, hace notar que Bolivia durante la década de bonanza podría haber crecido mucho más ya que 5.5 veces más dinero proveniente sobre todo de la venta del gas y los minerales.
“El crecimiento fue mínimo con relación a los otros gobiernos; eso fue por el despilfarro y el gasto de plata que hubo. Lo preocupante es que el país se ha retrasado 14 años a todo lo que es el desarrollo económico internacional, es decir, al desarrollo tecnológico”, menciona.
Parada lamenta que mientras el Gobierno de Evo Morales miraba por el retrovisor la historia sobre lo sucedido hace 500 años con la colonización, países del mundo apostaban fuerte al talento y a la tecnología.
“Cuando usted piensa que tres empresas generan excedentes como Apple, Google y Amazon y que tienen el Producto Interno Bruto de 80 países, nosotros estábamos pensando cómo llegaron los españoles, cómo colonizaron, creo que no miramos al futuro y ese es el cambio que hay que buscar; nuevas alternativas y utilizar potencial que tiene todas las personas profesionales”, explica.
Consultado sobre la viabilidad de la fórmula del MAS para garantizar inversiones públicas a costa de meterle mano a las reservas internacionales, Parada observa la falta de estudios a diseño final para la aprobación de proyectos con impacto económico financiero.
“Hay que cambiar los conceptos de la forma de ejecutar los proyectos y cambiar el concepto político, por criterios básicamente financieros sobre la base de mercados y costos”, apunta.
Las cifras cantan solas y como muestra de lo que ha hecho el gobierno transitorio es, que después de diez años de bonanza y cinco años de caía de ingresos de las RIN, de $us 15.400 a $us 6.500 millones se frenó el déficit en dos puntos porcentuales equivalentes a $us 700 millones.
“Se dejó de gastar y despilfarrar los recursos (…). Había proyectos con crédito externo que se cargaron al Tesoro General del Estado, en los momentos en que caían los ingresos. Todo por una decisión política, hubo tres o cuatro proyectos que se están analizando, y se eliminó todos los gastos destinados a actividad política”, destaca.
A ese paso, advierte la autoridad, que la “farándula política” con recursos del Estado continuaría en manos del MAS.
Si bien se logró reducir los gastos públicos, el otro desafío para el gobierno de Áñez es el de generar más divisas. Al respecto, Parada menciona la liberación de cupos de exportación para algunos productos como la soya y el azúcar.
“Si con el 20% de la producción de soya cubrimos la demanda interna, ¿por qué no podemos exportar el otro 80%?”, lanza el cuestionamiento.
El titular de Economía considera que mantener el tipo de cambio de la moneda nacional frente al dólar es sostenible, pero reconoce que se debe reducir la subvención a los hidrocarburos e incrementar la producción de líquidos, así como del etanol y los biocombustibles para abastecer la demanda.
Reconoce que el problema del contrabando no ha sido resuelto, sin embargo resalta la consolidación de las relaciones comerciales con China, en el marco de la apertura del mercado asiático para la carne vacuna boliviana.
“El alimento está garantizado y la producción cubre el 70% de la demanda interna”, asegura. No obstante, admite que en la región, las demandas sociales están superando las capacidades de los Estados y por ello se han producido crisis sociales y judiciales.
JMC