Foto: ASP-B |
La Cámara Nacional de Comercio (CNC – Bolivia) alerta que las decisiones de ASP-B, lejos de incrementar la competitividad del comercio exterior, se están traduciendo en un incremento de costos y en la imposición de trabas burocráticas que solamente impulsan la informalidad y el contrabando.
Esa posición del gremio empresarial del comercio fue expresada por el gerente general de la CNC, Gustavo Jáuregui, ante la importancia estratégica que representa el Puerto Arica para el comercio exterior boliviano, sobre todo porque en reiteradas ocasiones esta entidad advirtió a la Administración de Servicios Portuarios Bolivia (ASP-B) sobre decisiones “cuestionables” que estaría asumiendo, que estarían restando competitividad a las operaciones de comercio exterior del país.
El ejecutivo apuntó que en primer lugar observaron oportunamente la decisión de la ASP-B que “elimina de manera intempestiva el beneficio de la tarifa de costo cero para los Despachos Directos de contenedores, una medida que beneficiaba de manera efectiva al flujo de carga que pasa por ese Puerto, puesto que su aplicación permitió disminuir tiempos y costos de la cadena logística de manera drástica en el país, convirtiéndose en un procedimiento claramente beneficioso para la logística nacional como demuestra el hecho de que estas operaciones en el Puerto de Arica pasaron del 4% al 24%, en mayo de la presente gestión”.
Esa inexplicable decisión de ASP-B, sólo responde a una lógica de recaudación como empresa pública, que impuso una tarifa de 36 y 46 dólares para contenedores de 20 y 40 pies respectivamente, incrementando el costo de las operaciones para el sector empresarial formal boliviano en 400.000 dólares anuales, justificó Jáuregui.
Siguió que como parte de la misma lógica de recaudación, la CNC también observó la decisión de ASP-B de recurrir a una Resolución Ministerial del año 2005 para aplicar tarifas al sector empresarial formal de Bolivia, que se traducen en un incremento de costos de cerca de 1 millón de dólares anuales para operaciones de despacho indirecto en Arica.
En esa misma línea, recordó que la CNC hizo conocer de manera formal a la ASP-B, sobre los posibles riesgos que se podrían dar si existe un retraso en el proceso de negociación de nuevas tarifas con el Puerto de Arica, dado que el convenio suscrito a inicios del segundo semestre de 2019 entre la ASP-B y el prestador de servicios en el Puerto vence el 04 de agosto de 2021.
“La CNC observó que un tema de semejante relevancia estratégica para el comercio exterior del país se encuentre pendiente de acuerdo a escasos días del vencimiento contractual, por lo que, comunicó a la ASP-B que en caso de que las negociaciones que encara la empresa pública se dilaten o estanquen, la institución está en disposición de negociar de forma directa las tarifas con el proveedor de servicios en Puerto Arica en representación del sector empresarial privado del país para de esta manera evitar dilaciones que solo entorpecen la dinámica del comercio exterior”, manifestó.
Para la CNC resulta preocupante que las decisiones de ASP-B, lejos de incrementar la competitividad del comercio exterior, se estén traduciendo en un incremento de costos y en la imposición de trabas burocráticas que solamente impulsan la informalidad y el contrabando; mucho más considerando el difícil momento por el que atraviesa la economía nacional, requiere contrariamente un trabajo articulado público – privado tendiente a implementar medidas que coadyuven con la reactivación económica y del empleo, reiteró el gerente general.
“Resulta evidente que la competitividad de la logística de Bolivia solo se puede conseguir reduciendo costos que alimentan la burocracia estatal y eliminando intermediarios que no agregan valor a las operaciones empresariales. El enclaustramiento marítimo de Bolivia requiere una comprensión moderna de la dinámica del comercio exterior global y el desarrollo de iniciativas de optimización de la cadena logística, tareas que definitivamente no estarían siendo impulsadas por la ASP-B”, concluyó Jáuregui.
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