Por Amalia Pando
En octubre pasado, la oposición necesitaba a gritos unirse para vencer al proyecto dictatorial de Evo Morales. Y no hubo forma. Se presentaron 9 candidaturas, 8 de oposición. Pero, el inteligente pueblo boliviano concentró su voto en Carlos Mesa y resolvió lo que pudo ser una catástrofe política. Las otras 7 candidaturas obtuvieron resultados que son un castigo a la división : Chi, el tercero, obtuvo 8,7; Ortiz, 4,2; y los demás menos del 1 %.
Últimamente, el Comité Cívico Pro Santa Cruz citó a una reunión para este fin de semana a todos los pre candidatos opositores a Evo para exhortarles a formar un Frente de Unidad.
Yo me opongo a ese frente. Ahora no es necesario ni beneficioso para formar el próximo gobierno.
El fantasma de Evo
Evo Morales no puede ser candidato a nada, ¡NO puede! La Constitución Política del Estado y la Ley del Régimen Electoral, exigen como condición a todas las candidaturas el permanecer radicado en el país en los últimos 5 años para presidente y 2 años para los demás cargos. Y Evo vive en Buenos Aires, se fue hace casi 3 meses. No cumple uno de los requisitos.
Se publicó que el plan del MAS es ganar la presidencia con Luis Arce y David Choquehuanca. Mientras tanto, Evo se coloca en la presidencia del senado. Renuncian los dos primeros y Evo, por sucesión constitucional, recupera la presidencia del Poder Ejecutivo. Como siempre, el MAS hace castillos en el aire, y algunos le creen y se asustan.
Primero, Arce y Choquehuanca no ganarán, son muy malos candidatos. Arce no convencerá a la clase media y el relegar a Choquehuenca al puesto de acompañante de fórmula dice contundentemente que en el MAS hay un solo líder indígena: Evo, pero este caudillo ya ha sido derrotado.
Es el binomio de la corrupción, ya verán ustedes cómo irán saltando como pipocas los casos de sobreprecios, malversación y abuso de poder para el enriquecimiento personal.
No creo ni siquiera que puedan llegar a una segunda vuelta.
Jeanine, la candidata y presidenta
Nunca vi una tormenta igual. Jeanine lanzó su candidatura quebrando su palabra y por la señal del Canal Estatal de televisión. Y se le vino encima un tsunami desproporcionado, además agresivo e inclusivo humillante.
Yo misma la critiqué, preocupada porque este fuera el incio de la utilización del aparato estatal, y advertía que esos abusos, cuando se vuelven norma, pueden terminar en tiranía, como la de Evo. Cosa que estaba lejísimos de ocurrir.
En muchos otros tonos la gente a través de las redes sociales expresó sus temores. Salió a luz, por ejemplo, el riesgo de una manipulación de los resultados electorales, como si no hubiera un nuevo Tribunal Electoral.
Pero el tsunami vino de los otros candidatos, partidos y cívicos, afectados por la inesperada candidatura de la presidenta. Le pidieron su renuncia, al gobierno y a su candidatura; dijeron que era la prueba del golpe; le negaron el derecho a ser candidata ; CONADE organizó una concentración; aparecieron grupos con pititas contra Jeanine, memes en todos los tonos, y, el aporte sinestro y humillante lo puso su propia ministra de comunicación, Roxana Lizárraga.
Lizárraga renunció calificando a la presidenta de “traidora a la revolución de las pititas” y afirmando varias otras sandeces, como que Jeanine y Evo son lo mismo. En su carta de renuncia tutea a la presidenta y ni siquiera le agradece haberla sacado del anonimato. Quiso dar la impresión de que renunciaba por principios cuando en realidad se adelantó para tapar su segundo inminente despido.
La Presidenta Añez ya había prescindido de los servicios de Lizárraga, por inútil y metepatas. Pero, le dio una segunda oportunidad, conmovida por su copioso llanto. Luego llegó la ruptura con el ‘camachismo’ y para el 23 de enero debía cambiar a 4 ministros, entre ellos a la de comunicación. Pero postergó la crisis de gabinete a causa del tsunami que causó su candidatura. Espacio de tiempo aprovechado por Lizárraga para disfrazarse de heroina con una carta de renuncia que es una pieza de irrespeto y humillación a un primer mandatario.
Ahora se sabe que no fue Jeanine sino Lizárraga, a espaldas de Jeanine, quien dio la orden para transmitir por el canal estatal la determinación de la presidenta de aceptar la presión de su partido y candidatear.
En todo caso, el gobierno sobrevivió a Lizarraga. Aún se discute el derecho de Jeanine a ser candidata que será resuelto por la única institución autorizada, el Tribunal Electoral, a la luz de lo que dice la Constitución y la Ley del Régimen Electoral.
Si usted es crítico de esta candidatura, pues no vote por ella, tiene muchas otras para escoger.
Unidad para un desgobierno
Necesitamos un gobierno que nos de seguridad en todos los campos, que ponga en pie las instituciones democráticas para la vigencia plena de los derechos humanos y que pueda garantizar estabilidad y crecimiento económico. ¿Está usted de acuerdo?
¡Obvio! Ahora imagine un gobierno de unidad, compuesto por Camacho, Tuto, Chi, Jeanine y Mesa. Sería un gobierno paralizado, peleando internamente por las cuotas de poder, sin que pueda tomar una sola decisión, en el que un grupo de ministros amenacen todo el tiempo con renunciar, que uno contradiga al otro, ¡es que no quiero ni imaginarlo!. Un gobierno así es el que espera Evo, un pésimo y antipopular gobierno que le permita retornar triunfante (el) en 2025, como lo hizo su amiga en Argentina. Cristina regresó tras el fracaso de Macri. Este es el verdadero plan de Evo.
Que nadie se asuste
Que nadie se asuste por la proliferación de candidatos. Hasta el momento he contado 8. Y aparecerán otros a último momento.
En 2019 se presentaron 9, el voto se concentró en 2.
En las elecciones de 2005 hubo 8 candidatos, solo 4 partidos lograron representación parlamentaria y el voto se concentró en solo uno de ellos. Evo ganó con más del 53 %.
En 1997 se presentaron 10 candidatos. 7 partidos entraron al parlamento. El voto se dispersó entre 5 fuerzas políticas. No había segunda vuelta, tuvieron que pactar.
En 1993 se presentaron 14 candidaturas; en 1989, 10; y en 1985, 18.
Hoy tenemos la segunda vuelta, no se necesitan pactos ni alianzas. Si, en su inmensa sabiduría, el pueblo concentra su voto, tendremos presidente en primera vuelta. Si el voto es disperso entre dos o tres candidatos, tendremos una segunda vuelta. Y, lo más importante, nunca pierdan de vista, necesitamos que de las urnas surja un gobierno democrático, serio y coherente, cuyos éxitos impidan el regreso de Evo Morales.